Por la pruebas y por algunas declaraciones de expertos, pareciera que no hay manera de que se anule la elección presidencial con las pruebas que hasta ahora se han presentado. Como esto no es un asunto de deseos le adelantamos lo que casi ya parece inminente, Peña Nieto será presidente electo. Suponemos que de manera paralela el TRIFE le leerá la cartilla a todos llevándose el PRI el manotazo mayor. Los escenarios que ya se asoman ante esta posibilidad son indescifrables.
La izquierda esta presentando dos tipos de pruebas. Por una parte están las de peso como es el caso Soriana, compra de votos, y Monex, ésta última hay que acreditársela al PAN, entre otras, y por otro lado están las pruebas que buscan hacer ruido y hacer ver que la elección ha sido un cochinero, intentan dejar entre la opinión pública la idea del desaseo. En algunos casos ha pegado esta estrategia y se ha quedado como tema de medios, pero en otros como llega se va; el caso de Videgaray y ScotiaBank nomás no hay como amarrarlo, si nos atenemos a la conferencia de prensa, los audios que presentaron más lo que de manera oficial dijo el Banco.
La elección va a pasar a la historia con la sombra de dudas y Peña Nieto tendrá que hacer algo rápido para que vaya cambiando la perspectiva del proceso y de seguro le apostara, como todo su equipo, al paso del tiempo que al fin y al cabo lleva al olvido. Pensar en grandes pactos, gobiernos de coalición o en un gabinete plural no se ve por la simple y sencilla razón que los actores políticos están enfrentados y hay exceso de encono no solo en una de las partes. Pensemos, por ejemplo, la reacción de #132 ante lo que pudiera ser el “triunfo oficial” del PRI.
Lo que nos viene son escenarios de confrontación y uno o dos años de trabazón y en los que quizá se empiecen a medio ponerse de acuerdo. Nadie va a ceder lo que llevará a que los político sigan en sus enfrentamientos mientras el país camina por otra vía. En lo político, con variantes, estamos en escenarios similares a los de hace 6 años. Puede ser que estemos ante el empecinamiento de López Obrador y sus seguidores pero no es solo eso, desde donde se vea de nuevo fuimos a una elección inequitativa lo que al final nos llevó a nuevas confrontaciones. Ante escenarios probables, que no definidos, el PRI estará de nuevo en Los Pinos y la cuestión es rayos va a hacer cuando este ahí adentro. No se ve a un PRI diferente.
La verdadera definición de lo que quiere y quién es Peña Nieto va a estar en la designación de su gabinete; en su relación con el Congreso; en la relación que establezca con el duopolio, hasta ahora es de complicidad; en su capacidad y conciencia de lo que significa la libertad de expresión; y ver si estimula y apoya las reformas que requiere el país, no las que están a modo para el PRI y su proyecto. Nos vienen días de definición y sin pesimismos hay poca capacidad de maniobra, no se ve como los que tienen en su mano cambiar el escenario lo hagan. Por algún lugar se deberá de destrabar todo esto.