Siria sostiene que no utilizó armas químicas, y culpa a los combatientes de oposición de almacenar las sustancias químicas. Estados Unidos disparó misiles crucero contra objetivos militares sirios, en un ataque sorpresa que marcó un sorprendente cambio en las políticas de Trump, que durante su campaña advirtió que no era partidario de que el país se viera involucrado en la guerra civil siria.
El Pentágono publica el video del lanzamiento de misiles a Siria pic.twitter.com/i1SI78y9au via @ABC
— Dori Toribio (@DoriToribio) 7 de abril de 2017
Ciudad de México, 6 de abril (SinEmbargo/AP). — El Gobierno del Presidente sirio Bashar Assad enfrenta una creciente presión internacional después del ataque con armas químicas perpetrado en el norte de Siria. Su aliado Rusia dijo que su apoyo no era incondicional, mientras que Estados Unidos lanzó una serie de misiles crucero contra una base aérea controlada por el gobierno.
Mientras tanto, Turquía dijo que muestras tomadas a víctimas del ataque del martes, el cual ocasionó la muerte de más de 80 personas en la ciudad de Khan Sheikhoun, indican que estuvieron expuestas a gas sarín, una sustancia sumamente tóxica.
Siria rechazó las acusaciones, y Moscú se manifestó en contra de señalar culpables antes de que se realice una investigación.
Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, dijo en una entrevista con The Associated Press que “el apoyo incondicional no es posible en este mundo actual”.
Pero agregó que “no es correcto decir que Moscú puede convencer al señor Assad de hacer cualquier cosa que Moscú quiera. Eso es totalmente equivocado”.
Rusia ha proporcionado apoyo militar al gobierno de Siria desde septiembre de 2015, lo que ha cambiado el balance de poder en favor de Assad. Moscú ha utilizado su poder de veto en el Consejo de Seguridad en varias ocasiones desde que la guerra civil siria comenzó hace seis años para evitar sanciones contra Damasco.
Las dos naciones “gozan de una relación de cooperación, de intercambio de puntos de vista y de total apoyo mutuo”, dijo Peskov, un portavoz del presidente ruso Vladimir Putin. Assad y su ejército son “el único poder real en Siria que puede oponer resistencia a los terroristas en el terreno”, señaló.
“Las fuerzas rusas fueron notificadas con antelación a través de las líneas de comunicación establecidas”, apuntó en un comunicado el portavoz del Pentágono, Jeff Davis, quien añadió además que los lanzamientos fueron específicamente orientados para evitar “la muerte de civiles y en cumplimento de la Ley de Conflicto Armado”.
“Las planeadores militares estadounidenses tomaron precauciones para minimizar el riesgo para el personal ruso y sirio situado en la base aérea”, indicó Davis.
El portavoz aseguró además que aunque el Pentágono aún está evaluando los efectos del ataque, ya han comprobado que “ha dañado de consideración o destruido” aeronaves sirias, elementos de infraestructura y otro tipo de equipamiento, lo que “reducirá la capacidad del Gobierno sirio de hacer uso de armas químicas”.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, aclaró que las fuerzas rusas fueron notificadas pero no hubo un contacto directo con el Kremlin.
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Siria sostiene que no utilizó armas químicas, y culpa a los combatientes de oposición de almacenar las sustancias químicas. El Ministerio de Defensa ruso indicó que los agentes tóxicos se liberaron cuando un bombardeo sirio alcanzó un arsenal de armas químicas de los rebeldes y una fábrica de municiones en las afueras del este de Khan Sheikhoun.
“Manifiesto, una vez más, que el Ejército Sirio Árabe no utilizó ni utilizará tales armas, incluso contra los terroristas que están atacando a nuestro pueblo”, dijo a reporteros en Damasco el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Moallem.
El Presidente estadounidense Donald Trump dijo que el ataque había cruzado “muchas, muchas líneas”, y culpó a las fuerzas de Assad. El jueves, a bordo del avión presidencial, Trump dijo que el ataque “no debió haber ocurrido, y no debió permitirse que ocurriera”.
La mañana del viernes, hora de Siria, Estados Unidos disparó misiles crucero contra objetivos militares sirios, en un ataque sorpresa que marcó un sorprendente cambio en las políticas de Trump, que durante su campaña advirtió que no era partidario de que el país se viera involucrado en la guerra civil siria.
Unos 60 misiles Tomahawk, lanzados desde buques de guerra en el Mar Mediterráneo, tuvieron como blanco una base aérea. Funcionarios estadounidenses creen que las armas químicas usadas en el ataque de esta semana fueron lanzadas por aeronaves del gobierno sirio.
Trump pidió a “todas las naciones civilizadas” a unirse a Estados Unidos para tratar de terminar con la carnicería en Siria.
El Presidente turco Recep Tayyip Erdogan había dicho que esperaba que Trump tomara medidas militares, según un reporte de la agencia estatal de noticias turca Anadolu.
Erdogan dijo que Turquía estaría preparada para hacer “lo que nos corresponda” para apoyar una posible acción militar, reportó la agencia.
#BREAKING: Statement from @DeptOfDefense spokesman on U.S. strike in Syria – https://t.co/optQFaIv4d pic.twitter.com/6NRbLhbHRp
— U.S. Navy (@USNavy) 7 de abril de 2017
Funcionarios estadounidenses habían dicho que esperaban que se realizara una votación el jueves por la noche sobre una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaría el ataque químico, pero los integrantes del consejo seguían negociando el texto ya en la noche, y el coordinador político de la misión británica, Stephen Hickey, tuiteó que la votación se efectuaría más tarde.
En las Naciones Unidas, Estados Unidos, que en la actualidad tiene la presidencia del Consejo de Seguridad, elaboró una resolución junto con Gran Bretaña y Francia que condena el uso de armas químicas, en especial en el ataque sobre Khan Sheikhoun, “en los términos más enérgicos”.