EL ESCUDO DEL EQUIPO

05/10/2011 - 12:00 am

Este día no ha sido convencional… en la Ciudad de México, la más grande del país y una de las zonas metropolitanas más pobladas del mundo, nunca lo son y menos para quien se encarga de la Procuraduría General de Justicia. Pero este 3 de octubre despertó muy de madrugada con un bombazo que destruyó la sucursal Santander, situada sobre la Calzada de Tlalpan, en la Colonia Toriello Guerra, en la Delegación Tlalpan; no se reportaron heridos. Luego, en el transcurso de la mañana, fueron localizados los cuerpos de dos personas decapitadas dentro de una camioneta en el cruce de Periférico con Lomas de Sotelo, en los límites con el municipio de Naucalpan, Estado de México.

El rostro de Miguel Ángel Mancera Espinosa muestra agotamiento, aún no ha probado bocado y las reuniones con sus mandos se suceden una tras otra, “esto va para largo”, nos dice. Son las 15:20 horas, apenas desahogó una conferencia para explicar a la prensa detalles no sólo de los hechos de esta mañana, sino también sobre el incendio en las bodegas de la tienda departamental Walmart ubicada en Buenavista –el pasado viernes 30 de septiembre–, y que fue reinvindicado por el grupo Células de Fuego Fracción Federación Anarquista Informal de México. El procurador dijo a la prensa que la causa fue un corto circuito; sin embargo, asegura, agregarán a la indagatoria la supuesta participación de los anarquistas.

No. No es un día común. El rostro sonriente de Mancera muestra sólo una parte de su estado de ánimo, sus ojeras revelan el otro. Pero así han estado los días recientes en la capital del país. Eventos de alto impacto han sacudido a la gran urbe. ¿Qué está pasando en la Ciudad de México? ¿Acaso dejó de ser el santuario de seguridad que tanto se presume desde la oficina de Gobierno del Distrito Federal? Eso es lo que todos los que hemos gozado de esta “relativa” paz nos preguntamos, también se lo preguntan los miles de migrantes que huyendo de la violencia en otras zonas del país se han volcado sobre “chilangolandia”, una ciudad estigmatizada a nivel nacional por su violencia hasta hace menos de una década, justo cuando sus cifras de abatimiento a la delincuencia comenzaron a bajar radicalmente.

No todo ha sido su obra. Pero uno de los protagonistas de este cambio es la propia Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, ahora premiada incluso por organismos nacionales e internacionales por sus avances.

Quien la dirige, el abogado Mancera, tiene 45 años y egresó de la Universidad Nacional Autónoma de México con mención honorífica, además de realizar estudios de posgrado en Derecho Penal. Su éxito, dice en esta charla con SinEmbargo.mx –que se realiza entre los informes que le llegan sobre los acontecimientos violentos de esta mañana y con su equipo recibiendo reportes detrás de la puerta–, es hacer las cosas diferentes: no quedarse encerrado en su oficina, estar en el lugar de los hechos y negociar con base en el respeto al Derecho.

Hacer equipo, agregaríamos, porque este Procurador nunca habla en primera persona, siempre dice “nosotros”, se refiere a “nosotros” para todos sus señalamientos, como si sólo fuera el representante de un gran equipo, el escudo. Humildad o soberbia. Vaya usted a saber. Pero le ha redituado. El hombre es uno de los mejor calificados dentro de la administración que hoy gobierna la Ciudad de México para ser el sucesor del “Jefe” Ebrard.

Estas son las armas de quien podría ser candidato por el PRD al gobierno del Distrito Federal en 2012.

Pero, según él, eso no lo decidirá por sí mismo. Responde a un proyecto y a un líder. Su lealtad está antes que cualquier aspiración personal y legítima. “Yo no me muevo… todo será cuando el que me puso acá lo diga”. El hombre que tiene esa decisión, por tanto, se llama Marcelo Ebrard Casaubón.

 

¿Por qué no dedicarse a la abogacía y dejarse de sufrir tanto dolor de cabeza?

