Por precaución o miedo a contagiarse de COVID-19, el uso de plástico ha aumentado. Dos estudios señalan que el virus permanece en este material de tres a siete días. ¿Es recomendable o solo es un oportunismo de la industria?
Ciudad de México, 6 de junio (SinEmbargo).– A inicios de año se prohibió la distribución de bolsas de plástico de un solo uso en puntos de venta formales e informales de la Ciudad de México, como ocurre en otras entidades. Pero en febrero llegó la pandemia de la COVID-19 y, entre pedidos de comida o productos a domicilio, guantes desechables, lonas en mercados o taxis y miedo al contagio, su empleo se ha incrementado a nivel nacional.
Aunque al menos dos estudios exponen que el virus puede permanecer en plásticos entre tres y siete días, Oaxaca, Nayarit y el municipio de Acapulco, Guerrero, han pospuesto prohibir su uso y Quintana Roo y Puebla lo están revisando, de acuerdo con la Alianza Nacional de la Industria de Plásticos (ANIPAC).
“El SARS-CoV-2 fue más estable en superficies lisas. No se pudo detectar ningún virus infeccioso en las superficies lisas tratadas el día 4 (vidrio y billete) o el día 7 (acero inoxidable y plástico)”, dice un estudio de The Lancet Microbe. Por su parte, un artículo de The New England Journal of Medicine plantea que “el SARS-CoV-2 fue más estable en plástico y acero inoxidable que sobre cobre y cartón, y el virus viable se detectó hasta 72 horas después de la aplicación a estas superficies”.
Para 2021 se planea prohibir en la capital del país la comercialización de tenedores, cuchillos, cucharas, platos, popotes, vasos y sus tapas fabricados total o parcialmente de plásticos o unicel. Mientras, en tiempos de coronavirus, las taquerías sirven en platos de unicel a los automovilistas.
La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México no tiene cifras oficiales sobre el aumento de uso de desechables durante la pandemia, pero durante abril trabajadores de limpia recogieron tres mil toneladas más de basura de las que se recogían antes de la crisis sanitaria sin protección suficiente, de acuerdo con la sección 1 del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México.
“Hemos visto un incremento también por el impulso y oportunismo de la industria del plástico alegando que los plásticos desechables son más higiénicos cuando sabemos que no es así, pero mucha gente se preocupa y lo usa”, dijo Ornela Garelli, campañista de océanos de Greenpeace México. “Pero la respuesta no es el plástico desechable, sino más bien la higiene como limpiar las superficies y lavarnos las manos con agua y jabón”, agregó respecto al par de estudios científicos.
“Comprar en envases desechables da la falsa creencia de que te estás protegiendo, cuando en realidad no sabes quién lo tocó y viene de fuera. En cambio, una vajilla reutilizable se lava en casa”, expuso, por lo que recomendó cocinar más y comprar menos comida a domicilio, así como usar cubrebocas de tela si no se tiene contacto con áreas médicas.
IMPULSO DE LA INDUSTRIA PLÁSTICA
La Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), con apoyo la Confederación de las Cámaras Industriales (Concamin), solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y gobiernos estatales desde finales de marzo dar revés a la prohibición de uso de bolsas de plástico “para salvaguardar la salud de la población” y disminuir el contagio por coronavirus.
El presidente de la Sección de Fabricantes de Bolsas de la Asociación Nacional de la Industria de Plásticos (ANIPAC), José del Cueto, dijo que algunos estados les han dicho que han pospuesto la entrada en vigor de la prohibición de plástico de un solo uso (Oaxaca, Nayarit y el municipio de Acapulco) o la están revaluando (Quintana Roo y Puebla).
“Nadie quiere arriesgarse, por lo que es importante que replantemos los plásticos de un solo uso con un plan de manejo adecuado y ver cómo se reciclan. Que los gobiernos y legisladores aprovechen esta oportunidad para no prohibirlo y ver cómo manejarlos al final de su vida útil; que haya una mejor separación de residuos para reciclarlos y aprovecharlos, y no acaben en la basura”, aseguró el ex presidente de la ANIPAC. “En el caso de las mascarillas usadas, pañuelos usados o lo que toque un enfermo en la casa deben ir en una bolsa identificada, bien cerrada y con cloro para no contaminar a la gente de limpieza”.
Respecto a los estudios que indican que el plástico permanece en superficies hasta siete días, Del Cueto dijo que lo que contenga el plástico no será contaminado, “pues el virus no tiene la capacidad de pasar a través de ese material. No hay que descuidarnos cuando lo saquemos”.
