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ENTREVISTA¬ Todos somos herederos del Quijote de Cervantes: Juan Patricio Riveroll

05/10/2024 - 12:00 am

El escritor Juan Patricio Riveroll habló con SinEmbargo sobre su novela Todo el oro de Lisboa un entramado de cinco historias en donde lo mismo conviven espías y nazis que una versión alterna del Quijote.

Ciudad de México, 4 de octubre (SinEmbargo).– “El Quijote en su momento mezcló todo era crónica, cuento, nos dio esta libertad gigante que todo cabe en una novela y es un poco lo que hace la mía, hay crónica, biografía, narración pura y dura, un diario entonces es esta mezcla de géneros muy interesante que plantea Cervantes y de la cual todos somos herederos”, planteó en entrevista el escritor Juan Patricio Riveroll, cuyo bisabuelo escribió una versión alterna de la obra insignia de Miguel Cervantes.

Juan Patricio Riveroll recurre precisamente al formato empleado por Cervantes hace más de 4 siglos para su novela Todo el oro de Lisboa (Tusquets), una historia que ahonda en la misteriosa historia del padre de Santiago, Pol Espasí, un catalán exiliado en Portugal durante la Guerra Civil española, quien murió dejando una estela de interrogantes relacionadas con varios documentos vinculados con el contrabando de piezas de arte y una red de espionaje nazi.

El relato se sumerge en estos entretelones de espías y agentes alemanes en la Segunda Guerra Mundial, pero también recorre la vida del narrador —que tiene mucho y poco de Riveroll— y los recuerdos que tiene sobre la vida de su bisabuelo y su texto sobre el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.

De esta manera Juan Patricio teje cinco historias en esta novela: la de Santiago, la de Pol, la del narrador, la del bisabuelo del narrador y la novela misma. “El cómo se va construyendo el libro y cómo se va construyendo la novela, la metaficción de esa misma construcción de la novela es otra historia en sí misma”.

“A mí lo que me permitía era poder ver a Pol desde la lejanía, hay muchas cosas que no sabemos, que nadie puede saber, que se llevó a la tumba. Y de Santiago pues también hay mucho que no sabemos porque el narrador se acerca hasta donde Santiago lo deja. Yo creo que es necesario el misterio en una novela, que haya esas partes más en la oscuridad y otras más en la luz, que no todo sea develado, entonces así el lector se puede imaginar, puede armar lo que está fuera de cuadro, eso se me hace que involucra al lector de una manera más activa”, comentó.

Portada del libro Todo el oro de Lisboa de Juan Patricio Riveroll. Foto:

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—¿Los hijos heredan los pecados que el padre comete en su pasado?

No, forzosamente. En el caso de mi personaje digamos que no logra librarse de ese fantasma del padre a pesar de que él pueda intelectualizar el hecho de que él no tiene la culpa de nada. Yo creo que sí hay una cosa que va más allá de la lógica que sí puedes comprarte el pleito que viene de generaciones anteriores.

—¿Cómo nace esta historia dentro de ti?

Es complicado recordar las semillas de las ideas que van surgiendo. Yo tenía esa inquietud de este personaje cuyo padre muere en circunstancias muy extrañas y toda esa parte como escondida de un padre. Esa idea la tengo hace como casi 20 años, originalmente lo pensaba para hacer una película, pero en otro lugar y luego fue evolucionando la idea y quedó mucho mejor en términos literarios que en términos cinematográficos, la Literatura te da mucha más libertad formal, de contenido, de profundidad que lo que puede llegar a ser una película.

Los personajes van agarrando su vida propia, digamos que puede haber ideas que no son fértiles y que no crecen dentro de tu mente y entonces esas las dejas y puede haber otras ideas como esta que crecen y crecen y evolucionan casi solitas, de alguna manera los personajes crecen y cobran una dimensión en tu mente ya casi autónoma, entonces eso me pasó aquí, me pareció fascinante esa relación y así fue creciendo, casi casi sin querer.

