México

Una brecha machista

Mexicanas aún enfrentan violencias y rezagos. Reformas buscan sanar estas omisiones

05/10/2024 - 6:30 pm

En el tercer día de su mandato, la Presidenta Claudia Sheinbaum presentó un paquete de iniciativas que enviará al Congreso de la Unión, enfocadas en los derechos de las mujeres, una de ellas para incluir en la Constitución la igualdad sustantiva, reducir la brecha salarial y la paridad en todos los cargos de la Administración pública federal, entre otros. Esto ocurre en un país donde las mujeres mexicanas enfrentan brechas laborales pero también en ámbitos educativos, profesionales, de pobreza y hasta violencia. 

Ciudad de México, 5 de octubre (SinEmbargo).- Las mujeres mexicanas siguen enfrentando, en pleno siglo XXI y pese a avances sustanciales, brechas en diferentes ámbitos como el salario, las oportunidades laborales y profesionales, pobreza, educación mientras los distintos tipos de violencia en su contra no disminuyen. Así recibió el país la primera mujer Presidenta, Claudia Sheinbaum, quien ya prepara una serie de reformas para garantizar la protección de este sector y todos sus derechos. 

El 3 de octubre, su tercer día de mandato, la mandataria Claudia Sheinbaum dedicó su conferencia “La mañanera del pueblo” para presentar todo un paquete de reformas en materia de género y derechos de las mujeres, que incluye dos constitucionales para garantizar la igualdad sustantiva en el artículo 4°, la igualdad salarial y la paridad en todos los cargos de la Administración pública federal; también, el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencias en un país donde matan a 10 mujeres diariamente, según cifras del mismo gobierno. 

La presidenta ha anunciado que se fortalecerán las medidas de protección para las mujeres en materia de violencia digital –lo que se conoce como ley Olimpia– y se promoverán leyes para que el agresor salga de casa, en lugar de que las mujeres y sus hijos tengan que acudir a un refugio, también protección frente a la violencia vicaria. 

“E camino no será fácil”. Foto: Cuartoscuro.

Esto es un primer paso para avanzar en reducir las violencias y brechas que enfrentan las mujeres. “La importancia de la paridad es que se vuelva sustantiva y eso quiere decir que las mujeres no solamente esten en cuotas o números sino que puedan participar, tomar decisiones, poner sus agendas al frente y esta paridad también lo que busca es la igualdad sustantiva para todas las mujeres no sólo para quienes están en puestos de poder”, dijo Friné Salguero, directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) y parte de la Comisión redactora para la cartilla de los derechos de las mujeres que presentará el gobierno de Sheinbaum. 

“A mi me parece que lo que hemos visto hasta el momento, es muy temprano, es que hay planes para empujar esa igualdad sustantiva, para que las mujeres puedan empujar sus derechos entonces estaremos atentas, construyendo desde la sociedad civil para que las cosas se hagan y participar para que esto suceda”, concluyó. 

Frida Hyadi Díaz González, parte también de la Comisión Redactora y del ILSB en el Programa de Mujeres Indígenas, agregó que la importancia de la igualdad sustantiva radica en que no todas las mujeres tienen las mismas condiciones y es importante también nombrarlas como las mujeres indígenas, afromexicanas, empobrecidas y las juventudes. “Lo que presenta el gobierno de Sheinbaum se ve prometedor pero falta que se concreten estas promesas y los proyectos”. 

LAS BRECHAS 

Pero hablemos de las brechas entre mexicanas y mexicanos. Primero, sobre la brecha salarial de género –esa que mide la diferencia entre los ingresos que perciben hombres y mujeres en el mercado laboral y se expresa como porcentaje respecto de las percepciones masculinas–, es decir, ¿cuánto más cobran de salario los hombres que las mujeres? 

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) con base en los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), hasta marzo de 2024, la brecha salarial de género es de 16 por ciento, por cada 100 pesos que percibe un hombre por este concepto, una mujer percibe 84 pesos.