En el caso de la Ciudad de México la Ley sigue. La recién reforma al artículo 25 de la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México –que representa el 13 por ciento del sector a nivel nacional al producir alrededor de 500 toneladas de bolsas al año– prohibe “la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor, en los puntos de venta de bienes o productos”, pero hace excepción si son compostables, y también se excluyen las bolsas de plástico necesarias por razones de salubridad e higiene (para carnes frías, pollo, carne, pescado por su contacto directo).
“La Ley sigue, no se ha echado para atrás”, aclaró el Día Mundial del Medio Ambiente, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo. “Ha habido una disminución en la supervisión que se venía haciendo, pero es un compromiso de la Ciudad que se acabe el plástico de un solo uso y por eso la Secretaría de Medio Ambiente está trabajando una Norma de Plásticos Compostables –de la mano de expertos incluyendo Greenpeace e industria plástica– para saber realmente qué plástico es reutilizable y qué plástico es compostable”.
La industria plástica argumenta que en Estados Unidos, España e Inglaterra suspendieron esta prohibición como medida a la pandemia por la COVID-19 e incluso rechazaron las bolsas reutilizables porque “pueden albergar virus y facilitar el contagio”, ya que “no se tiene el hábito de lavarlas”. Del Cueto comentó que si la gente no sabe usarlas, “van a acabar contaminando también” y, puntualizó, las compostables sirven para determinadas funciones y es caro producirlas.
En una carta a la SEMARNAT, el presidente de la ANIPAC, Aldimir Torres Arenas, aseguró que “este tipo de productos es la mejor alternativa sanitaria para el manejo y consumo de alimentos, cuando es la compra en restaurantes, supermercados o pedidos a domicilio, ya que al utilizar y desechar un producto se evita el contacto con virus y bacterias”.
Sin embargo, Greenpeace México observó la falta de evidencia científica que compruebe que el uso de plástico disminuye el riesgo de contagio de coronavirus. Más bien, consideró en un comunicado, “es una jugada oportunista por parte de una industria que busca mantener sus intereses económicos a toda costa”, sin considerar que el plástico de un solo uso genera mayor contaminación, saturación de los sistemas de recolección y pérdida de la biodiversidad marina y los servicios ecosistémicos.
La industria del plástico de México aporta el 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), genera más de un millón de empleos directos e indirectos, produce más de 7 millones de toneladas anuales, integra más de 4 mil empresas y concentra inversiones por más de 30 mil millones de dólares, de acuerdo con ANIPAC.
“Buscan únicamente mantener su modelo de negocio, es decir, seguir vendiendo plásticos, sin la más mínima relación con la salud de las personas, por el contrario aprovechándose del miedo y desesperación”, aseguró la organización ambiental Greenpeace México.
Entre prohibiciones en estados y la pandemia que cerró cortinillas de varios negocios, la industria del plástico estima terminar el año con una caída en productividad de un 7 u 8 por ciento y pérdida de 20 mil puestos.
“Ha habido una afectación a toda la economía y eso también ha impactado a la industria del plástico, particularmente a las bolsas de camiseta, por lo que es difícil saber qué parte del daño es por la prohibición y qué parte por la pandemia”, afirmó el presidente de la Sección de Fabricantes de Bolsas de la Asociación Nacional de la Industria de Plásticos (ANIPAC), José del Cueto.
En una carta dirigida en abril a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, Greenpeace México observó que la evidencia científica sugiere que la COVID-19 sobrevive más tiempo en superficies plásticas, como demuestran los dos estudios citados, “lo que muestra que el retorno a los desechables plásticos no marcaría gran diferencia del resto de materiales”. Los desechables plásticos solo son necesarios en artículos médicos, de los cuales no hay regulación alguna que los prohíba, pues se entienden que son necesarios, hoy más que nunca, y ninguna organización o movimiento se ha opuesto a ellos, agrega la misiva.
Hasta la fecha no han recibido respuesta directa de la Secretaría de Medio Ambiente local. Pero este viernes el Director general de Servicios Urbanos y Sustentabilidad, Efraín Morales, y la Directora general de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental, Lilian Guigue, informaron que el promedio de generación de basura en la Ciudad es de 7 mil 160 toneladas este año, frente a los 12 mil 800 toneladas de 2018, principalmente por los procesos de reciclaje en las estaciones, evitar la entrada de basura clandestina y se ha invertido 10.5 millones de pesos en la planta de Coprocesamiento de CDR (combustible alterno) en San Juan de Aragón.
Como parte del programa “Basura Cero”, han laborado con la industria del plástico para que reconviertan su actividad con innovación tecnológica.