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El bullying es muy grave en México, y debería haber una campaña nacional, dice Tere Vale

05/11/2018 - 12:02 am

Tere Vale Castilla está a punto de presentar su libro Arreola y Vale (Planeta). Tiene un programa con Eduardo Ruiz Healy y el libro que más orgullo le da es Bullying y abuso infantil (Planeta), un tema que en México está subestimado.

Ciudad de México, 5 de noviembre (SinEmbargo).- Tere Vale estudió Psicología, ha sido profesora, conductora de programas de radio y televisión, autora de libros sobre neuropsicología, actriz y trabaja en los medios desde hace mucho tiempo.

Entrevistar a una periodista que no se cree periodista, en estos tiempos, obliga a revisar su trayectoria y sorprendernos porque el libro que ha hecho Bullying y abuso infantil (Planeta) es uno de los más valiosos que ha hecho.

Ha investigado, se ha metido de lleno en el problema y ha entendido una cosa que le dice a los padres: “Siempre ayude a sus hijos a verbalizar sus emociones, escuche con verdadera atención sus logros y problemas. Procure generar un ambiente de confianza y seguridad”.

La autora reflexiona sobre temas como la violencia y su génesis, las opciones para disminuir la agresividad, el surgimiento del ciberbullying así como las posibles formas de intervención ante el acoso escolar. De este modo, Tere Vale presenta el amplio abanico de perspectivas que han tocado el problema, desde la neuropsicología hasta la criminología, mientras proporciona recomendaciones para que padres y maestros rompan esta dolorosa cadena de víctimas, victimarios y testigos.

Además, Tere Vale es comentarista del programa de Radio Fórmula con Eduardo Ruiz Healy, que “todos dicen que es malo conmigo, pero tenemos un juego de hace muchos años, somos muy amigos y la verdad es que somos iguales”, afirma.

Desconfiada del gobierno que se viene, está de acuerdo con la legalización de las drogas y fuma donde no se debe (siempre ha estado en contra de los lugares prohibidos para fumar), aunque respeta a la gente que está con ella y tira el humo afuera.

–¿Qué dirías que es ser periodista para ti en esta realidad tan terrible del mundo?

–Es una gran pregunta. Yo provengo de una familia de radiodifusores de Venezuela. Le expropiaron las empresas a mi padre durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Mi padre estaba convencido de que la libertad de expresión era parte de la democracia. Yo nací en México durante el exilio de mi familia. Yo soy lo que soy y lo que pienso gracias a ello. He vivido mi extraña carrera periodística siempre con la convicción por delante de que la libertad de expresión tiene que ser parte elemental de mi trabajo. Viví momentos muy difíciles cuando estaba López Portillo, me despedían cada cinco minutos, luego me pedían perdón. Durante la época de De Lamadrid, siendo mi marido parte de esa administración, también me corrieron por las cosas que yo pensaba, me veían como a una mujer muy de vanguardia para el conservadurismo de aquella época. Me he quedado sin trabajo de un día para el otro. Dentro de mi modesto trabajo, como directora de una radio, formo parte del cambio que se dio a partir de los ’90, un cambio de libertad de expresión. No era fácil lo que hoy se ve tan fácil. Empiezo a invitar a mi programa a Felipe Calderón, a Andrés Manuel López Obrador, Carlos Castillo Peraza, Porfirio Muñoz Ledo, iban cada semana. Ahora llegamos a un momento donde me da mucho miedo, con esto de la prensa “fifí”, que empiece a haber algún problema con la libertad de expresión. Tengo trabajando 12 años con Ruiz Healy y nunca he tenido en esos años ninguna recomendación, ninguna sugerencia.

Me echaron por boba, no por ser mujer. Foto: Facebook, Tere Vale

–Bueno, todo el mundo dice cosas terribles de Andrés Manuel López Obrador y nadie dice nada. ¿No fueron para ti terribles los años de Felipe Calderón o de Enrique Peña Nieto?

–No, en esos años no fui despedida ni regañada. En 1976 comencé a trabajar como periodista. Este es un país donde ser periodista es jugarse la vida, no tanto en la capital, sino en los Estados de la República. Ahora lo del aeropuerto de Texcoco me tiene preocupada. Damos una visión internacional de que no se cumplen los compromisos. Pero en fin, ser periodista en estos tiempos es un compromiso de vida, a pesar de lo cursi que resuenen estas palabras. Es una manera de enfrentarte a tu tiempo y de tratar de contarlo lo mejor posible. No me gusta decir que trato de llevar la verdad, trato de llevar lo que veo y lo que creo, de la manera más puntual posible.

­–¿Eres de la radio más que de la tele o de la prensa escrita?

–Empecé trabajando en Televisa, en la televisión, después surgió la propuesta de irme a Televisión Azteca, con Jorge Saldaña y más tarde la radio. Mientras, escribía. El hambre es canija. Uno cree que uno planea pero la vida te va llevando. Tuve oportunidad de estar en todos los medios.