Bueno, ese tema fue una coyuntura que se presentó en el propio ejercicio de la abogacía. Es decir, venía desempeñándome siempre en el ejercicio directo de la defensa, hasta en 2001 cuando conocí al licenciado Marcelo Ebrard; en 2002 ya tuvimos una invitación para participar con él. La verdad es que empezamos en áreas bajas, estuve como subdirector, luego como director, director ejecutivo, luego como asesor del secretario, siempre en seguridad pública, y de ahí pasamos a la dirección Juridíca de Desarrollo Social. Luego siguieron otras responsabilidades, como la de Consejero de la Judicatura, y luego pasaron mucho más arriba hasta llegar a Subprocurador.

 

Usted no tiene un perfil tradicional de procurador. No como los personajes duros que conocimos en el pasado… Muchos lo ven como negociador y político, pese a no tener tanto tiempo en el servicio público.

La verdad es que nosotros siempre hemos creído mucho en la parte del diálogo para varias de las conflictivas que se presentan en esta actividad. Obviamente hay muchos casos en los que hay que tomar decisiones y que no puede haber medias tintas. Pero hay muchos otros que la propia dinámica del proceso penal, de la integración de las averiguaciones en donde se permite el diálogo, donde se puede cumplir incluso con principios del propio Derecho Penal, que habla que primero tienes que agotar todas las demás vías, las demás áreas del Derecho –civil, administrativa, laboral, familiar– y todos los mecanismos de despresurización del Derecho Penal, como la conciliación y la mediación, y todo eso es lo que nosotros creemos y lo que nosotros hacemos.

Sí nos ha dicho que somos diferentes, porque a mí también me gusta mucho la operatividad. De repente nos ven en la calle dirigiendo un operativo o participando, o haciendo actividades que a veces no son comunes para el Procurador, nos subimos a la moto al helicóptero, pero esa es parte de la formación que nosotros venimos desde Seguridad Pública.

 

Estamos hablando que la exigencia que recae sobre Usted es cuidar la ciudad más grande del país. Sin embargo, en las últimas semanas estamos viendo hechos que preocupan. El DF se precia de ser la metrópoli más segura del país, ¿será que dejó de serlo?

Lo sigue siendo y nosotros lo medimos muy claro. Si uno observa los lugares de concentración tenemos la razón. Por ejemplo ayer mismo (domingo 2 de octubre), con todo y el evento de la Marcha del 2 de Octubre –que dicho sea de paso ha sido una de las más pacíficas y ordenadas que yo he observado en mi trayecto en el servicio público–, no se dio ningún problema, ni siquiera vandalismo; no obstante que había una concentración importante de personas en el Centro Histórico. También se observa en las noches, donde hasta altas horas tenemos diversiones en el DF. Mucha gente que viene de otros estados, donde están viviendo horarios verdaderamente complicados, donde la gente ya no sale después de las 7 de la tarde o en cuanto oscurece, se da cuenta, lo comenta, y eso nos está dando un pulso de la ciudad.

La otra parte es que en una urbe de muchos millones de personas no estamos exentos de que haya quienes quieran operar grupos de narcomenudistas, de robo de vehículos, de trata de personas. Es decir, el combate contra el delito es permanente y no se puede detener. No podría haber un momento en el que dijéramos ‘ahora sí no podemos hacer nada porque la ciudad ya está completamente en paz’. Eso es imposible, porque ésta es una urbe que vive, que pulsa el día a día y tiene de todo.

Pero en el contexto general creo sinceramente que es una ciudad que se puede vivir con seguridad.

Sin embargo, ya hay pronunciamientos en torno a que los cárteles de la droga están operando desde esta ciudad.

Nosotros tenemos una operatividad y un contacto directo con las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. La policía federal es quien está llevando este análisis, es quien lleva la parte de inteligencia de los cárteles, en conjunto, obviamente, con la parte ministerial que es la PGR. De la información de inteligencia que se nos dio en la última reunión que tuvimos con el secretario Genaro García Luna, con todo su staff de primer nivel, puedo precisar que aquí no están asentados los cárteles. Así no lo dijo. Que sí hay capturas, y a veces de gente importante de los cárteles, es porque o vienen de tránsito o porque se están ocultando. Otro asunto es que también esta ciudad ha servido en ocasiones para este tipo de sujetos de suministro; es decir, las cuestiones tecnológicas las cuestiones sofisticadas, lo que no encuentras en otros estados sí los puedes encontrar en el Distrito Federal, entonces acuden a proveerse y hay muchas capturas que se dan en esos trayectos.

 

Otro asunto que recriminan los analistas es que la Ciudad de México se está convirtiendo en un centro de lavado de dinero.

