Mientras se requieren 90 millones de barriles de petróleo al día para mover al mundo entero, México está atorado en un debate en torno a su política energética y al marco jurídico encargado de regular el petróleo. Esto se da con el controversial intento de reformar el artículo 27 de la Constitución, referente a si es conveniente o no, el permitir inversión privada en las áreas de exploración y producción, que son bases para el desarrollo y subsistencia de la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Ha esto se ha sumado la discusión de si Pemex debería tener un esquema de empresa privada, como el de Petrobras en Brasil, o asociarse estratégicamente con la misma. Pero la parálisis legislativa que vivie el país y la cercanía de las elecciones presidenciales de 2012, han relegado ese debate vital para la economía. Pocos son los actores políticos que han fijado su postura sobre el funcionamiento del sector energético y, por ende, sobre la empresa de “todos los mexicanos”: Pemex, la más grande compañía pública de México, la gallina de los huevos de oro, nuestro venero de riqueza que, ahora sí, comienza a agotarse…
Pemex, ¿como Petrobras?
En agosto de 2007, los gobiernos de México y de Brasil suscribieron “un Memorandum de Entendimiento en materia de cooperación energética mediante el cual se emprenderán acciones conjuntas para el desarrollo tecnológico en materia de exploración y producción de petróleo y gas natural”. El acuerdo fue firmado por la entonces secretaria de Energía, Georgina Kessel, y por el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim. En un comunicado se expuso que “fortalecía los vínculos entre ambos países en materia energética”. Ambos gobiernos también celebraron “dos convenios específicos de colaboración para la realización de estudios conjuntos que les permitirá contar con las mejores prácticas de la industria en desarrollo y explotación de crudos pesados en aguas profundas y de yacimientos carbonatados fracturados”. Los convenios incluyeron el intercambio de expertos, el diseño y ejecución de estudios, proyectos y programas, y la realización de investigaciones y seminarios conjuntos. Lo que en el fondo querían el presidente Felipe Calderón y el entonces presidente de Brasil, Lula da Silva, era la “reestructuración de la industria” y la “promoción de alianzas estratégicas” entre ambas naciones.
Sin embargo, algo los paraba en seco: no podría haber participación en ninguna actividad “prohibida por la legislación vigente”, ya que la Constitución mexicana, prohibe la privatización de los hidrocarburos, excepto en materia de petroquímica y gas natural.
A pesar de estas limitaciones y del paso del tiempo, de nueva cuenta hace menos de un mes, el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó Mexico para participar en la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer, y exhortó a discutir la asociación entre Petrobras y Pemex para convertirse en la empresa multinacional de energía más grande del mundo. Lo hizo con un as bajo la manga, él fue principal impulsor de la transformación de Petrobras hasta colocarla en la segunda empresa de energía del mundo: “Se transformó a Petrobras con un presidente que se decía socialista y ojalá podamos construir la unión con Pemex, cosa de la que he estado hablando desde hace mucho tiempo, se lo dije a Fox y a Calderón. Yo sé que es importante que pensemos que si tenemos la gallina de los huevos de oro, un día la gallina va a tener hambre y no podrá dar huevos de oro”, dijo el carismático político.
Coincidencia o no, el mismo día Marcelo Ebrard Casaubon, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, también se pronunciaba a favor de dicha “alianza estratégica” con la empresa brasileña para mejorar el desempeño de la paraestatal mexicana: “Me parecería muy interesante hacer una alianza estratégica con ellos pues han desarrollado una tecnología de exploración de aguas profundas. No veo por que no podemos hacer una alianza estratégica con ellos, le convendría mucho a México y otros países”. Ya antes, le habían dicho en el Estado de Guerrero al propio Marcelo, que él era el nuevo Lula mexicano.
Antes, en 2009, durante una visita oficial a Brasil, el presidente de México, Felipe Calderón manifestaba su interés para que pronto se concretara un acuerdo de cooperación entre Petrobras y Pemex, “sobre todo una alianza entre Brasil y México para ampliar las capacidades productivas de ambos países. Es del interés del gobierno mexicano fortalecer los mecanismos de cooperación científica, tecnológica, académica, operacional, entre Petrobras y Pemex, y que los gobiernos mexicano y brasileño encontremos caminos de alianza y cooperación”.
