De acuerdo con las estimaciones del Banco Mundial, la economía regional crecerá un dos por ciento en 2024, una cifra baja para hacer frente a la pobreza.
MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS).- El Banco Mundial ha vuelto a mejorar en una décima la previsión de crecimiento de la economía de América Latina y el Caribe para el año 2023, pasando del 1.3 por ciento que estimaba a inicios de abril al 1.5 por ciento.
Pese a esta mejora en el presente año, el crecimiento del 2024 será inferior al que se pronosticaba anteriormente, quedándose en el dos por ciento. Esta cifra limita la capacidad de mejora de los ingresos per cápita de la población o el margen para reducir la pobreza en la región, según ha explicado la institución.
El débil crecimiento de las economías avanzadas, que tendrá un efecto negativo en la demanda de exportaciones en la región, y el mantenimiento de una política monetaria estricta son los principales factores que conducen a este bajo desempeño económico en América Latina.
Además, como resultado de una mejora por debajo del promedio tanto de la productividad como del mercado laboral, se espera que el crecimiento de la región en la década actual sea inferior al que experimenten otros países emergentes.
Ante el riesgo de que el sector inmobiliario de China se debilite “aún más”, algunas economías como Brasil, Chile o Perú podrían verse mayormente afectadas, debido al efecto que tendrá sobre el precio de los metales.
Por su parte, el cambio climático sigue planteando riesgos para la región, especialmente en países como Argentina o Uruguay, severamente afectados por la sequía, o Colombia, por las abundantes lluvias. Estos fenómenos meteorológicos podrían traducirse en una caída mayor del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023.
ARGENTINA SE CONTRAERÁ UN DOS POR CIENTO
Por países, el Banco Mundial mantiene las previsiones de contracción del PIB en Chile y Haití, aunque reduce la caída al 0.4 por ciento para el primero (desde el 0.7 por ciento) y la incrementa al 2.4 por ciento en el caso del segundo (desde el 1.1 por ciento).
A estos países se suma Argentina, cuya economía caerá un dos por ciento en 2023. En su informe de abril, el organismo multilateral estimaba un crecimiento nulo, del cero por ciento.
Ningún país tendrá un crecimiento menor al uno por ciento, tras salir Brasil de este grupo. En concreto, se prevé que este último crezca un 1.2 por ciento, cuatro décimas más de lo estimado en abril. Mientras que Uruguay mantiene una expansión del PIB del 1.8 por ciento, el Banco Mundial ha elevado las proyecciones de Colombia en cinco décimas, al 1.7 por ciento y las de México en un punto, hasta el 2.5 por ciento.
Perú, pese a salir medianamente de la crisis política, crecerá menos, tan sólo un 2.2 por ciento, al mismo tiempo que Bolivia, que se enfrenta a diversos problemas económicos, también tendrá un desempeño menor de lo previsto, del 2.5 por ciento.
En el caso de Centroamérica, las perspectivas son más positivas. La región llegará al 3.5 por ciento, con incrementos que van desde el 2.3 por ciento de El Salvador hasta el 5.7 por ciento de Panamá.