Francia fue uno de los países en los que se registraron más contagios diarios hasta hace unos meses.
París, 6 de junio (EFE).- La epidemia de la COVID-19 está “controlada” en Francia y la posibilidad de decretar un nuevo confinamiento de la población es “extremadamente baja” incluso aunque haya una segunda oleada, aseguró este viernes el presidente del Comité Científico que asesora al Gobierno, Jean-François Delfraissy.
En declaraciones a la radio “France Inter”, Delfraissy reconoció que el virus “sigue circulando”, sobre todo en la región de París, pero lo hace “a pequeña velocidad”, lo que ha reducido de forma drástica el número de contagios diarios.
De las decenas de miles que se registraban en el momento más dramático de la pandemia, unos 80 mil diarios a principios de marzo, se ha pasado ahora a un millar, según el profesor, que destacó esta “reducción importante”.
Junto a ella, Delfraissy aseguró que el país se ha dotado de “los medios para detectar los nuevos casos”.
“Tenemos los tests, tenemos un sistema de aislamiento y de detección de las personas contagiadas que permite evitar la extensión”, señaló el científico que dirige el comité que asesora al Ejecutivo.
Este grupo de científicos ha identificado cuatro escenarios de evolución de la pandemia, que van del control de la misma, en el que Delfraissy situó actualmente al país, hasta una “degradación crítica” que desborde a las autoridades, como ya sucedió en marzo.
El científico señaló que el escenario más posible para Francia es el primero, en el que la pandemia esté bajo control, como está actualmente gracias al confinamiento y a que “parece que el virus es sensible a cierta temperatura”.
Pese a todo, aseguró que los ciudadanos deben mantener ciertas medidas de seguridad e higiene porque, aseguró, “ahora todo el mundo es sanitario de sí mismo”.
En caso de que se llegue al cuarto escenario, Delfraissy aseguró que será “extremadamente difícil” decretar un nuevo confinamiento generalizado “por razones humanas, sociales, económicas y también sanitarias” ya que esa medida también tiene consecuencias en la salud.
Frente a ello, preconizó medidas restrictivas en las grandes ciudades y, sobre todo, un confinamiento voluntario de la población más vulnerable, incluidas las residencias de la tercera edad.
“Ahora sabemos que esta enfermedad los jóvenes pueden tolerarla, pueden ser infectados sin tener episodios graves. Podemos dejar que el virus circule entre la población más joven. Luego está la población de más edad, más frágil, las residencias de ancianos, que corren más riesgos”, aseguró.
Delfraissy reconoció que Alemania gestionó la crisis mejor que Francia, que lo hizo de forma similar “a Italia o España”, pero ahora “la situación es similar” porque se ha apostado por generalizar los tests.