A 24 días del asesinato de Leonardo Avendaño, las pruebas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México apuntan a una hipótesis que tiene que ver con el delito de extorsión y fotos comprometedoras de sacerdotes, por lo que la Iglesia católica ha salido en defensa de Francisco “N”, el cura detenido por ser presuntamente el homicida del estudiante de la Universidad Intercontinental.
Ciudad de México, 6 de junio (SinEmbargo).- La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CdMx) investiga la posibilidad de que en el asesinato de Leonardo Avendaño, ocurrido el pasado 12 de junio, exista una trama que involucra sexo con sacerdotes católicos, fotografías comprometedoras y posible extorsión. La indagatoria fue confirmada por dos fuentes relacionadas con el caso dentro de la misma institución.
Esta línea de investigación surge luego de que se encontrara en el departamento de Leonardo, rentado apenas el 6 de junio de este año, un iPad y un testigo que conocía la contraseña. Los agentes dialogaron con ese testigo, aceptó darles la clave y cuando abrieron encontraron fotos comprometedoras de al menos tres sacerdotes.
Esta línea, contra todo lo que públicamente se pueda decir, está considerada por la Procuraduría, que ya analiza si se trata de un caso de extorsión, pues al menos en una de las fotografías se puede ver a un sacerdote dormido, lo que indica a las autoridades que se tomó sin consentimiento.
Y hay más elementos que brincaron luego de localizar la ubicación del celular del joven Avendaño, las cámaras de vigilancia y los arcos de seguridad de la Ciudad de México, que leen datos de objetivos específicos.
Se parte del momento en que Leonardo sale de su departamento la noche del 11 de junio. Ahí estaba el testigo al que Leonardo avisó que dormiría en la Parroquia de Cristo Salvador. Esta persona dijo a las autoridades que Leonardo abandonó el departamento con ropa. Este testigo sostiene que Francisco “N”, el sacerdote detenido, mató a Leonardo.
Esto lo confirmaron a SinEmbargo dos fuentes de la Procuraduría. Leonardo estuvo en la parroquia durante 4 horas con 12 minutos. De acuerdo con las cámaras, el automóvil de Leonardo salió rumbo a la carretera Picacho-Ajusco, donde sería encontrado muerto con signos de asfixia. Trece minutos después llegó otro automóvil que abordó Francisco “N”, lo que indica la participación de otra persona.
Esa segunda persona y ese otro auto son clave. Las autoridades lo saben y han concentrado esfuerzos en develar ese misterio porque el sacerdote detenido asegura que él no mató a Leonardo pero no dice quién, de acuerdo con su versión, fue. Por eso la segunda persona y el otro vehículo representan parte importante en la investigación.
Otro de los datos nuevos es la localización del celular de Leonardo, que no fue encontrado junto a él ni en la parroquia en la que estuvo antes, sino que apareció en otra parroquia, cuyo nombre y domicilio están bajo reserva.
La hipótesis de extorsión se reforzó con este detalle, ya que posiblemente los perpetradores dieron por hecho que las fotografías íntimas estaban guardadas ahí.
“Lo que nosotros estamos investigando y tratando de confirmar es que el joven asesinado extorsionaba a los padres” […] Tenemos información que por conductas, que también se están investigando, el occiso fue expulsado de varios seminarios”, dijeron las fuentes de la Procuraduría.
La autoridad tiene reservada esa parte de la investigación donde está el iPad, las fotos y la posibilidad de extorsión.
Ante la pregunta de por qué extorsionar, la Procuraduría sigue la línea de que es un hecho que los extorsionaba con no divulgar las fotos y también que les ofrecía servicios sexuales.
En las fotos en las que aparecen al menos tres curas, están desnudos y en posiciones comprometedoras.
Días después de la detención de Francisco “N”, quien ofició la misa por la muerte de Leonardo en la parroquia, un grupo de personas protestó en el Tribunal Superior de Justicia por la detención del sacerdote, señalado por ser el presunto responsable del homicidio de Leonardo.
“No más inocentes culpables”, “No fabriquen falsos culpables”, “Liberación Padre Francisco inocente”, “Abuso de autoridad” y “Exigimos pruebas verdaderas” fueron algunas de las pancartas que portaron los feligreses de la iglesia del Cristo Salvador.
La hipótesis judicial es que el sacerdote asesinó a Leonardo en el coche asfixiándolo. El cuerpo fue encontrado en el paraje, cubierto con una cobija y una bolsa.
La Arquidiócesis Primada de México publicó un comunicado donde expresó confianza en el trabajo de las autoridades encargadas de la investigación y dijo que habría disposición para aportar la información que sea requerida para el avance de las indagatorias.
