Ken Salazar fue seleccionado como Embajador de Estados Unidos en México en septiembre de 2021. Como parte de sus labores se le ha visto constantemente en Palacio Nacional. El Presidente López Obrador señaló que ha acompañado a directivos de empresas estadounidenses del sector energético y transportes que buscan invertir en México. No obstante, esto le ha valido todo tipo de críticas que ahora se han exacerbado en la prensa estadounidense.
Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo).– “El Presidente López Obrador es el Presidente de México, yo lo tengo que respetar y trabajo con él”, comentó el pasado 9 de junio el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, en una plática que sostuvo con los periodistas de SinEmbargo, Daniela Barragán y Alejandro Páez Varela. “Estamos viviendo en un tiempo, sí, complicado, con políticas posiblemente diferentes, pero yo tengo más optimismo del futuro de los Estados Unidos y México, ahora, en el 2022, que lo que tenía en el 2000”, añadió en la entrevista realizada desde Los Ángeles durante la Cumbre de las Américas.
El Embajador estadounidense ha sido blanco esta semana de una serie de señalamientos contenidos en un artículo del New York Times, en el cual se mencionó que, de acuerdo con más de una decena de funcionarios y exfuncionarios y analistas, al interior del Gobierno de Joe Biden “hay una preocupación creciente de que, en el proceso de acercamiento (con el Presidente Andrés Manuel López Obrador), el Embajador haya arriesgado los intereses estadounidenses y no haya usado la relación para avanzar las políticas” de Estados Unidos.
En el texto se identifican a actores como el Consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, y la organización periodística Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), fundada por Claudio X. González, que han sido críticos al actual Gobierno de López Obrador para describir esta cercanía del Embajador Salazar, quien como compartió a SinEmbargo, su labor depende precisamente de trabajar de cerca con el Presidente mexicano.
El artículo firmado por las periodistas Natalie Kitroeff y , de hecho, inicia, describiendo un encuentro entre Salazar y Lorenzo Córdova:
“El zar de las elecciones en México tenía un mensaje para el embajador estadounidense: el Presidente mexicano estaba montando un ataque a gran escala contra la autoridad electoral sembrando dudas sobre uno de los pilares de la democracia del país. Pero, en vez de expresar alarma, el más alto diplomático de Estados Unidos en México adoptó una de las líneas de ataque más frecuentes del Presidente, al considerar la posibilidad de que al líder mexicano le habían robado las elecciones presidenciales de 2006”.
Y más abajo retrata otro encuentro privado, que el Embajador tuvo con María Amparo Casar, presidente de MCCI, a quien le preguntó si su grupo participaba secretamente en asuntos políticos. Casar dijo que no y explicó que los auditores del gobierno de Estados Unidos habían determinado en repetidas ocasiones que su organización no se inmiscuía en política. La reunión acabó de manera abrupta, luego de que Salazar respondiera a la negación de su interlocutora con un: “esto no huele bien”.
No obstante, el periodista Álvaro Delgado informó en SinEmbargo que Claudio X. González presidió esta organización y al mismos tiempo fundó el bloque opositor Va por México en su casa cinco meses antes de renunciar a su puesto dentro de MCCI, algo que no consigna el reportaje del medio estadounidense.
Lo que sí menciona el Times es que lo tratado en las dos reuniones privadas da cuenta de un acercamiento de Salazar con el Gobierno de López Obrador que supuestamente va en contra de los intereses de su país.
El señalamiento en realidad no es nuevo. En febrero pasado su respaldo a la Reforma Eléctrica de López Obrador le valió críticas en la prensa estadounidense. En aquella ocasión Salazar dijo que el Presidente mexicano tenía razón con esta propuesta de Ley, que al final no prosperó en el Congreso mexicano, y pidió entender las razones de la iniciativa. Días antes, la Secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Granholm, había viajado a México para expresar su preocupación por los cambios energéticos del país.
El episodio dio pauta a artículos y opiniones, como una que fue publicada en The Wall Street Journal por la columnista y miembro del consejo editorial de este medio, Mary Anastasia O’Grady, el cual tituló: “A U.S. Ambassador Takes Mexico’s Side” (Un Embajador de EU se pone del lado de México).
KEN SALAZAR, EL NEGOCIADOR
Kenneth Lee Salazar es un político con larga trayectoria en su país. Residente de Colorado de quinta generación y un estadounidense de duodécima generación. Su familia se estableció en Nuevo México hace 400 años, antes de que Estados Unidos fuera un país, y se mudó al Valle de San Luis en Colorado a mediados del siglo XIX, reclamando algunos de los primeros derechos de agua de la región.
“Yo soy mexicano-americano, nacido aquí en los Estados Unidos, mi familia tiene 400 años en lo que es todo México y Colorado. La historia entre México y los Estados Unidos es una historia complicada, pero por la relación que tenemos se tiene que levantar de una manera donde somos socios iguales”, comentó el propio Salazar en la entrevista que dio a SinEmbargo en junio pasado.
Como parte de su trayectoria destaca el haber ganado el 3 de octubre de 1998 la elección como el Fiscal general número 36 de Colorado, lo que lo convirtió en el primer hispano en ganar un cargo estatal. En 2004 contendió por un lugar en el Senado convirtiéndose en el primer Senador hispano por su estado. Pese a ello, Salazar se resistió en ese entonces a ser etiquetado como un defensor de los asuntos hispanos. “No fue la comunidad hispana la que me votó”, dijo. “Tengo que trabajar en todos los temas que afectan al estado de Colorado. No me veo trabajando en una agenda hispana específica”, comentó, según se consigna en su perfil contenido en el libro Hispanic Americans in Congress, 1822-2012.
