Héctor L. Frisbie
06/02/2024 - 12:02 am
Trastorno de Deficit de Atención y la Ética Médica
“La medicina exige un ejercicio profesional el cual siempre, sin excepción, ponga al centro a las personas. Si su motivación es el dinero deben dedicarse una actividad mercantil, no a la medicina”.
Recientemente supe de un programa de televisión “especializado en salud” en el cual se habló del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, de un método de diagnóstico inusual y de una “curación milagrosa”, desconocida y con resultados espectaculares.
Para las personas que ejercemos la medicina ya por mas de 30 años este tipo de pruebas, tratamientos y curaciones, despiertan sospechas y nos obligan a ir a la literatura médica y conformar lo que ahi se diga. Al consultar artículos medicos es muy importante identificar si el estudio o los autores participantes recibieron financiamiento de quienes de alguna manera se beneficiarán si la prueba diagnostica, el tratamiento o lo que se proponga, es autorizado por alguna autoridad regulatoria.
Es también conocido que las autoridades sanitarias tienen debilidades en sus miembros y sabemos de pruebas diagnósticas, dispositivos médicos, medicamentos y moléculas nuevas que han sido retiradas del mercado al identificar su pobre utilidad en el menor de los caso o lamentables efectos secundarios.
Al saber que el mencionado tratamiento había sido aprobado por la FDA, órgano regulador en los Estados Unidos, y saber que es un método poco utilizado por quienes practican paidopsiquiatría, subespecialidad de la psiquiatría que se enfoca en la salud mental de personas menores de edad hasta la adolescencia, decidí preguntar a colegas paidopsiquiatras, si esa forma de diagnosticar y tratar el déficit de atención e hiperactividad era usada por psiquiatras en México.
Mi pregunta generó sorpresa que sólo se vio rebasada por la indignación. Supe que estos esfuerzos por capitalizar económicamente una necesidad de salud mental en personas menores ha sido una constante entre quienes ven en la práctica de la medicina un negocio rentable y jugoso.
La doctora Griselda Fuentes Fuentes, Presidenta de la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica, y el doctor Víctor Manuel Ávila Rodríguez, Presidente de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil, emitieron un comunicado conjunto expresando su indignación por el uso y mala práctica médica en el cuidado de niñas, niños y personas en la adolescencia. Subrayando esta población con necesidad de atención en salud mental, sea evaluada, diagnosticada y tratada por personas especialistas. Manifestaron su rechazo categórico a quienes por omisión, impericia o negligencia afecten la salud de esta población.
Es importante que lean los documentos emitidos por estas organizaciones respecto del programa para que, además de conocer cómo y quiénes deben diagnosticar y tratar menores con trastorno de déficit de atención, difundan la información, la tengan a la mano en caso de saber que alguien ha caído, en la trampa de un negocio que explota una necesidad de salud mental en personas menores de edad.
Les recomiendo no ver programas que difunden o dan foro a ese tipo de negocios que nada tienen que ver con la medicina, con la ciencia. Quienes dirigen, coordinan y producen esas emisiones, evaden la responsabilidad apelando a una inocencia que sólo sabe recibir ganancias económicas.
La medicina exige un ejercicio profesional el cual siempre, sin excepción, ponga al centro a las personas. Si su motivación es el dinero deben dedicarse una actividad mercantil, no a la medicina.
Muchas gracias.
AMPI Comunicado 2
AMPI Comunicado 1
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