Economía

Proyecto de la Ministra Esquivel Mossa defiende a la industria de la chatarra: Alianza por la Salud

06/05/2019 - 7:00 pm

Hace cinco años se interpusieron amparos en contra del actual sistema de etiquetado de Alimentos y Bebidas en México por considerarlo un riesgo para la salud y no entendible por los consumidores. Este miércoles la SCJN discutirá el tema con base en un proyecto de sentencia elaborado por la Ministra Yasmín Esquivel Mossa, el cual defiende el actual etiquetado señalando que responde a recomendaciones de la OMS y la FAO, sin embargo, denunciaron los organismos, estas afirmaciones “son erróneas”.

Ciudad de México, 6 de mayo (SinEmbargo).– Organismos internacionales como la OPS/OMS, la FAO y la Unicef se deslindaron del proyecto de sentencia para el etiquetado frontal de alimentos y bebidas presentado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y que se discutirá esta semana.

Así lo informó la Alianza por la Salud Alimentaria, la cual denunció que el proyecto está sustentado en datos falsos para favorecer a la industria, pues oculta al consumidor la cantidad de azúcar añadida que tienen los productos, además de que no acata las recomendaciones de los organismos, que propusieron mejorar el etiquetado en México por considerarlo un riesgo para la salud y no entendible por los consumidores.

Hace cinco años se interpusieran amparos en contra del actual sistema de etiquetado de Alimentos y Bebidas y este miércoles la SCJN discutirá el tema con base en un proyecto de sentencia elaborado por la Ministra Yasmín Esquivel Mossa, el cual defiende el actual etiquetado señalando que responde a recomendaciones de la OMS y la FAO, así como del Codex. Sin embargo, denunciaron los organismos, estas afirmaciones “son erróneas”.

El proyecto de la SCJN afirma que estos organismos no hacen ninguna distinción entre los azúcares libres o añadidos a los productos y los son intrínsecos o naturales en frutas, verduras y lácteos, señalando que sus impactos en salud son similares y que el etiquetado establecido en México, conocido como GDA, es entendible y útil.

En respuesta a una solicitud realizada por la Alianza por la Salud Alimentaria para conocer las recomendaciones al respecto por parte de la OPS/OMS, FAO y UNICEF, los representantes en México de estos organismos de Naciones Unidas, señalaron en una carta:

“Las recomendaciones de OPS/OMS, FAO y UNICEF procuran desincentivar el consumo de azúcares libres, pues no son necesarios para el consumo humano y, sobre todo, no se ha demostrado un riesgo por parte de los azúcares naturales o intrínsecos de productos naturales o sin procesar”.

Carta OPS OMS FAO UNICEF

Al respecto, desde 2014, la OPS/OMS dirigió cartas, que ahora son públicas, a la Secretaría de Salud y Cofepris señalando que no existe ninguna preocupación sobre los azúcares intrínsecos y naturales, que la preocupación se centra en el alto consumo de azúcares añadidos.

“El propósito de no distinguir los azúcares naturales de los azúcares añadidos es únicamente el de ocultar al consumidor cuánta azúcar ha añadido la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados, que es la que hay que limitar en su consumo”, señaló Alejandro calvillo, director de El Poder del Consumidor, organización miembro de la Alianza Salud Alimentaria.

Los organismos internacionales de Naciones Unidas (FAO, OPS/OMS y UNICEF); el Instituto Nacional de Salud Pública; el Comité de Expertos Académicos Nacionales del Etiquetado Frontal de Alimentos y Bebidas para una mejor Salud, formado por más de 30 de diversas instituciones, miembros de la Academia Nacional de Medicina, expertos del Sistema Nacional de Investigadores y tres directores de institutos nacionales de salud; la Obesity World Federation, el World cáncer Research Fund y un sinnúmero de organismos internacionales y nacionales han señalado que el etiquetado GDA no es entendible y tiene criterios de azúcar que representan un riesgo a la salud.

“Ningún organismo libre de conflicto de interés avalaría el proyecto de sentencia que sentaría un pésimo precedente nacional e internacional para la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, destacó la Alianza por la Salud Alimentaria en una postura pública sobre este tema.

El proyecto de sentencia afirma también que la OMS respalda un valor de referencia de 18 por ciento de la energía total proveniente de los azúcares, pero los organismos de Naciones Unidas señalaron al respecto que este valor “no se enmarca en las recomendaciones de la OPS/OMS y de la FAO para combatir la obesidad y el sobrepeso, caries dentales y varios otros problemas de salud asociados, como la diabetes”.

La carta de estos organismos añade que “este valor tiende a mal informar al consumidor, al hacerle creer que en su ingesta diaria el consumo recomendado de azúcares podría llegar hasta un 18 por ciento, lo cual representaría casi el doble de lo recomendado”.

La misiva de los organismos de Naciones Unidas señaló otro aspecto central del proyecto de sentencia: la comprensión del etiquetado frontal existente.

En sentido contrario al proyecto, los organismos internacionales expusieron la dificultad para los consumidores de comprender el etiquetado actual establecido en México y conocido como GDA, la dificultad que implica realizar una regla de tres para cada nutrimento, que los azúcares naturales vengan sumados a los añadidos impidiendo conocer la cantidad de azúcar que el fabricante añadió al producto, y que el criterio de azúcar rebasa por mucho lo recomendado, un etiquetado que no corresponde a una política que pretende permitir a los consumidores realizar elecciones más saludables.

Hace cinco años se interpusieran amparos en contra del actual sistema de etiquetado de Alimentos y Bebidas. Foto: @elpoderdelc

Al respecto, el doctor Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, recientemente reconocido con el Premio al Mérito Médico 2019, asesor de la Alianza por la salud Alimentaria, señaló:

“El posicionamiento de la Ministra Ponente presenta notorias y graves deficiencias técnicas que de manera inexplicable se pretenden justificar argumentando que están avalados por los organismos internacionales competentes del sistema de las Naciones Unidas. Resulta más que incongruente y absurdo este argumento, ya que estos organismos, a través de numerosas resoluciones, documentos técnicos y pronunciamientos, han insistido reiteradamente en la argumentación contraria a la que plantea la Ministra Ponente recién integrada a la SCJN”.

Ana Larrañaga, coordinadora de ContraPESO, red que forma parte de la Alianza por la salud Alimentaria, señaló: “Resultan preocupantes diferentes afirmaciones que no son respaldadas por la evidencia que ha proporcionado el Instituto Nacional de Salud Pública, la OPS/OMS y la propia FAO. Ha sido muy claro para estas instituciones que los azúcares añadidos no tienen el mismo efecto en la salud que los azúcares naturales, por ejemplo. También es falso que el actual etiquetado (GDA) esté basado en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y que puede ser bien comprendido por la población mexicana. Pedimos que realmente se respete la evidencia y que se ponga la salud, por encima el interés privado”.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, asociación que llevó el amparo contra el actual etiquetado frontal, declaró:

“Hasta el momento tenemos dos sentencias de jueces y un primer proyecto de sentencia en la Suprema Corte, que concluyeron que el etiquetado que tenemos actualmente viola el derecho a la salud, el derecho a la información y el interés superior de la infancia. Desgraciadamente, los ministros de la Sala 2 votaron en contra del primer proyecto de sentencia. Este segundo proyecto de sentencia es el primer documento emanado del poder judicial en contra de nuestro amparo y a favor del actual etiquetado frontal en alimentos y bebidas, es un etiquetado diseñado por la industria y nunca probado con la población mexicana”.

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