La especialista indicó que estos cigarros tienen materiales corrosivos como cerámica, plástico, caucho, fibras de filamento y espuma. De igual manera, cuentan con un elevado porcentaje de nicotina que varía de una marca a otra.
Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo).- Los cigarros electrónicos representan serios riesgos para la salud, pues el vapor que emiten contiene sustancias tóxicas como partículas minúsculas de hierro, estaño, níquel y cromo, entre otras.
Guadalupe Ponciano, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo, de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Autónoma de México (UNAM) asegura que existen muchos mitos en cuanto a que los cigarros electrónicos no son dañinos para la salud.
“Algunos mitos, como que no afectan la salud igual que los cigarros convencionales, han incrementado significativamente la popularidad de los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN, mejor conocidos como cigarros electrónicos) en los últimos años”, remarcó.
La especialista indicó que estos cigarros tienen materiales corrosivos como cerámica, plástico, caucho, fibras de filamento y espuma. De igual manera, cuentan con un elevado porcentaje de nicotina que varía de una marca a otra.
Esta clase de dispositivos se ha vuelto atractiva para los jóvenes por su diseño vinculado a la tecnología, también por la variedad de sabores artificiales: chocolate, caramelo o goma de mascar. Sin embargo, su consumo es altamente peligroso pues podrían explotar en la boca causando severos daños en rostro y manos. También generan crisis cardiovasculares que podrían ser mortales, pues la nicotina causa infartos al miocardio. Asimismo, los pulmones son afectados ante el consumo reiterado.
Guadalupe Ponciano indicó que el vapor que emiten no es de agua y contamina el aire; además, contiene pequeñas partículas que se acumulan progresivamente en el aparato respiratorio y lo dañan.
La especialista aseguró que su publicidad confunde a los posibles consumidores y atenta contra las políticas de espacios libres de humo de tabaco.
“En todas sus variantes son una droga con permisividad social, cuyo uso indiscriminado perjudica la salud de quien la consume”.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios indica que estos dispositivos no cuentan con registro sanitario, por lo que su venta es ilegal. Sin embargo, varios sitios en Internet siguen comercializándolos sin ningún tipo de regulación ni garantía para los consumidores.