Roma, 5 nov (EFE).- Una Mona Lisa calva se ha convertido en la impactante imagen de una campaña publicitaria para concienciar a los italianos sobre el cambio que el cáncer provoca en las vidas de las personas que lo sufren.
“Un tumor cambia la vida. No su valor”, es el lema de la campaña lanzada por la Fundación Ant, que proporciona asistencia domiciliaria oncológica gratuita en toda Italia y cumple su 35 aniversario.
La campaña muestra a la célebre Gioconda de Leonardo Da Vinci tal y como es reconocida en todo el mundo pero sin cabello, una de las consecuencias más patentes provocadas por el cáncer.
“El objetivo de la campaña es resaltar el valor de la dignidad de la vida, que tiene que ser preservada hasta el último momento”, declaró a Efe Margarita Tasttini, portavoz de la Fundación.
Tasttini explicó que la campaña se mantendrá al menos hasta 2014 y tendrá como medios de transmisión principales internet, incluidas las redes sociales, y algunos de los diarios italianos más importantes, como “La Repubblica” o el “Corriere de la Sera”.
“La Mona Lisa presentada así distorsiona la imagen que de ella tenemos en la memoria, como hace un tumor con la historia de una persona, pero, superado el estupor inicial, nos damos cuenta de que la obra no pierde nada de su valor”, explica la Fundación.
“Debemos hacer que la gente se conciencie sobre la importancia del cuidado de los enfermos en sus hogares, más allá de los hospitales. Nosotros somos una fundación sin ánimo de lucro que lo llevamos a cabo”, señaló Tasttini.
La Fundación Ant asiste a los enfermos en su casa con el apoyo de médicos, enfermeras y psicólogos “entre el amor de la familia y el calor de la casa”.
“Esta campaña tiene como misión demostrar que, a pesar de los desafíos a los que se enfrentan las personas, el valor de sus vidas permanece inalterable, así como el deber de cuidar de él, que es nuestra filosofía”, añadió.
Tasttini quiso subrayar que esta campaña fue ideada de manera gratuita por la agencia de publicidad italiana “Diafragma”.
Sin pelo, con bigote, de colores o con cualquier otra seña de identidad, la Mona Lisa se ha convertido en un icono recurrente al que cambiar de imagen, ya sea por motivos publicitarios o artísticos. EFE