Y es que la posibilidad de una alianza entre ambas empresas petroleras ha sido un tema constante en la agenda política de los últimos meses en México y lo será más, cuando se tenga que fijar una postura al respecto con la cercanía de las elecciones presidenciales del 2012. El problema es que Pemex es situada por los analistas como una empresa atrasada en su desempeño tecnológico y comercial, mientras Petrobras es considerada líder mundial en la exploración y producción de crudo en aguas profundas.
10 diferencias centrales entre Pemex y Petrobras
Diversos especialistas, consultores en finanzas y energía han hecho análisis de las marcadas diferencias entre los dos gigantes del petróleo latinoamericano, que denota que Pemex se ha quedado muy atrás (Francisco Flores Macías de la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pennsylvania; Aldo Musacchio, profesor asociado, y Marvin Bower Fellow en la Harvard Business School, así como Emanuel González Zambrano, consultor en finanzas personales):
1. Las diferencias entre Petrobras y Pemex son muy profundas, no obstante que la empresa paraestatal mexicana inició su funcionamiento en 1938 con la expropiación petrolera decretada por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, mientras que Petrobras nació 15 años más tarde, en 1953.
2. Pemex no tiene en sus filas con capital privado, Petrobras cotiza en la Bolsa Brasileña de Valores (BOVESPA) y en la Bolsa de Valores de Estados Unidos (NYSE). El gobierno brasileño posee solamente 64.01% de las acciones de Petrobras y aunque existen propuestas para convertir a Pemex en una empresa pública vía la colocación de capital (desde hace varios años la paraestatal emite certificados en la sección de deuda en la BMV), hay impedimentos constitucionales para que la paraestatal mexicana emita acciones; aún así, mediante los Certificados de Capital para el Desarrollo (CKD’s) –instrumento híbrido de capital flexible que aspira a captar proyectos de infraestructura e industriales– se podrían emitir los bonos ciudadanos, una de las promesas del presidente Felipe Calderón.
3. Petrobras se destaca por utilizar alta tecnología en operaciones de exploración y producción de petróleo en aguas abiertas (off shore) y tiene el récord de la planta de producción de crudo más profunda del mundo. Además es reconocida por su trabajo en aguas muy profundas, siendo pionera en el desarrollo de robots para la exploración y construcción de pozos petrolíferos que se encuentran por debajo de los 400 metros bajo el nivel del mar. Mientras esto sucede en Brasil, en México uno de los principales problemas de Pemex es la falta de inversión en tecnología para eficientizar procesos dentro de la compañía. Pero también está la otra opinión: que el gobierno debe financiarse con emisión monetaria y no con inversiones particulares. Ambas tienen que pagarse con riqueza real; pero, la segunda con intereses y condiciones no económicas inaceptables.
4. En 58 años de historia, Petrobras tiene 25 mil kilómetros de ductos, 14 mil pozos petroleros, 16 refinerías y 7 mil 700 estaciones de servicio. En 73 años de historia, Pemex cuenta con 12 mil kilómetros de ductos, 7 mil 400 pozos petroleros, seis refinerías y 7 mil 200 estaciones de servicio.
5. Petrobras está en cuarto lugar en el ranking de las mayores empresas petrolíferas internacionales de capital abierto en el mundo. Pemex no tiene acceso a ese ranking porque no es una empresa que entre en el concepto de “capital abierto”.
6. Durante décadas, Pemex fue la compañía más grande de Latinoamérica hasta que en 2009, a raíz de las gestiones realizadas por el gobierno de Brasil como la firma de joint ventures con diferentes compañías extranjeras, Petrobras desbancó a Pemex. La petrolera brasileña figura entre las 15 empresas más poderosas del mundo, según una lista publicada por la revista Forbes en abril de este año.
7. México tiene una economía “petrolizada” y los ingresos de Pemex alimentan una tercera parte del gasto del gobierno federal, aunque la paraestatal perdió cerca de una cuarta parte de su capacidad de producción entre 2004 y 2009, debido al rápido envejecimiento de sus campos de crudo y a la falta de inversión en exploración e infraestructura.
8. Los recientes fracasos de Pemex han sido la acelerada caída de la producción del yacimiento Cantarell, los pobres resultados obtenidos en Chicontepec y la demora para terminar la reconfiguración de la refinería de Minatitlán (primera gran refinería de América Latina, que data de hace más de 100 años). Brasil con Petrobras es una de las regiones petroleras más prometedoras con los recientes descubrimientos de reservas.
