MÉXICO, DF, 6 de julio (apro).- El general colombiano Oscar Naranjo Trujillo, asesor de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad, sostuvo que entre sus recomendaciones al eventual mandatario destaca la creación de grupos de choque para combatir a narcos y bandas de sicarios.
En entrevista con AP, el también exjefe de la policía en Colombia dijo que además es recomendable fijar una meta para reducir la violencia en los primeros cien días de gobierno, concentrando los esfuerzos en las regiones de mayor conflictividad.
Los grupos de choque, detalló Naranjo, estarían integrados por unidades del Ejército, la Armada y cuerpos policiales. Esos equipos, abundó, servirían para buscar y dar con “objetivos de alto valor” o con los narcotraficantes más buscados.
Asimismo, destacó que aquellas unidades que tengan mayor información y trabajo ya hecho en la búsqueda de capos del crimen organizado, recibirían todo el apoyo en materia de equipos e inteligencia.
Además de dar con esos narcotraficantes, el asesor de Peña Nieto cree que una forma de reducir la violencia es también combatiendo a las bandas de sicarios o pistoleros a sueldo y que son en parte responsables de la lucha territorial por la distribución y venta de drogas.
“Lo que he hecho es un llamado para que se establezcan estrategias diferenciales… luchar contra el narcotráfico en México tiene que significar disminuir los niveles de violencia”, indicó.
“Está bien perseguir a los narcotraficantes para capturarlos. Pero no está bien no tener grupos de elite persiguiendo a los homicidas para someterlos a ley, escuadrones de sicarios que llamamos (en Colombia) las ‘oficinas de cobro’.
“A esos grupos sicariales hay que darles también la importancia para controlar los niveles de violencia”, aconsejó.
De acuerdo con la experiencia de Naranjo, el uso del Ejército en este tipo de combates –como cuando el gobierno mexicano decidió enviar al menos 10 mil uniformados a Ciudad Juárez, Chihuahua, a fines del año pasado– es poco recomendable, porque el poder de fuego causa muertes entre civiles y no intimida a los criminales.
Esas fuerzas militares pueden ser más efectivas, planteó, en tareas como cerrar corredores de paso de drogas, en interdicción marítima o aérea de cargamento de narcóticos.
La policía de seguridad, según ha recomendado, debe estar basada en cuatro principios básicos como que sea una política de Estado y no de un gobierno, que atienda a las víctimas de la violencia, que además esté basada en cuerpos de seguridad “con integridad” o que no sean corruptos y con una visión regional y no meramente local.
En los primeros cien días del nuevo gobierno “hay que fijar una meta de reducción de violencia. Puede salir mal, puede salir bien, pero hay que jugársela”, atajó Naranjo.
“Creo que es posible decirle a los mexicanos, ‘mire que en cien días queremos la mitad de la violencia que tenemos’”.
Más aún, aseguró que se pueden reducir homicidios y secuestros ‘focalizando’ la aplicación de la fuerza de seguridad, ya que la ola de ilícitos “está muy concentrada. Si tú miras ese mapa de violencia allá (en México), son seis sitios.
“Es imposible que en seis ciudades tú no puedas tener unos controles”, deploró.
Naranjo además dijo que Colombia seguirá prestando cooperación a México, un trabajo que ya tiene más de cinco años y por el cual al menos 7 mil agentes mexicanos han sido entrenados como policía judicial.
Por otra parte, en entrevista con la radio colombiana Caracol, Peña Nieto defendió la asesoría del oficial colombiano, un tema que ha sido criticado por los rivales políticos del virtual ganador de los comicios presidenciales en México.
“He invitado al general Naranjo, quien amablemente aceptó ser parte de la asesoría y consultoría” externa, aclaró Peña Nieto, “porque no podemos escatimar esfuerzos… tenemos que poner un alto y empezar el descenso de esta ola de criminalidad que tenemos”.