El efecto de los anuncios sobre las rebajas a la perspectiva crediticia de la economía mexicana podría reflejarse en el indicador de confianza del consumidor de los meses de marzo o abril, de acuerdo con Raymundo Tenorio, director de proyectos del Centro de Estudios Interdisciplinarios y Prospectiva.
Ciudad de México, 6 de marzo (Economía Hoy/SinEmbargo).- La confianza de los consumidores mexicanos alcanzó un nivel récord en febrero, el más alto desde que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) comenzó a elaborar el índice, que contrasta con el pesimismo derivado de la degradación de la perspectiva crediticia para México y otras importantes empresas tanto del sector público como del sector privado. ¿A qué se debe el contraste?
Los datos muestran que el optimismo de los mexicanos no tiene está relacionado con el ánimo de los mercados. El nivel más bajo del índice de confianza del consumidor se registró en enero de 2017, cuando el indicador se desplomó debido a un incremento de casi 20 por ciento en los precios de las gasolinas. Por el contrario, el índice comenzó a dispararse en julio del año pasado, tras la victoria de Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial.
De acuerdo con Raymundo Tenorio, director de proyectos del Centro de Estudios Interdisciplinarios y Prospectiva y profesor emérito del Tecnológico de Monterrey, el contraste se debe principalmente a dos factores.
Por una parte, el optimismo de los mexicanos plasmado en la confianza del consumidor, es un índice de percepción, y, por tanto, es subjetivo. Los mexicanos somos optimistas como muestran algunas mediciones como el índice de bienestar, en el que México se ubica en los primeros lugares a nivel mundial.
Por otra parte, el pesimismo de las calificadoras reflejado en la rebaja en las perspectivas crediticias para diversas empresas que anunció Standard and Poor’s (S&P) deriva de los recortes al pronóstico de crecimiento para la economía mexicana por parte de diversas instituciones privadas y del Banco de México, pues en una economía que crece a menor ritmo las empresas venden menos y por lo tanto tienen menor capacidad de hacer frente a sus deudas.
Cabe recordar que el llamado “grado de inversión” significa ser sujeto de crédito y México sustenta esta calificación desde el año 2002.
De acuerdo con el profesor emérito de economía del Tec de Monterrey, México no perderá el grado de inversión, ya que un país o empresa sigue siendo sujeto de crédito, pero con una advertencia por parte de las calificadoras hacia los inversionistas, para que tomen medidas como podría ser cobrar una mayor tasa de interés para compensar el riesgo.
El contraste entre la confianza de los mexicanos ante las medidas del Gobierno “no significa que la gente no lea las noticias y no se entere”, y, de hecho, el efecto de los anuncios sobre las rebajas a la perspectiva crediticia podría reflejarse en el indicador de confianza del consumidor de los meses de marzo o abril.