El principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, matizó que no se puede decir que EU tenga la crisis “bajo control, porque eso sería una declaración falsa”, pero opinó que las medidas para contener los contagios, con más del 90 por ciento de la población bajo órdenes de quedarse en casa, “están funcionando claramente”.
Washington, 6 abr (EFE).- Estados Unidos superó este lunes los 10 mil muertos por coronavirus, con 10 mil 335 y casi 350 mil infectados, de modo que se sitúa como el tercer país con más fallecidos por detrás Italia y España, según el recuento del Centro de Sistemas, Ciencia e Ingeniería (CSSE) de la Universidad Johns Hopkins (Maryland).
El nuevo dato se conoce después de que este domingo el Presidente Donald Trump, durante su habitual rueda de prensa diaria, asegurase que “esta será probablemente la semana más dura, entre esta semana y la próxima, y habrá mucha muerte”.
Nueva York, el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos, acumula con estas últimas cifras un total de 4 mil 758 muertos y de 130 mil 689 casos de COVID-19 confirmados, frente a los algo más de 122 mil que tenía un día antes.
Los expertos han sido cautelosos ante la tendencia al alza en contagios y fallecidos en EU.
El principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, en la rueda de prensa con Trump expresó su confianza en que “en el plazo de una semana, quizá un poco más, se empiece a ver un aplanamiento de la curva y un descenso”.
Fauci matizó que no se puede decir que EU tenga la crisis “bajo control, porque eso sería una declaración falsa”, pero opinó que las medidas para contener los contagios, con más del 90 por ciento de la población bajo órdenes de quedarse en casa, “están funcionando claramente”.
Por su parte, la doctora Deborah Birx, que coordina el grupo de trabajo para el coronavirus, dijo que el descenso en el número de casos diarios confirmados en Italia y España le “da esperanza sobre lo que podría ser el futuro” de EU, que va “unos 12 días” por detrás de la trayectoria de esos países.
Cuando sonaron las primeras alarmas a principios de enero de que un brote viral en China podría desencadenar una pandemia, la administración del Presidente Donald Trump desperdició casi dos meses que podrían haber sido utilizados para reforzar la reserva federal de suministros y equipos médicos críticos.
Una revisión de los contratos de compra federales hecha por The Associated Press muestra que las agencias federales esperaron prácticamente hasta mediados de marzo para comenzar a realizar pedidos a granel de máscaras de respirador N95, ventiladores mecánicos y otros suministros necesarios para los trabajadores de atención médica de primera línea.
En ese momento, los hospitales en varios estados estaban atendiendo a miles de pacientes infectados sin el equipo adecuado y estaban pidiendo envíos de la Reserva Estratégica Nacional. Esa reserva federal de suministros se creó hace más de 20 años para ayudar a cerrar las brechas en las cadenas de suministros médicos y farmacéuticos durante una emergencia nacional.
Ahora que van tres meses de la crisis, esa reserva está casi agotada justo cuando aumenta el número de pacientes que necesitan cuidados críticos. Algunos funcionarios estatales y locales informan haber recibido ventiladores descompuestos y máscaras podridas de hace una década.
“Básicamente desperdiciamos dos meses”, dijo a la AP Kathleen Sebelius, Secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) durante la administración de Barack Obama.
El HHS no respondió a las preguntas sobre por qué las autoridades federales esperaron para ordenar suministros médicos hasta que las existencias se estaban agotando críticamente. El Presidente Trump y sus representantes han instado a los gobiernos estatales y locales, y a los hospitales, a comprar sus propias máscaras y máquinas de respiración.
-Con información de Michael Biesecker y AP.