La plataforma de comercio Crypto.com estimó el pasado julio que 221 millones de personas operaban ya en todo el mundo. Esta cifra se ha duplicado en 6 meses, ya que millones de personas se iniciaron en ese mercado mientras estaban atrapadas en casa durante la pandemia.
Estados Unidos, 5 de noviembre (RT).– Cuando Matt Danzico empezó a ver los logotipos de las criptodivisas en los envases de los artículos del supermercado supo que tenía un problema. El hombre resultó envuelto en la locura mundial por el comercio de monedas digitales durante la pandemia, que rápidamente se convirtió en una obsesión.
“Tenía noches de insomnio en las que no paraba de dar vueltas en la cama, tratando de sacarme estos gráficos de la cabeza”, reveló a AFP el diseñador y periodista visual estadounidense, que reside en la ciudad española de Barcelona. “Creía que estaba perdiendo la cabeza”, agregó.
Criptomonedas como el bitcoin y el ethereum se hicieron populares por su volatilidad, y Danzico vio “años de dinero ganados y perdidos en muy poco tiempo”. Detalló que sus emociones pasaron por una especie de montaña rusa, y no le ayudó el hecho de que estuviera especulando durante el cierre impuesto por la pandemia. Agregó que su mujer se dio cuenta de que se estaba poniendo ansioso y se la pasaba enfadado. No quiso especificar el daño que su afición causó a las finanzas de su familia, solo se limitó a señalar que para su cuenta bancaria fue “malo”.
Ahora, meses después, el hombre dice sentirse aliviado de haber cortado su adicción de raíz con bastante rapidez. Pero a medida que las divisas digitales han pasado de ser un nicho de interés a uno más generalizado, afirma que en todo el mundo se están produciendo experiencias mucho más oscuras que la suya.
“Estamos hablando de decenas de millones de personas que comercian con criptodivisas”, dijo. “Si una pequeña fracción de esas personas se está enganchando, estamos hablando de una floreciente crisis potencial de salud mental a una escala que no creo que el mundo haya visto nunca”, añadió.
“UNA EPIDEMIA MODERNA”
Apuntó que no hace falta mirar más allá de Twitter, donde se congregan los entusiastas de las criptomonedas, para hacerse una idea de las consecuencias para la salud mental de la inestabilidad crónica de los tokens. Las publicaciones de “personas que hablan de una profunda depresión, pensamientos realmente extremos de aislamiento y suicidio” suelen acompañar a las caídas de valor, detalló.
El pasado septiembre, el relato de un checo sobre su desastroso intento de enriquecerse con criptomonedas –que asumió deudas crecientes mientras intentaba recuperar sus pérdidas– se hizo viral en la red social. El usuario, apodado “Jirka” relató que, deprimido y sin hogar, estaba demasiado avergonzado para pedir ayuda. “Cuando llamé a mi madre le dije que todo estaba bien, que tenía un buen trabajo, un lugar donde dormir, etc. En realidad, me estaba muriendo de hambre”, escribió.
Perturbado por su propia experiencia y por otras descritas en Internet, Danzico comenzó a investigar la criptoadicción y escribió sus conclusiones en un artículo para el sitio de noticias sobre criptomonedas Cointelegraph. Subrayó que solo encontró un estudio a pequeña escala sobre dicha adicción en Turquía, y unos pocos terapeutas que ofrecían ayuda profesional, desde Tailandia hasta EU.
Los expertos consideran el fenómeno como una forma de adicción al juego, y señalan similitudes con los operadores de Wall Street cuyas inversiones se han descontrolado. Castle Craig, una clínica de rehabilitación escocesa, describe la criptoadicción como “una epidemia moderna” y detalla que el problema es más común en los varones, “pero esto podría deberse a que las mujeres comercian con criptodivisas menos que los hombres”.
La profundidad de su mirada es lo que cautiva, por eso vale tanto.
El autor ha querido retratar la criptoadicción y el bearmarket. https://t.co/5912zlBiFs
— Criptogen (@criptogen_) October 29, 2021
“DEBEMOS EMPEZAR A HABLAR DE ESTO”
En opinión de Danzico, es “alarmante” que no exista una ayuda más especializada y parte del problema es que las personas no se dan cuenta de lo extendida que está la especulación con criptomonedas.
Reveló que abandonó su propio hábito volcando su obsesión en la fotografía, utilizando un proyector de luz para superponer imágenes de logotipos y gráficos de criptografía en el mundo que le rodeaba. Encontrar una forma de expresar lo absorbente que se había vuelto el comercio “me permitió de alguna manera superarlo”, explicó.
Actualmente, Danzico vende versiones digitales de las imágenes como NFT, por las que se le paga en ethereum. Admitió que sigue teniendo algunos criptoactivos y estima que las finanzas descentralizadas tienen un futuro brillante, pero cree que la sociedad se enfrenta a lo que considera “una enorme crisis de salud mental”. “Hay niños que se hacen literalmente millonarios en el sótano de sus padres y luego lo pierden todo antes de subir a cenar”, dijo. “Lo que podemos hacer es empezar a hablar de esto”, concluyó.