La caravana de migrantes, en su mayoría hondureños, llegó el lunes en autobuses a Piedras Negras, en la margen mexicana del río Bravo frente a Eagle Pass, Texas. Es la primera caravana en varios meses que enfila hacia Texas en vez de California.
Policías y soldados mexicanos tienen resguardada la fábrica donde se están alojando los migrantes. Las autoridades del estado mexicano de Coahuila dicen que la fuerza es para la seguridad de los mismos migrantes y para protegerlos de grupos de la delincuencia organizada.
PIEDRAS NEGRAS, México (AP) — Una caravana de unos mil 600 migrantes centroamericanos se encontraba rodeada el miércoles por las autoridades mexicanas en una fábrica en desuso a poca distancia de Texas, donde esperan recibir asilo pero al parecer tienen escasas posibilidades de recibirlo.
La caravana de migrantes, en su mayoría hondureños, llegó el lunes en autobuses a Piedras Negras, en la margen mexicana del río Bravo frente a Eagle Pass, Texas. Es la primera caravana en varios meses que enfila hacia Texas en vez de California.
El Presidente Donald Trump, en su discurso de Estado de la Unión el martes por la noche, acusó a las ciudades mexicanas de llevar a los migrantes en autobuses a la frontera “para traerlos a zonas donde hay escasa protección fronteriza”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) ha aumentado su personal y ha realizado ejercicios con agentes en equipos antimotines, mientras el Departamento de Defensa anunció el miércoles que enviará 250 soldados a Eagle Pass en misión de apoyo.
Sin embargo, policías y soldados mexicanos ya tienen resguardada la fábrica donde se están alojando los migrantes. Las autoridades del estado mexicano de Coahuila dicen que la fuerza es para la seguridad de los mismos migrantes y para protegerlos de grupos de la delincuencia organizada.
El diario texano San Antonio Express-News reportó que un grupo de migrantes trató de trepar una cerca de 3.7 metros (12 pies) de altura para escapar el lunes por la noche, pero fueron obligados a volver al interior.
Dentro la fábrica se están formando colas largas de gente en busca de “visas humanitarias” que les permitan salir aunque sigan en territorio mexicano, reportó el diario.
Añadió que varias secciones de la planta han sido transformadas en dormitorios en los cuales son alojados por edades y género, con colchones de espuma de goma azul.
Los migrantes tendrán que esperar semanas o meses para pedir asilo, pues los funcionarios de inmigración en Eagle Pass procesan de 12 a 15 solicitudes diarias.
Un portavoz del CBP no respondió de inmediato a un pedido de confirmar esas cifras, pero algunos migrantes en la frontera reportan que se les ha rechazado o se les ha pedido hacer colas informales para ver a un oficial de aduanas. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha comenzado a implementar un plan exigiendo que todos los solicitantes de asilo permanezcan en territorio mexicano mientras se cursan sus solicitudes.
En Texas, una larga fila de vehículos policiales patrullaba el lado estadounidense del río Bravo a fin de detener a cualquier persona que trate de cruzar ilegalmente.
“Uno nunca sabe quién estará tratando de cruzar. Los grupos criminales siempre tratan de aprovecharse de ese tipo de situaciones”, dijo el martes el jefe policial del condado de Maverick, Tom Schmerber.
Eagle Pass tiene relativamente pocas barreras físicas comparado con el resto de Texas o con otros estados fronterizos.
Los demócratas en el Congreso rechazan el pedido de Trump de 5 mil 700 millones de dólares para construir más secciones del muro fronterizo. El Departamento de Seguridad Nacional publicó en diciembre una lista de logares donde se construirían barreras si el Congreso aprobara 5 mil millones de dólares. La lista incluye 256 kilómetros (159 millas) en Texas, pero ninguno en el sector del Río de la Patrulla Fronteriza, que es donde está Eagle Pass.