9. Petrobras ha sabido desarrollar una habilidad para retener capital humano. Esta capacidad es posible en parte gracias al arraigado servicio civil de carrera brasileño, a la política específica para formar cuadros técnicos y administrativos a través del tiempo, y a la estricta política de transferencia de conocimiento, que son parte de sus condiciones de contratación de servicios en el exterior. Éstas son prácticas que no han existido en México y que han impedido el éxito a largo plazo de Petróleos Mexicanos.
10. En 1997, Petrobras rompió su monopolio y se convirtió en una empresa mixta con 38% de su capital en manos del Estado y el resto en manos privadas. La petrolera logró la mayor capitalización de la historia al obtener 70 mil millones de dólares en la Bolsa de Valores de Brasil y actualmente es una firma poderosa cuyo patrimonio pasó de 5 mil millones de dólares a 215 mil millones. Petrobras es una compañía moderna que cuenta con un centro de investigación y con la mayor tecnología de prospección para aguas profundas. Aunque Petrobras es mixta, en ella prevalecen los intereses estratégicos de Brasil y el gobierno participa en las decisiones. Después de que en 30 años no se construían nuevas refinerías, ahora Petrobras edifica cinco. La petrolera se ha convertido en un productor autosuficiente de gas natural y trabaja en el desarrollo de combustibles alternativos.
Pemex: sus 10 problemas más importantes
A todas estas marcadas diferencias entre Petrobras y Pemex, se suman a algunos de los 10 más grandes problemas del petróleo mexicano y de la paraestatal:
1. NO HAY NI PARA LA GASOLINA: Su incapacidad para refinar gasolina genera que actualmente se importe 45% del total que se consume y se prevé un crecimiento anual en la demanda de más de 4.5 por ciento. Si no se asegura el suministro de combustibles en México, en el futuro se comprarán al exterior 75% de las gasolinas que se consumen. Pemex tiene una deuda de 84 mil millones de dólares; en 2010, Pemex Refinación perdió 87 mil millones de pesos y la empresa, en general, perdió 47 mil millones de pesos. Sólo el subsidio a las gasolinas fue de 80 mil millones de pesos, cantidad mayor en tres o cuatro veces el presupuesto de la UNAM.
2. LA CRUDA REALIDAD: Desde 2004, la producción de crudo no muestra una tasa de crecimiento positiva y no sobrepasa los 2.6 millones de barriles de crudo diarios. Sólo en el primer semestre de 2011, Petróleos Mexicanos registró una caída en su producción de 1.04% (27 mil barriles al día) respecto a los volúmenes obtenidos en el mismo periodo de 2010.
3. NO HAY DINERO QUE ALCANCE: El actual sistema paraestatal que se utiliza en el sector energético mexicano es deficiente, debido a la descapitalización y falta de inversiones. El diario El Universal planteó en enero pasado que Pemex operará en 2011 entre la incertidumbre presupuestal. Según su director general, Juan José Suárez Coppel, la paraestatal no tendría la capacidad para asegurar su propio presupuesto operativo: “Este año tenemos 40% del gasto de operación que necesitamos”. En esta misma nota, Suárez Coppel aseguró que en el 2010 tuvieron pérdidas por 50 mil millones de pesos en refinación y petroquímica.
