Liverpool, 6 ene (dpa) – La ballena de Groenlandia puede vivir más de 200 años. Es el mamífero más longevo del planeta y su secreto se encuentra probablemente en sus genes, concluyeron los investigadores tras descifrar el genoma completo de este animal conocido también como ballena boreal.
Los investigadores compararon ese genoma y descubrieron diferencias importantes con el de otras ballenas y mamíferos.
El resultado, publicado en la revista científica Cell Reports, afirma que las ballenas de Groenlandia presentan especificidades en los genes relacionados con la división celular, la reparación de la herencia genética, el cáncer o los procesos de envejecimiento.
Esas especificidades aumentan probablemente la longevidad de los animales y, por ejemplo, su resistencia al cáncer.
El estudio puede dar algunas pistas a los investigadores sobre lo procesos de envejecimiento a nivel general. “Nuestra comprensión de la duración de la vida de distintas especies es aún escasa. Los resultados de nuestras investigaciones nos dan candidatos genéticos para futuros estudios”, explica el biólogo João Pedro de Magalhães, de la Universidad Británica de Liverpool.
Según su opinión, las distintas especies han desarrollado diversos “trucos” para vivir más. “Si descubrimos los de la ballena boreal, quizá nos sea posible transmitir esas conclusiones a los humanos para combatir las enfermedades relacionadas con la edad”, señala Magalhães.
El equipo dirigido por el biólogos Michael Keane secuenció el genoma completo de la especie con el nombre científico de Balaena mysticetus, que vive en los mares árticos y que puede medir hasta 18 metros y pesar hasta 100 toneladas.
Los animales se alientan de pláncton, que filtran del agua con sus barbas. Pese a su tamaño y a su gran cantidad de células -se calcula que las grandes ballenas tienen más de mil veces más células que los humanos-, el riesgo de sufrir cáncer no es mayor. Los investigadores derivan por tanto que las ballenas disponen de mecanismos naturales para protegerse del cáncer de forma más efectiva que otras especies. Por ejemplo, descubrieron modificaciones en los genes que suelen desempeñar un papel en los casos de cáncer.
Los científicos destacan también que la secuencia es la primera de una gran ballena, lo que podría arrojar también información sobre adaptaciones fisiológicas en relación con el tamaño. Por ejemplo, las células de las ballenas tienen una tasa metabólica más baja que las de mamíferos menores.
También ello se explica por motivos genéticos, según los biólogos: un gen relacionado con la regulación de la temperatura, que permite una mayor independencia de la temperatura corporal respecto al medio ambiente, es una especificidad de la ballena boreal.
Magalhães quiere ahora criar ratones con genes de la ballena boreal para descubrir la importancia de determinados genes para la longevidad y la resistencia a enfermedades. En un siguiente paso habrá que descifrar el genoma de otras especies longevas para compararlo con el de las ballenas.