–Tienes un estilo muy diferente al que tiene Eduardo Ruiz Healy

–Somos amigos desde hace 40 años y en el fondo somos muy parecidos. Eduardo es un hombre inteligente, a veces es muy explosivo, tiene un control de impulsos menos rígido que el mío, pero tenemos puntos de vista muy similares. Para muchas mujeres creen que él me maltrata, quisiera que con atención escucharan mis respuestas y la interacción que se da con él, es muy divertido. Soy mala para poder evaluar muchas cosas, pero nunca he sido discriminada por ser mujer. Me han corrido por boba, por lengua larga, por audaz en alguna forma de ver la vida, pero nunca he estado en segundo lugar por ser mujer. A lo mejor es muy narcisista lo que te voy a decir, pero ocupo un espacio, independientemente de ser mujer u hombre.

Con Eduardo somos amigos desde hace 40 años, somos iguales en lo básico. Foto: Facebook

–¿No viste las diferencias en el tema de la edad?

–Tienes toda la razón en ese contexto. Pepe Cárdenas, Joaquín López Dóriga, Eduardo Ruiz Healy, Maxine Woodside es mayor y tiene su propio programa, no lo sé; lo que es cierto es que con la edad los medios buscan a una chava que esté súper buena y que sea muy sexy, a mi edad es simplemente imposible, pero le tienes que dar más valor a todo lo que sabes y haces. Ese es el valor agregado que puedes dar, si eres una viejita cuyos puntos de vista comienzan a ser obsoletos, pues entonces no tendrás lugar en los medios. Ahora estoy muy contenta con lo que hago, nunca he tenido objetivos, la vida se va muy rápido y por ahora me estoy divirtiendo, tengo la oportunidad de llegar a mucha gente.

–¿Se acercan los nuevos periodistas a ti?

–Estoy en una edad en la que parece que me voy a morir, los jóvenes se acercan, te preguntan, te dicen que te van a hacer un homenaje por los 40 años de ser periodista. Te da mucho miedo, aunque claro no es posible vivir eternamente. He sido maestra en la Universidad durante muchos años. Los jóvenes me dan una perspectiva fresca, que me encanta. Ahora hay una gerontocracia gobernando el mundo y en algunos aspectos es bueno, como Olga Sánchez Cordero, que pido encarecidamente que pueda llevar adelante la despenalización de las drogas. Hay veces que a pesar de la edad tienes criterios, así como le sucede a Olga, mucho más de avanzada que ciertos jóvenes con los que te pones a hablar y no tienes nada que ver con ellos.

–También estabas en contra de que no dejaran de fumar en los restaurantes

–(risas) Es cierto. Sigo fumando. En honor a mi socio Jaime Guerrero y Eduardo tienen asma, así que cuando salimos a tomar un café busco siempre lugares donde no se fume.

–¿Qué aprendiste de la televisión?

–A que te tienes que olvidar de la tele. Lo que estás diciendo es importante. Es muy frívolo pensar que lo que importa es verte bien, lo que importa son tus ideas, tu compromiso, tu valentía, tus ganas de intercambiar ideas. Eso no tiene que ver con que seas una descuidada, eso no es lo que cuenta.

–¿De los libros qué aprendiste?

–Afortunadamente llevo siete libros, ahora se va a publicar el de Juan José Arreola que se llamará Arreola y Vale (Planeta) y que iré a presentar a la FIL de Guadalajara. Arreola y yo trabajamos durante muchos años en la televisión, teníamos unas conversaciones muy divertidas.

–¿Cuál es tu libro más importante?

–El del Bullying. No hago literatura sino divulgación. En ese libro me gustó mucho, me tardé en hacerlo, puede ser una contribución interesante en un mundo tan violento como este. Si tú de algunas maneras te vas dando cuenta en los niños, como son víctimas o victimarios de bullying, de acoso, puedes evitar que ese niño llegue a la adolescencia desbordados. Debería haber una campaña nacional en contra del bullying. Somos el primer país en el acoso y uno de los más altos en todo el mundo, es un problema que está subestimado en México.

–Tienes un solo hijo, Nicolás Alvarado…

–Más que suficiente. Nicolás es el premio de mi vida, lo único que hice razonablemente bien y es un gran ser humano, está por encima de su inteligencia que es enorme. Lo admiro mucho, por su formación, por su capacidad, por su entereza en momentos difíciles y sobre todo es un gran hijo. ¿Cómo viví lo de la UNAM? Como una injusticia atroz, ahí hubo muchos intereses ocultos que se manejaron en medio de todo esto. Y la UNAM, donde al parecer hay libertad de expresión, me pareció una falta total y una vergüenza para todo México. No le deseo mal a nadie, pero creo lo que hicieron con Nicolás fue un linchamiento mediático que afortunadamente mi hijo tiene todo para seguir adelante, pero ha sido un acoso atroz contra cualquier comunicador.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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