La Senadora panista Adriana Dávila Fernández ve la mano de José Antonio Meade Kuribreña detrás de la maniobra priista que llevó al panista Ernesto Cordero Arroyo a presidir la Mesa Directiva del Senado de la República, lo que su vez desató una crisis interna en el blanquiazul.
La legisladora destaca que no es la primera vez que Cordero y Meade cabildean juntos, y pone como ejemplo la polémica votación que colocó a Paloma Merodio Gómez en un alto cargo del Inegi. “Quienes cabildearon ese nombramiento fueron Roberto Gil, Jorge Luis Lavalle y el propio Ernesto Cordero. También participó José Antonio Meade, porque ella era de su gente. ¿Por qué? Porque es la esposa [Merodio Gómez] del socio de Ernesto Cordero”, sostiene la legisladora, quien era una de las candidatas a presidir la Mesa Directiva en la Cámara alta.
Vidal Fernando Romero León, jefe del Departamento Académico de Ciencia Política del ITAM, observa un fallido “golpe de Estado” en contra de Guillermo Anaya, presidente nacional del blanquiazul, impulsado por el partido oficial. “Tu esperanza es que te sigan suficientes para que eso sea sostenible, pero acá parece que nadie los siguió y el PRI sale limpio de todo esto”, dice el politólogo.
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Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo).- La Senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Adriana Dávila Fernández, afirmó que detrás de la designación de Ernesto Cordero Arroyo está José Antonio Meade Kuribreña, actual Secretario de Hacienda y Crédito Público y aspirante a la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República.
Dávila Fernández, junto con la Senadora Laura Rojas Hernández, fueron consideradas por el grupo parlamentario de Acción Nacional (AN) para presidir la Mesa Directiva de la Cámara Alta. Sin embargo, con el apoyo del resto de las bancadas y cuatro panistas, Cordero Arroyo fue elegido.
“Yo lamentaría muchísimo que después de lo que ven aquí, ellos prefirieran –en su momento– irse con José Antonio Meade, quien es el candidato del PRI, que trabajar con el PAN, independientemente de quién sea el candidato”, dijo Dávila en entrevista con SinEmbargo.
Meade Kuribreña y Cordero Arroyo se conocen hace décadas: desde que eran estudiantes del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), entre 1989 y 1990. Ambos fueron vicepresidentes del Consejo de Alumnos de esa institución. Incluso, un año después, el presidente de ese consejo fue Luis Videgaray Caso.
Ya en la función pública, y en el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, Meade sustituyó a Cordero en 2011 al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La Senadora Adriana Dávila, también cercana al grupo del ex Presidente Calderón, fue jefa territorial de la campaña de Ernesto Cordero cuando compitió contra Gustavo Madero Muñoz por la presidencia nacional del PAN en 2014.
Dávila destacó que en el pasado Meade y Cordero han cabildeado en el Senado por las mismas apuestas.
Este es el caso de la controvertida postulación de Paloma Merodio Gómez para ser consejera del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Quienes cabildearon ese nombramiento fueron Roberto Gil, Jorge Luis Lavalle, y el propio Ernesto Cordero. También lo participó José Antonio Meade, porque ella era de su gente. ¿Por qué? Porque es la esposa del socio de Ernesto Cordero [José Carlos Rodríguez Pueblita]. Y yo se los dije: ‘¿cómo es posible que defiendan a compañeras de otros partidos y a nosotros nos utilicen sólo para apoyarlos?’”, comentó Dávila.
El pasado 11 de abril, Ernesto Cordero acusó, en una entrevista con Milenio, a organizaciones civiles como el Centro de Estudio Espinosa Yglesias, el IMCO y Ethos Laboratorio de “ardidos” por condenar la designación de Paloma Merodio, a quien se le acuñó ser la candidata de Peña Nieto para ocupar la Vicepresidencia del Inegi.
El propio Cordero se excusó de las discusiones sobre Merodio, ya que la consejera del Inegi es esposa de José Carlos Rodríguez Pueblita, quien es socio, junto con Cordero, de una consultora.
Meade pudo haber pesado en esta decisión, coincidió con la legisladora panista Vidal Fernando Romero León, jefe del Departamento Académico de Ciencia Política del ITAM.
“Sí, muy probablemente. Cordero, Gil, todo este grupo siempre ha tenido muy buena relación con el Gobierno de Peña y con miembros dentro del Gobierno de Peña, y parece más o menos claro que por ahí viene este ofrecimiento. Este grupo dentro del PAN es una especie de golpe de Estado, donde atacas el Palacio Nacional y luego tu esperanza es que te sigan suficientes para que eso sea sostenible, pero acá parece que nadie los siguió y el PRI sale limpio de todo esto”, explicó Romero.
A su vez, el vocero del PAN en la Cámara de Diputados, Jorge López Martin, también acusa la operación del partido oficial.
“Lo que estamos viviendo es que el PRI compró la voluntad a efecto de hacerle una enorme daño a la nación, quiere violentar el Estado de Derecho, amenazar las libertades de opositores, activistas y periodistas con este intento de designación de un Fiscal de nueve años”. dijo.
