Ciudad de México, 6 de mayo (SinEmbargo).- El sistema político es México está obstaculizado por los partidos políticos y por la debilidad de los organismos de la sociedad civil para representarse como guardianes de la democracia, afirmaron los especialistas políticos Philippe Schmitter y Lorenzo Meyer Cossío durante la mesa redonda ‘¿Hacia dónde van las democracias?’.
Manuel Alejandro Guerrero Martínez dijo por su parte que los medios incumplen su tarea de vigilantes del poder, y que más bien han servido a los grupos dominantes.
Schmitter y Meyer destacaron que debido a que no se desmontó el viejo régimen de autoritarismo, México es un caso especial en el que la sociedad civil no se ha desarrollado como en otros países, en los que representan un verdadero contrapeso y carecen de legitimidad.
El investigador del Instituto Europeo Universitario, Philippe Schmitter, explicó que hay un desencanto global por la democracia, debido a la larga duración del anterior régimen, encabezado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y la transición pactada (cuando ganó el Partido Acción Nacional en el año 2000) que garantizó la continuidad de las organizaciones políticas.
“México no ha creado una democracia, sí un Estado de derecho que no es necesariamente es una democracia. México es un caso espectacular de autocracia”, afirmó el profesor de la Universidad de Berkeley, en California, Estados Unidos.
Para el especialista, el sistema democrático en México resultaría más efectivo si se tuvieran organizaciones ciudadanas fuertes, si hubiera rendición de cuentas y se contara con organismos guardianes de la democracia, por lo que consideró a los partidos políticos, como el principal problema del sistema.
“Una gran debilidad del contexto mexicano es la sociedad civil. Yo la veo más activa, sobre todo por lo que veo de Organizaciones No Gubernamentales, es mucho más activa que en el pasado e independiente de los partidos políticos, entonces el núcleo de los problemas son los partidos, [es necesario] reconstruir una base de sanción, de información independiente de ellos”, detalló a SinEmbargo.
Por su parte, el politólogo e historiador de El Colegio de México (Colmex), Lorenzo Meyer Cossío, expuso que los partidos políticos en México se han constituido en una partidocracia y representan un obstáculo para las organizaciones guardianas de la democracia.
Meyer dijo que con la transformación del Instituto Federal Electoral (IFE) al l Instituto Nacional Electoral (INE) ya no se puede considerar una institución guardiana de la democracia, precisamente por lo que los partidos han hecho con ella.
El autor del libro Nuestra tragedia persistente señaló el caso del INE como un ejemplo de cómo partidocracia ha capturado a las instituciones guardianas de la democracia. “Esta organización ya cayó como plomo, como sapo y en este momento no se le ve como una guardiana, sino como una gran institución capturada por los partidos y a estos como organizaciones a las que no puedes tenerle ninguna confianza”.
Asimismo, añadió que el papel de la sociedad civil aún es débil, comparado con algunos países de Europa y aunque los partidos políticos tienen una crisis de imagen, son los que movilizan la política.
“Aquí cualquier encuesta de opinión pública pone a los partidos políticos muy bajos, sin ninguna legitimidad, pero son los que manejan la política. Entonces estamos en un sistema político manejado por organizaciones débiles pero que además de todo lo que representan para el ciudadano, son la expresión de lo más desagradable, más reiterativo que hay en el mundo de lo colectivo, de lo político”, dijo.
Ante ese panorama, se declaró un pesimista ante el predominio de los partidos y su discurso democrático. “Se puede estar formando un híbrido, en donde la parte dominante sea el antiguo autoritarismo mexicano y la parte del prensado de la torta sea el encuadre democrático, es una posibilidad”.
“La partidocracia es un tema del que no sabemos cómo vamos a salir. No tenemos idea del futuro del proceso político mexicano teniendo como gran obstáculo a la partidocracia y a las instituciones guardianas capturadas ya por ésta”, detalló.
MEDIOS, UN OBSTÁCULO
Manuel Alejandro Guerrero Martínez, académico del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Iberoamericana, explicó que los medios incumplen su tarea de vigilantes del poder, y que más bien han servido a los grupos dominantes para transmitir sus mensaje y apoyar a los regímenes.
Dijo que los medios se han fortalecido con una escasa regulación o cuando hay intentos de regularlos, lo hacen a través de legisladores que obedecen a sus intereses.
“La gente de los medios termina, por casos como el de la Telebancada, por regularse a sí misma”.
Guerrero detalló que los medios de comunicación tradicionales no han cumplido con su tarea de vigilantes de los regímenes.
Una de las razones es que los grandes medios de América Latina se consolidaron en gobiernos autoritarios. Es el caso de la cadena O’Globo, de Brasil; el grupo El Clarín, en Argentina, y la televisora mexicana Televisa.
Cuando los gobiernos latinoamericanos comenzaron a tener transiciones de gobierno en los años ochenta, los grandes grupos se consolidaron, ya que aparte de tener las simpatías de los viejos grupos dominantes, los nuevos los buscaron también para mandar sus mensajes políticos, explicó.
“Consideraron que darlo era central y entonces decidieron no tocar a los medios”.