Otro dato. Según un reciente análisis del Banco de México (Banxico) con base del Reporte sobre las Economías Regionales Octubre – Diciembre 2023, estas desigualdades salariales entre mexicanas y mexicanos tienen un comportamiento diferente según la zona del país. La zona norte es donde hay mayor porcentaje de desigualdad salarial entre hombres y mujeres en el sector formal, aunque en todo México, las mujeres perciben menos dinero.

El IMCO detalla que esta brecha salarial se debe, principalmente, a cuatro razones: las horas de trabajo –las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres a actividades no remuneradas, por lo que tienen menos tiempo disponible para trabajar por un ingreso–, la posición jerárquica –las mujeres tienden a estar concentradas en puestos de entrada y pocas alcanzan gerencias o direcciones–, el nivel educativo y la concentración de personas del mismo sexo en ciertos sectores y ocupaciones. 

violencias mujeres
Las brechas de género comienzan desde las infancias que se ven reflejadas, por ejemplo, en la brecha salarial. Foto: Cuartoscuro

Los estados con una menor brecha salarial en el país son la Ciudad de México, San Luis Potosí, Chiapas y Veracruz, donde esta disparidad es menor a 10 por ciento. 

Lo anterior, las diferencias entre los salarios que perciben mujeres y hombres, está muy relacionado con la brecha laboral, la desigualdad de oportunidades en el acceso al empleo y proyecciones profesionales. Datos de la ENOE del Inegi muestran que, al cuarto trimestre de 2023, la tasa de participación laboral de las mujeres –aquellas que forman parte de la fuerza laboral respecto de las que están en edad de trabajar–, se ubicó en 46.5%, la tasa más alta que se tenga registro.

Pese a estos, la brecha con los hombres se mantiene alta pues la tasa de participación para ellos es de 76.4% de la población en edad de trabajar, la tasa de necesidades laborales es de 14.5% de la fuerza laboral, y la tasa de informalidad es de 54.1% de los ocupados.

De acuerdo con Friné Salguero, uno de los factores que mantienen estas brechas altas para las mujeres es el rol del trabajo doméstico y de cuidados, en la cual las mujeres, en promedio, trabajan seis horas menos a la semana que los hombres en trabajo remunerado, pero 24 horas semanales más en labores no remuneradas, con lo que se hace urgente la implementación del Sistema Nacional de Cuidados en México, una promesa que la Presidenta Claudia Sheinbaum también hizo. 

Pero estas brechas comienzan desde antes, donde se ubica la brecha educativa, las diferencias entre iguales de acceso, trayectoria, progreso y resultados educativos dentro del desarrollo, las barreras para una educación digna y de calidad. 

Según un informe del IMCO, las y los mexicanos han incrementado de manera notable sus años de escolaridad en las últimas décadas y en promedio los mexicanos logran concluir la secundaria pero esto no se ha traducido en un incremento proporcional en el desarrollo social y económico, ni se ha logrado disminuir significativamente la desigualdad educativa y socioeconómica. 

En promedio, los alumnos de las familias más pobres todavía tienden a ser quienes menos aprenden. Al crecer, suelen tener empleos menos satisfactorios y una mayor falta de oportunidades en salud, desarrollo y educación para sus hijos, quienes heredan parte de esos obstáculos. Esto afecta en mayor medida a las niñas y adolescentes, quienes suelen dejar la escuela a temprana edad por labores de cuidado. 