Bueno, es una ciudad tan grande y con tantas posibilidades de desarrollo empresarial que sí se exige, por lo mismo, que se pueden cerrar las líneas del lavado de dinero. Acabamos de tener un ejemplo muy claro con la investigación de la muerte de las periodistas (el 1 de septiembre pasado), en donde nosotros entramos en contacto con el mecanismo de los centros cambiarios y advertimos que tienen una regulación muy laxa, en donde tenemos que entrar en otra discusión, pues no se puede hablar de este mercado y que se permita, con una legislación tan endeble, que las operaciones se estén dando sin control.

 

Los sucesos de esta mañana también ponen otra gran alerta…

Estas manifestaciones de anarquistas, que incluso ya hay una reinvindicación pues nosotros las tomamos, obviamente, con el interés de la investigación ministerial que corresponde. Por supuesto que se reprocha todo este tipo de ataques contra la sociedad o que pretendan alterar la vida comunitaria. Ha habido ya capturas de estas personas, vamos a seguir en el combate a estos señores. El que nos hayan venido a dejar a estos dos sujetos decapitados, en un vehículo que tiene reporte de robo en Tecámac, Estado de México, pues es otra manifestación más que exige combate por nuestra parte. No estamos lavándonos las manos, estamos haciendo lo que nos corresonde.

El tema del narcomenudeo, ya lo hemos señalado, es un asunto donde estamos pendientes de todo el proceso de operación, ya lo conocemos y lo seguimos estudiando para atacarlo con fuerza; lo que nos toca es hacer mucha presión sobre estos grupos y mucha presencia en las zonas donde operan.

 

La crítica hacia las acciones de su cargo arrecia en el contexto electoral y porque, desde luego, la prioridad número uno de la ciudadanía es la seguridad. Las críticas contra usted arrecian…

Yo creo que siempre hay personas que les gustaría ver al Distrito Federal en malas condiciones, que hubiera una situación adversa o que se diera un suceso que que la dejara mal parada. Pero también hay mucha gente que habla bien del DF y que ahora, incluso, razona la posibilidad de vivir en esta ciudad. Más de 5 mil empresas importantes que han mudado sus operaciones al DF y eso también es un tema relevante. Empresarios muy renombrados e importantes de la vida nacional han cambiado su residencia a esta urbe; eso, a nosotros, nos obliga a reforzar todos los esquemas con los que estamos operando.

Eso no tiene vuelta atrás, no hay duda. La policía del Distrito Federal es una buena policía, ya lo ha dicho el jefe de Gobierno, ayer en la Marcha del 2 de Octubre también se puso a prueba la operatividad y el resultado fue muy alentador, diversas capturas que se están llevando a cabo también nos alientan, el esclarecimiento de diversos casos por parte la policía de investigación, todo es fundamental para nosotros.

 

De acuerdo con encuestas y sondeos, usted tiene buena percepción entre los capitalinos. ¿Le gustaría ser Jefe de Gobierno?

Creo que el tema aspiracional es de todas las personas. Siempre los seres humanos estamos en una lógica de plantearnos metas. En este mismo ánimo de servicio, pues te planteas metas y una como penalista, ya alcanzada, fue dirigir la Procuraduría en una ciudad  tan grande como el Distrito Federal. ¿Qué sigue o qué viene? Ahí se conjuntan muchos factores. Creo que sí me gustaría estar en una posición de servicio, de seguir en contacto con esta ciudad y aplicar aún mejor lo que ya sabemos hacer. No sé si se diera en el esquema de la Jefatura de Gobierno, pero por lo pronto el compromiso que nosotros tenemos es doble: un compromiso que se da con la sociedad, por el que cargo que se tiene, y un compromiso de lealtad que hay con el Jefe de Gobierno por habernos dado la oportunidad de estar acá, y yo no me muevo hasta que sea el momento adecuado para todos.

 

¿Qué esperaría entonces para decidir? ¿Una señal del Jefe de Gobierno?

Vamos a esperar los tiempos. No nos vamos a adelantar de ninguna manera, vamos a seguir trabajando, que es lo primero que tenemos que hacer, porque si no entonces sí pudiéramos tener un señalamiento social y podrían decir que si alguien quiere hacer otro tipo de actividades pues que se vaya de su cargo. En este caso no, en mi caso lo primero es mi lealtad con el Jefe de Gobierno, con su administración y su persona, de eso depende todo… adelante veremos la decisión que se toma.