4. EL CÁNCER SINDICAL: México tiene en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), dirigido por Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana (ambos ex legisladores) uno de sus mayores problemas por la impunidad y corrupción con que se maneja. Se han tenido que canalizar multimillonarios recursos para, supuestamente, dar cobertura a las prestaciones del contrato colectivo de trabajo del sindicato petrolero, el más caro del país, cuyo fondo de pensiones, entre el salario y prestaciones, es con mucho superior al del IMSS y al del ISSSTE. Pemex entregó en 2008 y 2009 más de 493 millones de pesos al Comité Ejecutivo General del STPRM, por “ayudas convenidas” entre las partes. Hasta el 30 de septiembre de 2010 eran 147 mil los trabajadores sindicalizados de Pemex y sus organismos subsidiarios. Para citar un ejemplo del tamaño del problema que representa la corrupción en dicho sindicato, sus líderes estuvieron involucrados en el desvío de recursos de Pemex a la campaña presidencial del PRI en 2000, conocido como “Pemexgate”, y se habló en su momento de que se cometieron delitos de delincuencia organizada, como lavado de dinero y también peculado simple, peculado electoral y uso indebido de atribuciones. Se desviaron mil 100 millones de pesos, de los cuales 500 millones de pesos se entregaron a Rodolfo Zedillo (hermano del entonces presidente Ernesto) y se transportaron en una camioneta propiedad de Francisco Labastida Ochoa, según lo relata Pedro Pablo Martínez, del equipo de Planeación y Logística de la campaña presidencial de Labastida. Por este escandaloso incidente fue detenido el entonces director de Petróleos Mexicanos, Rogelio Montemayor. El anterior dirigente del sindicato, Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, controlaba la designación de diputados federales y senadores, así como alcaldías y presidencias municipales en las zonas petroleras, ya que se consideraba el guía moral del sindicato, hasta que el el 10 de enero de 1989 –por órdenes del entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari– fue condenado a 35 años de prisión por posesión ilegal de armas, junto con 49 de sus colaboradores. Salinas le cobró con esto haber apoyado la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas y auspiciar la publicación de un pasquín donde se aseguraba que, siendo niños, Carlos Salinas de Gortari y su hermano Raúl asesinaron a una sirvienta. El ex presidente Miguel de la Madrid, en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui en 2009, aseguró: “Yo sabía que ‘La Quina’ importaba armas y que las tenía preparadas para algún enfrentamiento con el gobierno”.
5. ROBOS Y EXPLOSIONES: El robo de combustible y el peligro que ello representa para la población. De enero a mayo de este año se registró la ordeña clandestina de 300 mil barriles de combustibles (20 mil barriles diarios). Los focos rojos por este ilícito están en el Edomex, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Sinaloa. Personal de Pemex ha detectado cerca de 556 tomas clandestinas en su red de ductos, de las cuales 390 son poliductos atacados. Anteriormente, los delincuentes que incurrían en el saqueo de combustible quedaban libres por falta de tipos penales, pues sólo estaba tipificado el rubro de los ductos. En la actualidad, se aprobó una reforma que sanciona hasta con 18 años de cárcel el robo de hidrocarburos en México y en donde se contemplan hasta 10 años de prisión a los propietarios de gasolineras que alteren las bombas para expender menos gasolina y diesel. El robo de combustible ha generado tragedias, como la vivida en 2010 en municipio de San Martín Texmelucan, Puebla, donde fallecieron decenas de personas, hubo cientos de heridos y damnificados, así mismo, calles enteras fueron “arrasadas” por el fuego.
6. UN LÍDER INDESEABLE: El actual director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, es acusado por la oposición política de derroche y corrupción en perjuicio de la paraestatal, “tener a Suárez Coppel en la Dirección de Pemex fue poner al coyote a cuidar a la gallinita de los huevos de oro de donde se sostiene el presupuesto”, dice el economista y legislador del Partido del Trabajo, Mario di Constanzo, cercano a Andrés Manuel López Obrador y quién también le reprochó en una comparecencia en la Cámara de Diputados, de darse una “vida de diva cuando viaja, hospedado en hoteles carísimos y gastando viáticos como un millonario o miembro del jet set.
Juan José Suárez Coppel, quien antes se desempeñó como director de Administración de Finanzas del Grupo Modelo y tesorero corporativo de Televisa, ha insistido en la necesidad de flexibilizar la estructura de la paraestatal Pemex para convertirla en una empresa como Cemex, Televisa, Telmex o Grupo Modelo, y de esta manera hacerla más eficiente y rentable para los mexicanos, lo que le ha valido severas críticas de legisladores, quienes lo acusan de ser “parte del grupo que desmanteló a la paraestatal, la llevó a la quiebra técnica y ahora busca avanzar en la privatización de la principal empresa pública del país”, como lo declaró el senador del PRI, Francisco Labastida Ochoa, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara Alta. En su momento, ni siquiera los senadores del Partido Acción Nacional aprobaron su nombramiento como director general de Pemex, aduciendo que se había “escogido a una mala persona”.