La Encuesta Nacional Sobre el Uso del Tiempo, hasta 2019, dice que de los adolescentes que no asisten a la escuela, 819 mil son mujeres (15.7%) y el resto hombres (16.7%). Las causas del abandono escolar son múltiples y diferentes entre ambos sexos y algunas tienen que ver justamente con los roles de género pues de los adolescentes que no asisten a la escuela porque se casaron o se unieron, el 90% son mujeres; de los que no asisten porque ayudan a las labores domésticas o cuida a hijos o a algún familiar el 92% son mujeres y finalmente, cuando la causa se relaciona con un embarazo, el 93% del abandono escolar lo hacen las mujeres adolescentes.

mujeres indígenas
Las mujeres indígenas enfrentan brechas aún más pronunciadas en México. Foto: Cuartoscuro

LA BRECHA DE POBREZA 

Sobre la brecha de pobreza entre mujeres y hombres en México, los datos más recientes son del informe Avances en los objetivos de desarrollo sostenible 2024 de la Organización de las Naciones Unidas en conjunto con UN Women que evidencia los escuetos esfuerzos en América Latina y El Caribe para garantizar la igualdad regional; alertaron que de no comenzar a trabajar en las recomendaciones y compromisos de la declaración Beijing+30, tomará más de 100 años que las mujeres, niñas y adolescentes accedan a los mismos privilegios que sus congéneres.

Uno de los indicadores más alarmantes es la pobreza pues son las mujeres quienes ocupan la mayoría de la “extrema pobreza” representando el 9.8% de la población global, esto quiere decir, que hay 24.3 millones más de mujeres en esta situación que hombres.

A nivel regional, ONU Mujeres destaca también que este sector juega un rol fundamental en los sistemas alimentarios como trabajadoras al producir 1 de cada 3 alimentos, como distribuidoras del producto, comerciantes y consumidoras, sin embargo, a nivel global las brechas de inseguridad alimentaria continúan vigentes.

Según el órgano, las mujeres tienden a realizar trabajos sin recibir un pago a cambio o bien, acceden con mayor incidencia a salarios muy precarizados; y esto termina por repercutir en la vida de las adolescentes y niñas, pues les obstaculiza acceder a oportunidades de escuela, dedicarse a otras actividades de estudio e incluso, de descanso. 

En México, los datos vienen del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que determinó que en 2022, el 36.3% de la población se encontraba en situación de pobreza, lo que equivale a 46.8 millones de personas, de las cuales 24.6 millones eran mujeres, lo que representa el 52.6% del total.

Entre las consecuencias de la pobreza en mujeres se encuentran los problemas de salud y desnutrición, especialmente en las mujeres rurales e indígenas; la delincuencia, las adicciones, los abandonos familiares, los embarazos adolescentes y los divorcios; la exclusión social y la falta de oportunidades para el desarrollo económico y social.

Todo esto sin dejar de lado las violencias que enfrentan. De acuerdo con cifras oficiales, México cerró 2023 con más de 3 mil asesinatos de mujeres, de los cuales solo un 25% fue investigado como feminicidio, 827 casos. Y en lo que va de este año, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, suman ya 523 feminicidios y mil 784 muertes de mujeres que se investigan como homicidio doloso. 

violencia feminicida
Protesta contra la violencia feminicida. Foto: Cuartoscuro

Otras cifras que revelan las violencias vienen de la Red Nacional de Refugios, organización que reportó que alrededor de 24 mil mujeres y sus hijos e hijas se han visto obligados a vivir en un refugio huyendo de la violencia, esto significa un aumento del 75% respecto al mismo periodo del año anterior.

De aquí la importancia de las iniciativas presentadas por la mandataria federal, Claudia Sheinbaum, pero sobre todo que se cumplan estas promesas y proyectos. “En la conferencia mencionamos que México tiene que cumplir para 2030 una serie de objetivos de desarrollo sustentable, esto implica que tiene que hacerse una realidad la igualdad sustantiva”, comentó en entrevista la abogada feminista Karla Micheel Salas

“Es una gran señal que justamente al inicio de su gobierno la Presidenta esté firmando esta serie de iniciativas que son fundamentales para continuar garantizando los derechos de las mujeres y las niñas en este país pero no solo eso, también poner en marcha el proyecto de la Cartilla que permitirá a las mujeres en todas sus diversidades conocer cuáles son, porque en la medida de que podemos entender cuáles son es que podemos exigirlos”. 

Nancy Gómez
Nancy Gómez es reportera especializada en periodismo judicial, de datos, derechos humanos y género. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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