—¿Uno de los planteamientos clave es hasta qué punto acabamos de conocer a nuestros propios o cuál consideras ese punto nodal?

—Lo que le pesa muchísimo a Santiago es que no conoció bien a su padre, que el padre que él pensaba se desfiguró después de su muerte por las cosas que se va enterando. Pero pues depende qué tipo de familia, si eres una familia muy unida, no que ellos no lo fueron, pero digamos una familia más abierta porque Paul guardaba silencio, no contaba sobre su vida previa, entonces si eres una familia con otros hábitos y costumbres pues yo creo que puedes conocer a tus padres más a profundidad, sin embargo, uno nunca se acaba de conocer a sí mismo, deja tú a los demás y a los padres, todos en diferente medida, pero tendrán sus secretos, todos los padres, madres y todas las personas, entonces justamente esos límites son los que me interesaban.

— Escribes sobre el Quijote, ¿lo usas como una referencia literaria o más como un elemento dentro de tu escritura?

—El Quijote en su momento mezcló todo era crónica, cuento, nos dio esta libertad gigante que todo cabe en una novela y es un poco lo que hace la mía, hay crónica, biografía, narración pura y dura, un diario entonces es esta mezcla de géneros muy interesante que plantea Cervantes y de la cual todos somos herederos, que está hablando de la propia novela que estás leyendo entonces para mí eso fue un poco mágico, digamos que fue otra herencia de mi bisabuelo, que me dejó ahora sí que también sin querer.

—¿Qué tanto el narrador tiene de Juan Patricio y qué tanto de su alter ego?

—Esa es una buena pregunta, casi casi nos tendríamos que ir párrafo por párrafo, tiene muchas cosas mías, otras no, tiene medias verdades, tiene mentiras, tiene verdades concretas, digamos que hablo de parte de mi obra, de mis anteriores novelas, pero también lo que trato de hacer es poner un narrador un poco más vulnerable de lo que yo me sentiría en esas circunstancias y a veces también un poco más fuerte. La verdad es que no sé qué porcentaje tenga, digamos que tiene tal vez un 50 por ciento mío y un 50 por ciento más de truco literario.

—¿Qué tiene el narrador frente a este misterio, tiene algún elemento personal, biográfico o simple y sencillamente es ese misterio que tú te hubieras querido encontrar como lector y como autor?

—El narrador tiene la misma inquietud y curiosidad que yo, en el sentido de adentrarte en la Segunda Guerra Mundial en esa parte de Portugal y de Lisboa, en esa época en donde fueron neutrales, que pues es una burbuja fascinante es en donde nació James Bond, entonces esa curiosidad que tiene el narrador por saber qué pasó ahí, pues la comparto totalmente.

—Llama la atención que en un lugar como Lisboa en el que aparentemente no ocurre mucho, te das cuenta de que ahí ocurre todo…

—Era el único puerto de salida de la Europa continental,, ya estaba todo cerrado porque los otros países neutrales como Suiza pues no tienen puerto y Suecia lo separa el mar en el Báltico, entonces para salir de Europa tenías que pasar por Lisboa. De hecho Casablanca trata de unos papeles que es un salvoconducto para llegar a Lisboa y de Lisboa a salir, no se iban de Casablanca porque no tenía aviones, no había vuelos, ni barcos que iban a América entonces, pues por eso cobra esa importancia impresionante digamos en ese tiempo.

Otra cosa que es totalmente verdadera de la novela es la biografía de mi bisabuelo, por eso digo que también viene mezcla de biografía, porque todo lo que cuento de mi bisabuelo es cierto, parecería de repente que es ficción porque sus fiestas y esa vida estrafalaria parecería un poco ficción, pero es real, entonces de alguna manera a mis personajes de ficción cobran realidad por los personajes reales y los reales les baja un poco la realidad y los vuelve más ficticios conviviendo con los de la ficción, creo que sucede eso, pero pues ahora sí que cada lector sabrá.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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