Y es que los problemas del actual titular de la paraestatal no paran ahí, entre 2005 y 2006, cuando Suárez Coppel fue director de Finanzas de Pemex, estuvo implicado en una investigación a una red de corrupción de empresas y funcionarios públicos por presunto tráfico de influencias en Pemex, donde también se involucró a los hijos de Martha Sahagún. La investigación fue revelada en noviembre de 2007 por la revista Contralínea, en un reportaje titulado “Tráfico de influencias en Pemex Refinación”, donde se narra cómo se adjudicó un contrato directo por 53 millones de pesos a Arrendadora Ocean Mexicana (AOM), empresa investigada por supuesta corrupción. Además de la investigación por tráfico de influencias, en 2005, el diario Reforma reveló que Suárez Coppel asignó sin concurso más de 30 contratos por 50 millones de dólares para Pemex sin cubrir los trámites que fija la regulación en materia de licitaciones públicas. Si esto fuera poco, en febrero de 2008, el diario La Jornada publicó que “en la red de corrupción, según consta en la auditoría 18/576/OIC/OA/ 0030/2006 de la SFP, participaron ex funcionarios de Pemex, entre ellos el ex director corporativo de Finanzas, Juan José Suárez Coppel. El actual director general de Pemex fue el responsable, junto con el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, de diseñar el régimen fiscal para Pemex que permitía a las autoridades tributarias quitarle a la empresa cerca de 85% del valor de la producción de gas y petróleo. La Secretaría de Hacienda obligaba además a Pemex a producir 3 millones y medio de barriles diarios, con una sobre explotación de los yacimientos, que generó en buena medida la abrupta caída de la producción y originó la quiebra financiera de la empresa paraestatal, en lo que ha sido calificado por el senador priísta, Labastida Ochoa “un acto deliberado, para propiciar que fuera luego vendida tanto a nacionales como extranjeros”.
7. EL DINERO DESAPARECE DE LAS ARCAS: La opacidad, la ineficiencia en el manejo y administración de las finanzas y recursos de Pemex es escandalosa. El secreto en el manejo de los fondos de pensiones de Pemex no podría entenderse sin la responsabilidad del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Mario Di Costanzo refiere que ello se debe “a las operaciones irregulares que hay entre la empresa y el sindicato” y al uso que Romero Deschamps ha dado también a los recursos, “como el financiamiento de campañas electorales o gastos del sindicato que no se revelan”, y que han generado una virtual quiebra en el sistema de pensiones de Pemex. La Auditoría Superior de la Federación ha observado que la utilidad de algunas operaciones de las pensiones de los trabajadores se emplea en el gasto corriente de Pemex y para cubrir subejercicios. Por ello, citó la auditoría, “el problema se puede convertir en explosivo en el futuro si continúa la jubilación acelerada de personal, dada la edad promedio de la plantilla laboral actual”. Se han registrado graves problemas financieros debido a las cuantiosas jubilaciones anticipadas impulsadas por la dirección de Pemex como parte del proyecto de la privatización de actividades primordiales para la petrolera, por el que se plantea adelgazar la plantilla laboral con la baja de 30 mil trabajadores, entre sindicalizados y de confianza.
8. SIN INFRAESTRUCTURA PROPIA: Pemex no ha invertido en construir su propia infraestructura, para ello ha tenido que recurrir al arrendamiento de plataformas de otros países, como es el caso de la semisumergible “Bicentenario” proveniente de Corea del Sur, para incursionar en la perforación de pozos en aguas profundas del Golfo de México, misma que fue contratada por Pemex por un periodo de cinco años, y que realizará operaciones en un tirante de agua de 940 metros en una zona del Golfo de México Sur. Este mismo año, en un intento por modernizar su flota, Pemex compró un buque tanque de última generación Ocean Cygnet por 39 millones de dólares, como parte de su programa de renovación. El buque tanque Centenario mide 175 metros de largo y 32 metros de ancho, con doble casco y capacidad de casi 47 mil toneladas de peso muerto.