ES LA CANDIDATURA Y NO EL FISCAL
El PAN sostiene que el conflicto interno y el que mantiene con el PRI se debe a su oposición al pase automático del Procurador Raúl Cervantes Andrade a la Fiscalía General.
Los senadores Jorge Luis Lavalle Maury, Javier Lozano Alarcón, Roberto Gil Zuarth, Salvador Vega Casillas, quienes votaron por Ernesto Cordero Arroyo, fueron tachados de traidores por el resto de la bancada, que espera a que el partido los sancione.
Pese a que se especuló que los calderonistas apoyarían el nombramiento de Cervantes Andrade, hoy dos días después y tras las críticas se comprometieron públicamente a no hacerlo y reiteraron su oposición a Ricardo Anaya Cortés, presidente nacional del PAN.
Nicolás Loza Otero, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), aseguró que el peso político de apoyar al priista Cervantes será demasiado alto para el los senadores señalados y para el blanquiazul.
“Creo que los senadores panistas van a estar muy vigilados. Y si apoyan a Cervantes, ese apoyo va a ser muy muy costoso”, advirtió Loza Otero.
Los politólogos consultados descartaron que la discordia dentro PAN sea por evitar el pase automático de actual titular del PGR a la Fiscalía General, cuya discusión se avecina en este periodo de sesiones, sino que se trata de la carrera presidencial por representar al partido blanquiazul.
Ricardo Anaya, dijeron, busca subirse a la ola de exigencias que han llegado al Congreso de la Unión desde la semana pasada, cuando casi 300 organizaciones de la sociedad civil pidieron un Fiscal autónomo y sin tintes políticos.
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A través de un video, la aspirante panista Margarita Zavala salió al paso para despejar dudas sobre un apoyo a Cervantes, contra la maniobra que llevó a Cordero a la Mesa Directiva y apuntaló que el conflicto interno reveló una falta de liderazgo en Acción Nacional.
“El argumento de Margarita es que casi casi usaron a Ernesto Cordero, y la verdad no creo. La verdad es que en la política la ingenuidad no existe. Tengo un amigo que se le llama de otra manera, o existe tontería o complicidad. Y lamentablemente a estos tiempos debo decirte que lo segundo es lo más claro, porque prefirieron lastimar al partido antes que perder privilegios”, refirió Dávila.
La ex Primera Dama también exigió la renuncia del líder nacional panista.
“Decir: ‘ahora vamos por la expulsión de Ricardo Anaya’, para mí eso, significa que Margarita tampoco estaba de acuerdo con que yo pudiera ocupar la Mesa Directiva. Y lo lamento muchísimo, porque yo jamás cuestioné su capacidad […]. Ahora resulta que mejor pedimos la expulsión del dirigente en lugar de decir, que tenemos que ser firmes en todo lo que viene, no sólo en el nombramiento de fiscal, sino en la Ley de Seguridad Interior, el Mando Mixto, que no quiere discutir el Presidente Peña Nieto, porque ya dijo que quiere 32 policías estatales de mando único”, añadió Dávila.
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En este sentido, Loza Otero expuso que la fortaleza que tiene Margarita Zavala Gómez del Campo fuera del partido contrasta con su debilidad al interior.
“Creo que es uno de los recursos que Anaya, quien al controlar el partido controla la política de alianzas. El Frente Amplio en principio es un instrumento para atajar las aspiraciones de Margarita Zavala”, explicó.
La senadora Dávila apuntó que entre los senadores que votaron en favor de Cordero también se ha visto una apuesta para que Rafael Moreno encabece la candidatura presidencial del PAN en 2018.
“Roberto Gil no se ha mostrado, incluso se pensaba que iba con Rafael Moreno Valle porque no se ha mostrado en una sola reunión con Margarita Zavala. Javier Lozano, por su parte, usó los mismos argumentos que Gamboa, diciendo que estaba bien que participara, pero que una cosa era querer y otra cosa era poder. Él apoya a Rafael Moreno Valle”, dijo Nicolás Loza.
Este martes por la mañana, el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC) acudieron acudieron al Instituto Nacional Electoral (INE) para firmar el acuerdo mediante el cual se conforma el llamado Frente Ciudadano por México.
Los integrantes de los partidos insistieron en que “no se trata de una alianza tradicional de partidos” sino un frente “ en el que caben todos los que quieren lo mejor para México, como lo son las organizaciones civiles, académicos, intelectuales y ciudadanos de a pie”.
AL CRISIS SE EXTIENDE
La guerra panista escaló también en la Cámara de Diputados. Este martes, el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano solicitaron un diálogo abierto al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para resolver el impase de elegir una Mesa Directiva en la Cámara de Diputados. Pero el funcionario federal los desairó.
Hoy, los coordinadores parlamentarios del PAN, PRD y MC, acusaron al PRI y al Gobierno federal de intentar comprar legisladores de sus partidos para que se ausenten de la votación del Pleno para poder elegir a los próximos integrantes del órgano directivo.
Marko Cortés Mendoza del PAN, Francisco Martínez Neri del PRD y Clemente Castañeda Hoeflich de MC afirmaron que en la sesión del Pleno de este martes insistirán hasta el último minuto en que no se instale la nueva Mesa hasta que se elimine el pase automático del actual Procurador General de la República a la Fiscalía General.