El domingo, miles de mexicanos se sumaron al llamado a no cruzar la frontera durante siete horas. La convocatoria #UnasHorasporMéxico, de acuerdo con la agencia Efe, logró que en los dos pasos fronterizos de Tijuana el flujo de personas se viera reducido. Esta llamada de boicot se suma a las decenas que se han registrado en Estados Unidos en contra del nuevo Presidente Donald Trump. Hoy, por ejemplo, se dio a conocer que alrededor de 91 compañías tecnológicas del vecino del norte, entre ellas Apple, Facebook, Google y Microsoft presentaron una demanda contra el Gobierno del republicana por prohibir la entrada de refugiados y ciudadanos de países de mayoría musulmana.
Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).– Surgió como una propuesta anónima enviada a la Agencia Fronteriza de Noticias, con sede en Tijuana, y difundida el pasado 28 de enero, convocando a una suspensión de cruces a Estados Unidos en reacción a los posicionamientos de Donald Trump sobre México.
“Sería el próximo 5 de febrero, de ocho de la mañana a tres de la tarde, para que se vea la importancia de los mexicanos en su economía”, reportó la columna AFN Político, citando a un ciudadano que, sin identificarse, envió a ese medio los detalles de su propuesta para la campaña #UnasHorasPorMéxico.
Sería “un movimiento por la dignidad”, agregó el texto.
Luego de su difusión en redes sociales, la agencia de noticias EFE reportó el pasado domingo que miles de mexicanos habían dejado de cruzar en los dos pasos fronterizos de esa ciudad bajacaliforniana.
“Particularmente se advirtió el vacío durante las siete horas que se determinaron para el boicot, que en las redes sociales fue promovido con la etiqueta #UnasHorasporMéxico”, agregó la agencia española.
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Y ayer, el periódico San Diego Tribune citó a vendedores de ese lado norteamericano de la frontera reportando una caída en sus ventas.
“Los clientes mexicanos son el 90 por ciento de las ventas en San Ysidro, así que los comerciantes dijeron que sintieron el impacto por esa pérdida de negocios”, indicó el artículo titulado “Boicot fronterizo disminuye negocios en San Ysidro”.
Esta campaña es una de las varias a las que se ha llamado en redes sociales para dejar de consumir productos norteamericanos y en reacción a las políticas de Donald Trump hacia México.
Entre ellas están las que han convocado a decirle “adiós” a compras en la ciudad de McAllen, Texas, y a marcas insignes procedentes de Estados Unidos, como las cadenas Starbucks, McDonalds y Walmart.
“Los consumidores mexicanos no tienen una historia ni una postura de tradición del boicot, pero creo que esto podría ser el inicio”, dice Alejandro Calvillo Unna, director de la organización El Poder del Consumidor y quien también convocó a la campaña “¡Consumidores al grito de guerra!”
“Mientras Trump esté en el poder y mientras esté implementando políticas contra México, va a generar esta reacción. ¿Qué podemos hacer? Lo que puedo hacer como ciudadano es fijarme en qué compro”, agrega.
En entrevista, el también articulista mencionó que es difícil medir ahora el impacto de las medidas de boicot implementadas desde México. Pero la reacción emitida por la Cámara de Comercio Americana, dice, es síntoma de la preocupación que existe ante estas presiones.
El posicionamiento de la agrupación de empresarios norteamericanos en el país fue emitido el pasado 27 de enero, cuando en un comunicado hicieron un “llamado a evitar posiciones que polaricen a la población y a proteger fuentes de empleo formal que generan las empresas estadounidenses en México”.
El mismo texto mencionó que “estas empresas cumplen con la Ley, brindan seguridad social, pagan impuestos e invierten en desarrollo de talento, investigación e innovación en nuestro país, lo que se traduce en mejores condiciones de vida para millones de mexicanos y sus familias”.
El nuevo Presidente norteamericano enfrenta medidas de boicot en su propio país. También este fin de semana, medios norteamericanos reportaron cómo dos grandes almacenes de ropa dejaron de comercializar la línea de joyería de la hija del mandatario, Ivanka Trump.
“Las grandes empresas parecen estar reevaluando sus relaciones con la marca Trump, que en algunos casos no parecen haberse beneficiado de la Presidencia del señor Trump”, publicó el domingo el periódico The New York Times.