9. NO AYUDA A LOS MEXICANOS: A pesar de que existe un argumento muy nacionalista y patriótico de que Pemex es la “empresa de todos los mexicanos”, la paraestatal no ha podido ayudar a la economía de las familias mexicanas deteniendo los aumentos o alzas mensuales de la gasolina, el diesel y del gas, que han provocado incrementos en los precios de los productos de consumo básico, con severas afectaciones al bolsillo de la población. Ante esto, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, entrevistado en Davos, Suiza, en enero de este mismo año, dijo lo siguiente: “El alza en el precio de los combustibles son incrementos muy moderados y no se ven reflejados en los precios. Son gasolinazos los del pasado en los que se incrementaba hasta en 60% el costo del combustible”. Además aseguraba que la política adoptada para los combustibles consistente en ajustes periódicos y graduales en los precios de las gasolinas y el diesel tenía como objetivo evitar impactos abruptos sobre los niveles de inflación, que se buscaba minimizar el impacto negativo en uso de los recursos en la economía, el medio ambiente y la distribución del ingreso y que la política de desliz en los precios de la gasolina y el diesel implicaba medidas responsables que permitían fortalecer las finanzas públicas de todos los órdenes de gobierno. La SHCP aseguraba que los precios de las gasolinas y del diesel en Estados Unidos continuaban siendo aproximadamente 15% mayores que los precios en México. Pero no todos opinaban lo mismo; por ejemplo, el senador priísta, Manlio Fabio Beltrones, consideraba que para detener el alza escalonada en los combustibles se necesitaba modificar el esquema financiero de Pemex, ello dentro de una reforma fiscal en el país y que la excesiva carga fiscal impuesta a Pemex, le impedía invertir en rubros como refinación, que es muy necesario para reducir la importación de los hidrocarburos con los que se abastece el mercado interno: “En lugar de gasolinazos debemos discutir la reforma hacendaria que están proponiendo los legisladores del PRI en el Senado, la cual busca bajar impuestos, recaudar más y reorientar el gasto público hacia prioridades estratégicas como la infraestructura básica que Pemex necesita”. Ante esta situación de excesiva subida de precios, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, también tomaba medidas drásticas y severas.
10. PROBLEMAS POLÍTICOS: Este mismo año, Felipe Calderón, al encabezar la ceremonia del 73 aniversario de la expropiación petrolera, advirtió que no permitiría actos de corrupción en la paraestatal, ratificando que seguiría correspondiendo a la nación la propiedad, el control, la explotación y el aprovechamiento de los hidrocarburos: “Pemex no es patrimonio de un gobierno, de un partido, ni de un grupo político, es de una empresa que pertenece a todos los mexicanos de hoy y de mañana, por eso los habitantes del país, los verdaderos dueños, tienen derecho a saber cómo se gasta y en qué se gasta el dinero que obtiene, por eso no cuentas secretas, no cajas chicas en esta empresa que es de todos los mexicanos”. Pero no todo ha sido sencillo, en 2008 envió su propuesta de reforma energética que fue esencialmente rechazada, en cuanto los senadores del PAN presentaron un decreto del Ejecutivo que modificaba el artículo 28 de la Constitución, para dejar como área de exclusividad del Estado, en lo referente a la industria petrolera, sólo la exploración y la explotación de los hidrocarburos, lo que, por otro lado y a través de los contratos incentivados, pensaban nulificar, sin necesidad de modificar la Constitución. Felipe Calderón lanzó una propuesta para modificar el régimen de Pemex, para equipararlo al de Petrobras (empresa independiente de la administración pública); sin embargo, faltando tan poco tiempo para que se termine su sexenio, sumado a los tiempos electorales que vienen, ha sido imposible impulsar a flote la propuesta. Se suman las declaraciones del presidente Calderón en una entrevista con Bloomberg TV en Estados Unidos: “La gente y el Congreso deben entender que la única manera de asegurar el futuro es modernizar a Pemex a través de una nueva legislación (…) de una manera similar en la que lo ha hecho Petrobras 10 años atrás”, además de agregar que los nuevos contratos para explotar campos maduros dan la flexibilidad para que empresas privadas se inserten en las obras de la paraestatal. Luego, el Presidente tuvo que rectificar y decir: “¿Es porque no es viable en este momento que Pemex pueda cotizar?