Como era de esperarse, Lorenzo Córdoba, presidente del Instituto Nacional Electoral, ha desdeñado el ejercicio de la Revocación de Mandato con el argumento de que no cuenta con el presupuesto suficiente que la Cámara de Diputados otorgó, y también, reducido al máximo la participación de los ciudadanos.

El INE cuenta con mil 692 millones de pesos que, para Córdoba y Ciro Murayama es insuficiente. En función de ello, pidieron al consejo General del INE que solicitará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público les aportará mil 738.94 millones de pesos, lo que el poder legislativo rechazó.

En respuesta a ello, el INE definió que instalarán solo 57 mil362 casillas e imprimirán 94.5 millones de papeletas, y no sólo eso: a la par advierte límites para renovar la credencial electoral de las que se han vencido y renovado.

Tan es así, que el trámite para obtener la credencial electoral se fijó el 15 de febrero y se recogiera a más tardar el 2 de marzo, lo que indudablemente obstruye la participación de los ciudadanos, la mayoría de los cuales, tienen en claro y, difundido a los medios de comunicación que esa acotación es un “trampa”, para evitar que voten a favor de la Revocación de Mandato.

Tienen toda la razón. Es absurdo que tan estrecho tiempo impuesto por el INE, logren obtener su credencial electoral y, en consecuencia, puedan votar en la consulta de la Revocación de mandato, que como es de dominó público, es una consulta popular no una elección electoral.

En la participación de residentes en el extranjero los límites impuestos por el INE son también sumamente acotados, ya que solo pueden registrarse del 5 al 25 de febrero; la convocatoria de los visitantes extranjeros está limitada al 30 de marzo; la de los Observadores Electorales al 3 de abril y la de los Asistentes de los Consejos Electorales el 3 de abril. No más.

Y, por si fuera poco. Para registrar la firma del voto de la Revocación de Mandato de los ciudadanos, se requiere solicitarlas antes del 27 de enero de 2022 (ya pasó) ya que según el INE a partir de esa fecha “quedarán suspendidas las actividades de exploración, verificación y captura de formatos físicos”, esto es, de las boletas electorales de este ejercicio participativo.

Pero no solo el ejercicio cuantitativo de la Revocación de Mandato esta frágil, sino también el cualitativo. El INE ordena “retirar publicidad a favor del Presidente en bardas, equipamiento urbano, y espacios de instalaciones gubernamentales”.

Ah, pero eso sí, apoya subrepticiamente la propaganda e insultos de los adversarios del presidente de la República (PRI; PAN Y PRD—Frena y Va por México); y declara sin recato alguno y plena falsedad que la Consulta Popular “es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía, para determinar la conclusión anticipada en el desempeño de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de confianza”.

Mas claro ni el agua. Es evidente que el INE está haciendo todo lo posible de que los ciudadanos no voten a favor de la Ratificación del Mandato de Andrés Manuel López Obrador. En concreto, lo están saboteando, esto es, obstruyendo su mandato presidencial y, desde luego, evitar que se consolide la 4ta Transformación que tanto odian.

Se supone que el INE debe ser un organismo que avale la participación de los ciudadanos, no de la oligarquía; detectar y respetar sea cual fuere la situación económica, política o social imperante.

El INE necesita detectar cuales son los escenarios en que la sociedad se está moviendo, para crear las bases motivacionales a proyectar, con el fin darles cauce real y honesto a los ciudadanos, no a los partidos de la derecha y los magantes neoliberales.

El INE requiere amoldarse a las condiciones existentes en la comunidad, sin ver hacia atrás como no sea para aprender las experiencias del pasado, sólo hacia el futuro.

Veremos y diremos si el INE respeta la democracia participativa de la 4ta Transformación o la democracia representativa del sistema neoliberal en crisis.

Francisco Javier Pizarro

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Periodista y columnista. Fue coordinador editorial, subdirector y director del Diario de Chihuahua de 1989 a 2003. Obtuvo el premio Nacional de periodismo 2001 a 2002. Director y conductor del programa Televisivo A Fondo (2003 a 2009), del programa radiofónico Segundo a Segundo (2010 a 2017) y actualmente de la pagina de Reflexiones en Voz Alta en Facebook.

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