Hernán Cortés había entendido el funcionamiento de la sociedad indígena y “sabía cómo hacerse con el control del país por la palabra y por el conocimiento de los usos locales”, señala Christian Duverger.
Medellín (España), 6 de abril (EFE).- Hernán Cortés es una figura “desdichada” de la historia hispana en parte por su pertenencia a dos mundos, al ser “un extremeño que se volvió indígena“, según el antropólogo e historiador francés Christian Duverger.
El experto de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París impartió este jueves la ponencia “Cortés. La espada y la pluma”, dentro del Congreso Internacional “Hernán Cortés en el siglo XXI”, que arrancó en Medellín (noroeste), la localidad natal del conquistador extremeño.
Duverger recalcó que muy pocos son los historiadores que quieren estudiar tanto en Europa como en México la figura de Cortés.
En cierta medida, “es la consecuencia de la propaganda decimonónica conocida como leyenda negra”, pero advirtió de que hay otro factor que complica el asunto: Cortés “pertenece a dos mundos. Es un extremeño que se volvió indígena”.
El éxito de su conquista tiene que ver, explicó, con la comprensión que tuvo de la sociedad prehispánica y es que “Cortés rompe con el esquema clásico de la violencia y de la fuerza y es un conquistador que amó a los vencidos y más que rey o emperador soñó con ser tlatoani”.
Por ello, el propósito de este encuentro es el de proponer matices a la historia conocida y descrita en los libros de texto, pues “matizar la historia, la suaviza y no podemos reducirla a una serie de combates con manchas de sangre; es mas complejo el proceso de la conquista y por ello, más interesante”, resaltó.
Duverger apostó por la modernidad de la investigación y no por la visión del pasado de la conquista que viene desde el siglo XIX, que parte de esta leyenda negra, “pero también de la incomprensión”.
Durante el congreso, que se celebrará durante tres días entre las localidades extremeñas de Medellín y Trujillo, varios expertos intentarán mejorar la comprensión del proceso de conquista de México.
De este modo, apuntó, la idea es cambiar la perspectiva y entender que Cortés entra en México conociendo cómo funciona el mundo prehispánico, de ahí que llevara la cifra “irrisoria” de 500 hombres como ejército.
En este sentido, explicó que Cortés había entendido el funcionamiento de la sociedad indígena y “sabía cómo hacerse con el control del país por la palabra y por el conocimiento de los usos locales”.
“No lleva las técnicas de combate con él, es muy diferente, entra en otro sistema y de ahí va a nacer un país mestizo”, precisó.
A su juicio, el hecho de considerar a Cortés como una personalidad a caballo entre dos mundos “induce a entender mejor y apreciar su actuación”.
Duverger analizó los estereotipos sobre Cortés e intentó restituir la complejidad de su figura de Cortés, al quien presentó como un “exitoso conquistador y talentoso escritor”.