… No, es porque en este momento habría que hacer otros cambios a la ley. Pero, por lo pronto, ya está autorizado en la reforma la emisión de bonos ciudadanos, que actúan como bonos financieros de Pemex, pero la idea es que puedan llegar a todos los ciudadanos que los quieran adquirir”. Una semana después, los coordinadores del PRI y del PRD en la Cámara de Diputados rechazaban la propuesta que anunció el presidente Calderón, para abrir Pemex a la iniciativa privada, y exigían mejores resultados de las reformas que aprobó el Congreso en materia energética. El coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas, consideraba errática la política que había seguido el gobierno federal en la paraestatal, pues en una década de administraciones panistas “se habían perdido 800 mil barriles de petróleo diarios y se han desperdiciado más de 100 mil millones de dólares”. En su opinión las declaraciones de FCH, sobre una nueva reforma al régimen de Pemex, eran “palabras que no tienen mayor destino. Ya en 2008 se hizo exhaustivamente una gran consulta que se organizó aquí mismo en el Senado, donde muchos tuvimos la oportunidad de participar exhaustiva, y la conclusión fue que los mexicanos no estamos por la privatización de Petróleos Mexicanos”. Por su parte, el coordinador del grupo parlamentario del PRD, Armando Ríos Piter, coincidía en que aún no se veían con claridad los resultados de las recientes reformas en materia energética, por lo cual, exigía hacer uso de los recursos que existen para fortalecer a Pemex y dejar de lado una “visión entreguista”. “Preocupa que Felipe Calderón vaya como representante del Estado mexicano y siga promoviendo una visión entreguista, en lugar de resolver lo que ya se tiene con dinero de recursos públicos”. Señalaba también que no había claridad en términos de la estrategia energética, pues “mientras hay dinero para una refinería, no hay avances, y en el extranjero se levanta una “polvadera” ofreciendo abrir a la iniciativa privada el patrimonio de todos los mexicanos”. Otros más, como Andrés Manuel López Obrador, en su Proyecto Alternativo de Nación, piden “poner toda la producción y la transformación de hidrocarburos al servicio exclusivo de la Nación, como lo ordena nuestra Constitución. La exportación debe ser consistente con las necesidades del país de optimizar el uso de sus recursos en el corto y en el largo plazo bajo esquemas racionales. Se buscará no exportar ni un solo barril más de petróleo crudo sin valor agregado, ni permitiremos contrato alguno de explotación al margen del espíritu y el mandato expreso y claro de nuestra Constitución”.
Los datos de la esperanza, según el gobierno
No todo es malo en Pemex, por eso finalizamos esta investigación con cinco datos positivos de la paraestatal que provienen de información y declaraciones oficiales de funcionarios del gobierno federal:
1. México aún tiene mucho petróleo, cada uno de los yacimientos descubiertos contiene más de mil millones de barriles de reservas totales. Por eso, este 2011 es el primero en 21 años en que aumentan las reservas en Petróleos Mexicanos. México tiene reservas probadas de petróleo para 10 años, pero si se invierte en tecnologías mejoradas habrá crudo hasta para 20 años.
2. Las exportaciones de crudo aumentaron en enero 23% respecto al mismo mes de 2010, al ubicarse en 1.44 millones de barriles diarios. Este año se explica por el desarrollo de otros proyectos como el campo Ku-Maloob-Zaap, localizado también en el Golfo de México y que desde 2009 ha sido considerado el principal productor de crudo. Destacan los descubrimientos de dos series de yacimientos que son continuidad del Ku Maloob Zaap, en la sonda de Campeche: Ayatzil-Tekel, de crudo superpesado, y Tsimin-Xux, de crudo superligero.
3. La exportación de crudo en enero generó a México ingresos por 3 mil 791 millones de dólares, 44% más que en el mismo mes del año anterior.
4. Las inversiones para el mantenimiento de Pemex Refinación. Sólo este año serán de más de 10 mil millones de pesos, siguiendo con la Estrategia de modernización del Sistema Nacional de Refinación (SNR), con la que se anticipa que para 2016, dos terceras partes de la demanda interna de gasolina se abastecerá con producción nacional. Se construirá la nueva refinería en Tula, Hidalgo, que estará concluida en la primera mitad de 2015. La planta tendrá un costo estimado de 11 mil millones de dólares y generará 22 mil empleos. Se espera que en el primer trimestre de 2012 la obra se licite y se requerirán 38 meses para su terminación.
5. En 2010, Pemex redujo en cinco millones de toneladas sus emisiones de bióxido de carbono, lo que equivaldría a sacar de circulación a un millón de automóviles, según el Informe 2010 de Responsabilidad Social de Pemex enmarcado en el Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012 del gobierno federal, con el objetivo de reducir en 50 millones de toneladas las emisiones de gases de efecto invernadero.