En su paso por el Congreso, Salazar se describía como “un demócrata moderado con una veta independiente”. Un ejemplo de ello, fue cuando formó parte de “Gang of 14” (Pandilla de los 14), un grupo de siete republicanos y siete demócratas en el Senado. Salazar, de hecho, votó con los republicanos para proteger a los fabricantes de armas de las demandas, ayudó a elaborar una legislación bipartidista en el Gobierno de George Bush para abordar la seguridad fronteriza y un camino hacia el estatus legal para los inmigrantes indocumentados, un tema que no prosperó y que a la fecha representa uno de los principales pendientes de la agenda bilateral.
“Los desafíos no han desaparecido”, dijo Salazar a The Washington Post en septiembre pasado, en el marco de su nominación a la Embajada de EU en México. Ken se refería a los retos en materia migratoria, uno de los principales temas que han heredado los gobiernos de cada uno de los países, y sobre el cual el Presidente López Obrador ha presionado a Biden para llevarla a cabo.
DE OBAMA A CLINTON, Y LAS POLÉMICAS
Ken Salazar fue nominado el 17 de diciembre de 2008 para servir en el gabinete del Presidente Barack Obama como el 50 Secretario del Interior de la nación.
“Calvo y con gafas, de carácter alegre y con cierta debilidad por los sombreros de vaquero y las corbatas de bolo, Ken había sido elegido Senador en 2004, el mismo año que yo. Se había convertido en un colega de confianza y era el candidato perfecto para el puesto de Secretario del Interior, ya que había dirigido el Departamento de Recursos Naturales de Colorado antes de convertirse en el primer Fiscal general del estado hispano. Había crecido en las deslumbrantes y hermosas haciendas del Valle de San Luis, en la región centro-sur de Colorado, donde algunas ramas de su familia llevaban viviendo desde la década de 1850, y conocía muy bien los impulsos contradictorios de explotar y conservar a la vez las tierras federales que habían conformado una parte importante de la historia de la región”, escribió Obama en sus memorias A Promised Land (Debate) sobre los motivos que lo llevaron a elegirlo.
Salazar, en efecto, trabajó para reformar las agencias reguladoras, particularmente el Servicio de Administración de Minerales, después de asumir el cargo. También siguió apoyando las formas de energía renovable que había defendido como legislador, aún cuando es conocido que respalda prácticas como el ‘fracking’.
“Creo que el ‘fracking’ es parte necesaria del futuro del gas natural, ya que sin esta nueva tecnología, la cantidad de gas natural disponible en el país ha disminuido mucho. Y creo que el ‘fracking’ puede realizarse de una manera segura, ambientalmente responsable, sin generar todas las preocupaciones que está generando en todo el país en este momento”, dijo como Secretario del Interior, según consignó Democracy Now.
El paso de Ken Salazar por el Gobierno de Obama no estuvo exento de polémica. Primero se le cuestionó –como reseña Emerson Segura Valencia en El Economista– por la ausencia de revisiones ambientales a la BP, antes British Petroleum, en el Golfo de México, lo que provocó la explosión de plataforma Deepwater Horizon, causando la muerte de once trabajadores y el mayor derrame de petróleo en la historia de la perforación marina, por el cual la firma pagó a México 2.5 millones de dólares.
El otro episodio polémico que enfrentó fue cuando permitió a Royal Dutch Shell la perforación en el Océano Ártico, a lo que muchos ambientalistas se opusieron rotundamente. En una entrevista que concedió a The Washington Post en abril de 2013, con la reportera Juliet Eilperin, luego de dimitir a la Secretaría del Interior, Ken defendió su decisión de haber aprobado estas actividades. “Los observamos cuidadosamente y no los dejamos avanzar” cuando no habían cumplido con los requisitos federales, comentó.
Salazar dejó su cargo en el Gobierno de Obama para sumarse a Wilmer Hale, una de las principales firmas de abogados dedicadas al cabildeo y a asuntos jurídicos y gubernamentales en DC. Él, como explica Emerson Segura Valencia en El Economista, estuvo dedicado a temas de energía y medio ambiente y fue un promotor del oleducto Keystone XL, impulsado por republicanos, el cual fue rechazado por el Presidente Obama en el 2015 por los riesgos que suponía para el medioambiente, permitido por Donald Trump dos años después y suspendido por Biden como parte de sus primeras decisiones como Presidente.
En el proceso electoral de 2016 fue elegido por Hillary Clinton como responsable para encabezar su posible transición hacia la Casa Blanca, algo que no ocurrió luego de que la demócrata perdiera ante Donald Trump.
Ya en la gestión de Joe Biden fue seleccionado como Embajador de EU en México en septiembre del año pasado. Como parte de sus labores se le ha visto constantemente en Palacio Nacional. El Presidente López Obrador señaló que ha acompañado a directivos de empresas estadounidenses del sector energético y transportes que buscan invertir en México. No obstante, esto le ha valido todo tipo de críticas que ahora se han exacerbado en la prensa estadounidense.