LA DEFENSA DE LA IGLESIA
Uno de los defensores más activos de Francisco “N” es Hugo Valdemar, ex vocero de la Arquidiócesis cuando estuvo al frente Norberto Rivera, quien en 2017 enfrentó una denuncia por encubrir a pederastas, luego de que en diciembre de 2016 reconoció que tuvo conocimiento pleno e íntegro de presuntos hechos de pederastía de parte de al menos 15 sacerdotes adscritos a la Arquidiócesis.
Valdemar aseguró en entrevista con Ciro Gómez Leyva, que Francisco “N” nunca salió de su cuarto la noche del homicidio y que incluso no tuvo ningún contacto con Leonardo y acusó a las autoridades de manipular las imágenes, de borrar algunas y esconder otras.
Dijo también que el sacerdote detenido estaba siendo defendido por un grupo de abogados católicos, por lo que estaba “tranquilo” y confiaba en que pronto saldría de prisión.
A Milenio, le dijo que la Procuraduría creó la escena del crimen en la que fue encontrado Leonardo, que borraron material de la parroquia y sobre las fotos del ipad, señaló que era una represalia de las autoridades, ya que la procuradora Ernestina Godoy había negado que se tratara de un crimen pasional luego de la declaración de Francisco “N”.
Sin embargo, de acuerdo con el activista y ex sacerdote, Alberto Athié, la presencia de un elemento cercano a Rivera en la defensa de Francisco “N” expone la estructura que el ex Arzobispo Primado despliega en defensa de la institucionalidad de la Iglesia por encima de todo y una lucha contra la homosexualidad.
“En este caso, el problema no es en si había o no una relación homosexual entre este muchacho [Leonardo] y otros tres sacerdotes o más, porque eso desde el punto de vista dogmático de la Iglesia está absolutamente prohibido, se trata de un homicidio que puede ser considerado doloso”, comentó en entrevista con SinEmbargo.
A Norberto Rivera, agregó, lo primero que le importa es proteger la institucionalidad de la Iglesia y dentro de ella el misterio sacerdotal de acuerdo con los principios teóricos dogmáticos, uno de ellos, la prohibición de la homosexualidad aunque en la realidad hay muchos sacerdotes homosexuales que tienen sus parejas “y él [Norberto] lo sabe”.
“Él tenía en su grupo más cercano sacerdotes con puestos relevantes en la arquidiócesis con parejas homosexuales. Uno de ellos, yo lo escribí, Mario Flores [Rector de la Universidad Pontificia de México], José de Jesús Aguilar, el mismo padre Valdemar, que está denunciado en varios medios como un sacerdote que tiene pareja homosexual. En ese sentido puede condenar la homosexualidad pero en la realidad puede haber sacerdotes cercanos a él que son homosexuales y ejercen la homosexualidad”.
Luego de que se filtró la posible existencia de fotografías sexuales, en otro mensaje dirigido a los sacerdotes de la Arquidiócesis de México, firmado por José Antonio Carballo, Vicario Episcopal de la VI zona pastoral a la que pertenecía el sacerdote Francisco Javier Bautista, señalaron que “Todos en la Arquidiócesis nos encontramos entristecidos y preocupados en relación con la evolución de la investigación ministerial que llevan a cabo las autoridades de la procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y que han involucrado a nuestro querido hermano, el padre Francisco Javier”.
“Desde los primeros elementos de información que tuvimos respecto al caso, por instrucciones del Cardenal Carlos Aguiar, se ha atendido y acompañado al padre desde la VI Vicaria, así como a través de distintas personas integrantes y cercanas a la Arquidiócesis”, añadió la Arquidiócesis.
Para Athié, el tema central del caso es que la autoridad ejerza su mandato constitucional e investigue si hubo o no una responsabilidad en materia de homicidio contra Leonardo y demostrar que existen sacerdotes que pueden quitarle la vida a otras personas, que son humanos y que comenten este tipo de delitos.
“Es un tema que tenemos que pasar a la normalidad en nuestra sociedad. Parece que los sacerdotes no pueden cometer actos homosexuales, ni homicidios, ni mentir. Yo, en mi experiencia sé que Norberto Rivera mintió muchas veces, encubrió a pederastas y éstos se sabían bien protegidos por él”, añadió.
El 25 de junio, la PGJ de la Ciudad de México vinculó a proceso al sacerdote Francisco Javier “N”, acusado del homicidio del estudiante de la Universidad Intercontinental, luego de siete horas y media de la audiencia inicial.
El abogado del sacerdote, Jorge Cuadra, argumentó que los videos y las fotografías de prueba no fueron claros.
Cuadra, que también es abogado de Roberto Mollado Esparza, alias “El Betito” líder del cártel La Unión de Tepito, declaró a diversos a medios nacionales que Leonardo estaba amenazado por un matrimonio que acudía a la parroquia, que solicitaría investigar a otras personas que también viven en la parroquia Cristo Salvador, así como a un grupo de alcohólicos anónimos.
También ha insistido en que intentará quitar la mala imagen que se le hizo al cura detenido.