 

¿Qué es lo que más pesa de este cargo?

Creo que hay una gran carga que tiene qué ver con la familia. Hay una gran exigencia presencial por parte de este trabajo, es un lugar donde no puedes sólo encargar y olvidarte, y hacer otras actividades. Es un lugar que exige la presencia, el cuidado y el detalle. Y eso se logra sólo estando todo el tiempo encima.

 

Dónde cree que ha hecho bien las cosas.

Creo que hay un tema de inercia en esta institución, que se está viviendo y que hemos buscado contagiar a nuestros servidores públicos, y es que realmente queremos un cambio, queremos que la Procuraduría se vea diferente. ¿Cómo lo podemos lograr? No lo sé, más allá de esquemas presupuestales hasta dónde se nos permita. Lo que sí tengo muy claro es que las líneas que hemos estado estableciendo, los programas que se han estado lanzando, han dado resultados y eso te da un plus para que el trabajo salga bien y que la sociedad así lo perciba. La sociedad ve que los asuntos se resuelven, ve que no estamos actuando de manera  arbitraria, que no se hace un ejercicio abusivo del cargo, que no se actúa con prepotencia, y eso reditúa en las opiniones. Nosotros siempre las agradecemos, las buenas y las malas, porque éstas últimas nos sirven para corregir el paso.

 

Pero la corrupción y el saneamiento de los cuerpos policiacos no termina de convencer…

Acabamos de terminar un primer ejercicio con México Unido Contra la Delincuencia, que tiene que ver ya con el área ministerial. Es decir, ya se han establecido 20 puntos de observación por parte de personal de México Unido Contra la Delincuencia, monitoreado, capacitado y ha arrojado buenos resultados. Reconozco que no hay una ausencia absoluta de temas complejos y que no nos es indiferente que la gente nos perciba mal, pero los porcentajes de aceptación y de eficiencia han sido bastante satisfactorios.

En el área de la policía estamos trabajando de igual manera con una rigidez muy marcada en el área de Asuntos Internos y con mucha rigidez para el área del Instituto de Formación.

 

¿Qué opinión le merece la iniciativa del presidente Felipe Calderón respecto a la Ley Nacional de Seguridad?

Nosotros hemos reiterado que seguramente hay una necesidad de armonizar y modernizar algunos ordenamientos que tienen que ver con la seguridad del país. Obviamente nos pronunciamos porque todo esto se haga dentro de los marcos y los señalamientos de las disposiciones que dan equilibrio a los poderes y dentro de las disposiciones que protejan los derechos humanos. Entonces más allá de una ley o de una propuesta o reforma, lo que creemos es que ésta debe estar en el marco de la legalidad y del respeto a las personas. Eso es lo fundamental.

 

En la Conago, la PJDF ha sido protagonista…

Sí, hemos tenido una participación directa, siempre con las confianza del Jefe de Gobierno, buscando los esquemas de planteamiento de estrategias que determinan los gobernadores, de la difusión de las experiencias propias tanto de seguridad pública como de la Procuraduría que puedan servir a otros estados. Hemos estado dándole un impulso a este tema de Conago que resultó un éxito y está arrojando cifras importantes.

Hay una intensa comunicación y la verdad es que los estados mismos cuando ven que sus resultados son buenos y se difunden, cuando hay reducciones que van del 20 al 12% en los índices delincuenciales, nos apoyan y respaldan pues el esquema operativo funciona. No somos la única alternativa, pero la propuesta funciona…

Rita Varela Mayorga
Periodista especializada en economía y finanzas. Fundadora y Directora de Información de SinEmbargo.mx, fue también Directora de la revista Energía Hoy, Ruta de Negocios, Directora Editorial de El Economista y Editora en el diario Reforma. Es consultora editorial y ha participado en procesos de reingeniería de una decena de medios de comunicación nacionales. Además es coautora de los libros Los Suspirantes (Editorial Planeta, 2005); Los Amos de México (Editorial Planeta, 2007); Los Suspirantes 2012: Los precandidatos de carne y hueso (Editorial Planeta. Temas de hoy, 2012), y Los Suspirantes 2018: La carrera por la Presidencia de México (Editorial Planeta. Temas de hoy, 2018).
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