Al renunciar voluntariamente a formar parte de la familia real hace más de dos años, el duque de Sussex no contó con ninguna distinción en el nombramiento oficial de su padre.
Londres/Ciudad de México, 6 de mayo (AP/SinEmbargo) — El príncipe Enrique, hijo menor del rey Carlos III, llegó este sábado a la Abadía de Westminster, en Londres, Inglaterra, para la coronación de su padre, pero sin su esposa Meghan Markle ni su hijos.
El duque de Sussex asistió solo al acto oficial en el que se nombró a su al rey Carlos, vestido con un chaqué de tres piezas negro y medallas militares sobre el pecho, sin alguna distinción para esta cita, como él habría solicitado.
Al hijo menor del rey no se le vio por ninguna parte. En el día más importante de su padre, el príncipe Enrique llegó solo a la Abadía de Westminster y se marchó solo. Al contrariado duque de Sussex le tocó sentarse dos filas detrás de su hermano.
A la ceremonia, a la que no asistieron su esposa, Meghan Markle, y sus hijos, Enrique ingresó a las 11:30 horas, al mismo tiempo que Andrés de Inglaterra, uno de los miembros con peor reputación en la nobleza, y a quien la Reina Isabel II -su madre- le retiró el título de príncipe y los militares tras algunas acusaciones por abuso sexual.
Lejos de la familia británica y de la Casa Real, el duque de Sussex llegó al templo anglicano junto con sus primas, la princesas Beatriz y Eugenia. Enrique iba vestido de civil y portando únicamente unas condecoraciones en la solapa, para una visita familiar que duraría menos de 24 horas.
Ambos, junto a otros invitados, dejaron atrás los uniformes militares, -que ya no pueden usar-, y tomaron asiento en la parte trasera, alejados de la zona de la coronación. Minutos antes estuvieron conversando con el esposo de la princesa Eugenia de York, Jack Brooksbank, y otros familiares.
El menor de los hijos del rey Carlos III, quedó, no sólo en segundo plano, sino también en la tercera fila de asientos y detrás de la Princesa Ana, quien vestía un uniforme protocolario que llevaba un sombrero con una pluma que tapó la vista a Enrique durante la ceremonia.
Mientras Carlos y los principales integrantes de la familia real se unían a una procesión militar después de la ceremonia, Enrique se quedó esperando afuera de la abadía hasta que llegó un automóvil para llevarlo al aeropuerto a tomar un vuelo de regreso a California, donde reside con su familia.
Mientras Carlos y los principales integrantes de la familia real se unían a una procesión militar después de la ceremonia, Enrique se quedó esperando afuera de la abadía hasta que llegó un automóvil para llevarlo al aeropuerto a tomar un vuelo de regreso a California, donde reside con su familia.
El hijo pequeño del rey Carlos se distanció aún más con la publicación de sus memorias, Spare, que resultaron un éxito de ventas y en las que desvela secretos familiares. Enrique y Meghan, que es birracial, dejaron la vida real y se mudaron a Estados Unidos en 2020 tras quejarse del intenso escrutinio y las actitudes racistas de la prensa británica.
En una serie de Netflix de seis partes, lanzaron otras críticas a la familia real, alegando prejuicios raciales. En enero, Enrique desveló en su libro los trapos sucios de la familia, así como detalles íntimos sobre cómo perdió la virginidad a los 17 años en un pub, cómo se drogaba y cómo mató a enemigos en Afganistán.
El libro era especialmente poco halagador hacia su madrastra, Camila, a la que en su día culpó de destrozar el matrimonio de su padre con su madre, la difunta princesa Diana. Acusaba a Camila de filtrar conversaciones privadas a los medios para rehabilitar su propia imagen tras casarse con Carlos.
El Palacio de Buckingham había anunciado antes de la coronación que Enrique y el hermano del rey, el príncipe Andrés, no tendrían ningún rol en el servicio.
Andrés, duque de York, renunció a sus funciones reales tras las revelaciones sobre su amistad con el agresor sexual convicto Jeffrey Epstein. Posteriormente fue despojado de sus títulos militares honoríficos y patrocinios y llegó a un acuerdo en un juicio con una mujer que dijo haber sido obligada a mantener relaciones sexuales con él cuando ella era adolescente.
Guillermo desempeñó un papel destacado, arrodillándose a los pies de su padre, prometiéndole lealtad y besándole después en la mejilla. Jorge hizo de paje, ayudando a llevar la cola de la túnica de su abuelo.
Durante las dos horas que duró el acontecimiento, los medios de comunicación y los observadores reales centraron toda su atención en Enrique. Apareció para unirse a la congregación en uno de los muchos estribillos de “Dios salve al rey” durante la ceremonia llena de pompa y música.
Enrique ha prometido hacer de la reforma de los medios de comunicación parte de su misión en la vida. Ha presentado varias demandas contra los editores de tabloides británicos por un escándalo de pirateo telefónico que se remonta a más de una década. Su juicio contra el editor del Mirror comienza el miércoles en el Tribunal Superior. Se espera que Enrique testifique en junio.
Después que los carruajes salieron de la iglesia, Enrique fue visto esperando un coche. Más tarde fue detectado en el aeropuerto de Heathrow. Su hijo, Archie, cumplió 4 años el sábado y se dijo que se dirigió a su fiesta de cumpleaños.
– Con información de AP