Si bien la eficacia de todas las vacunas contra la COVID disminuyen con el paso de los meses, este estudio reveló que, entre las de Pfizer, Moderna y Janssen, la última es la que más pierde con el tiempo.
Redacción Ciencia, 5 nov (EFE).- La eficiencia contra la COVID-19 de las vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen disminuye con el tiempo. Un estudio que publica Science señala que la protección de los tres preparados frente a la infección cayó, como media, del 87.9 por ciento al 48.1 por ciento entre febrero y octubre de 2021, siendo la monodosis de Janssen la que más perdió (hasta el 13.1 por ciento).
La investigación realizada con 78 mil personas en Estados Unidos indica que la mayor pérdida de eficiencia fue para Janssen (Johnson & Johnson), cuya protección contra la infección pasó del 86.4 por ciento en marzo al 13.1 por ciento en septiembre de este año.
El preparado que más aguantó fue el de Moderna con un descenso del 89.2 por ciento al 58 por ciento, mientras Pfizer/BioNTech pasó del 86.9 por ciento al 43.3 por ciento, entre febrero y el 1 de octubre pasados.
El estudio, según sus autores, es el primero en comparar las tasas de protección decreciente de las vacunas disponibles para la mayoría de los estadounidenses y en informar sobre las tasas de mortalidad tras la infección.
Otro nuevo estudio que muestra pérdida de eficacia de las vacunas con el tiempo:https://t.co/PVpFs19BDP
Aunque siguen ofreciendo elevada protección contra enfermedad grave y muerte. pic.twitter.com/JRDs0Ai6UP— Centinel (@centinel5051) November 5, 2021
La investigación -firmada por el Instituto de Salud Pública, el Centro Médico de Asuntos de Veteranos y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, todos ellos estadounidenses- analizó la infección por COVID-19 según la vacunación de 780 mil 225 veteranos.
El periodo de estudio coincide con la aparición y predominio de la variante Delta en Estados Unidos y los patrones de avance de la infección a lo largo del tiempo fueron consistentes por edad, a pesar de la elegibilidad de la vacuna, lo que implica que Delta es el principal determinante de la infección, agregan los expertos.
Además, destacan que la vacunación con cualquiera de los tres preparados protegió contra la muerte a las personas que se infectaron.
El beneficio relativo de las vacunas para la protección contra la muerte fue mayor para las personas menores de 65 años, pero también fue “muy fuerte” en los mayores de esa edad.
El estudio demostró que el riesgo de muerte por COVID-19 era mayor en los veteranos no vacunados, independientemente de la edad y las comorbilidades.
Por edades, en el caso de los menores de 65 años, las vacunas fueron, por término medio, un 81.7 por ciento eficaces contra la muerte: Pfizer un 84.3 por ciento, Moderna un 81.5 por ciento y Janssen un 73 por ciento, según datos de julio a octubre.
Entre las personas de 65 o más años, la eficacia global contra la muerte se cifró en el 71.6 por ciento. Moderna un 75.5 por ciento; Pfizer 70.1 por ciento y Janssen 52.2 por ciento.
Esta investigación ofrece “una base sólida para comparar la eficacia a largo plazo de las vacunas contra la COVID-19 y una lente para tomar decisiones informadas” sobre la vacunación primaria, las dosis de refuerzo o medidas como el uso de la mascarilla, según la autora principal de estudio, Barbara Cohn, del estadounidense Instituto de Salud Pública.