“Haciendo alusión a las ventas mediocres, Neiman Marcus confirmó el viernes que se había desecho de la línea de joyería de Ivanka Trump en su sitio web. Un día antes, su marca había desaparecido de Nordstrom.com”, agregó el rotativo.
Nordstrom, que es una cadena de tiendas de productos de lujo, encabeza la lista de negocios a boicotear compilada por la campaña “Grab your wallet” (o “agarra tu cartera”) surgida en octubre en aquel país en alusión a las palabras de Trump, captado en una grabación presumiendo cómo podía tomar a las mujeres por su partes genitales.
Otras empresas en la lista son tiendas departamentales como Dillard’s y Bloomingdales, así como Tj Max, Macy’s y Walmart –todas comercializadoras de los productos de Ivanka Trump-, además de los hoteles, campos de golf y vinaterías de esta familia.
“El hashtag y el movimiento explotaron en las redes sociales y se han visto más de 500 millones de veces. Desde entonces, el boicot #AgarraTuCartera se ha convertido en un movimiento y recurso central para flexibilizar el poder del consumidor a favor de una sociedad más respetuosa e inclusiva”, indica la descripción de la campaña en su sitio en línea.
La misma enlista a siete firmas que, en su mayoría presionadas por esta convocatoria de boicot, han dejado de comercializar los productos de la firma Trump.
“La compañía se contactó con #AgarraTuCartera el 17 de enero de 2017, diciendo ‘no elegiremos para patrocinar el show otra vez mientras el señor Trump esté involucrado”, reportó la campaña sobre la firma Kawasaki USA, anunciante en el programa Celebrity Apprentice, producido por Trump.
Otra empresa en esta lista es la aplicación de servicio de transporte privado Uber, cuyo director, Travis Kalanick, renunció a su posición dentro del consejo económico de Trump después de que éste prohibiera la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana ( Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia y Sudán).
De acuerdo con un email de Kalanik enviado a su personal –y difundido por el periódico británico The Guardian– su renuncia era una manera de separarse de la “agenda” del nuevo mandatario.
“La suposición implícita de que Uber (o yo) estuviera de alguna manera respaldando la agenda de la administración ha creado una brecha entre la percepción y la realidad de lo que la gente cree que somos y lo que de hecho somos”, escribió Kalanick, de acuerdo con el diario británico.
“Debemos creer que las acciones que tomamos ultimadamente moverán la pelota hacia delante. Hay muchas formas en las que continuaremos abogando por cambio en inmigración pero estando en el Consejo se hubiera interpuesto en ello”, agregó el texto difundido el pasado 2 de febrero.
Y ayer, también por el veto impuesto a la entrada a Estados Unidos a nacionales de países con mayoría musulmana, casi un centenar de las más importantes empresas de tecnología radicadas en Sillicon Valley, California, como Google, Spotify Facebook y Twitter, firmaron un documento condenando la medida.
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“La norma limita los mercados en las que este tipo firmas, altamente internacionalizadas, pueden pescar a sus profesionales. Según Silicon Valley Index, en 2016, el 37.4 por ciento de los empleados de estas empresas eran extranjeros”, reportó El País, que dio a conocer el listado.
De acuerdo con Calvillo, las presiones contra Trump pueden ser mayores no sólo entre quienes no lo apoyan sino incluso entre sus antes seguidores en Estados Unidos, por lo que el impacto, si es económico, podría efectivamente poner en peligro al nuevo Presidente norteamericano.
“Creo que las presiones van a ser mayores; está generando muchas divisiones no solamente entre quienes no lo apoyaron sino también entre los propios que lo apoyaron. Ya hay una división en el Partido Republicano”, dice Calvillo.
“Entonces varias de las empresas que ya tenían como aliadas empiezan a marcar distancia y creo incluso que grandes empresas que se vean amenazadas van a decir, ‘me espero’, porque en el escenario está ya la posibilidad de que Trump sea removido, por todos los problemas internacionales y dentro de Estados Unidos”, agrega.
En su campaña, Calvillo convoca a “consumir productos elaborados en el país, no importados”, así como a comprar productos en mercados y tianguis que están más cerca de productores locales.
El propósito, explica, es impulsar el mercado interno mexicano, propuesto como alternativa ante la alta dependencia de México de las inversiones extranjeras hoy amenazadas por Trump.
Pero también, agrega la campaña, se trata de castigar “con tu poder de compra a las empresas que favorezcan las políticas del Gobierno entrante estadunidense que atentan contra México y los mexicanos”.