Los expertos señalaron que la pandemia de coronavirus podría alterar el patrón del misterioso padecimiento, que repunta cada dos años a partir del final del verano.
Por Mike Stobbe
NUEVA YORK, 5 de agosto (AP).— Los expertos en salud pensaron que el 2020 podría ser el peor año para una rara enfermedad paralizante que ha afectado a los niños en Estados Unidos durante la última década.
Pero ahora señalaron que la pandemia de coronavirus podría alterar el patrón del misterioso padecimiento, que repunta cada dos años a partir del final del verano.
Los científicos dijeron que es posible que el uso de mascarillas, los cierres de escuelas y otras medidas implementadas para frenar al coronavirus podrían también obstaculizar la propagación del virus que se cree ocasiona la enfermedad paralizante.
El médico David Kimberlin, investigador de la Universidad de Alabama, campus Birmingham, la describió como “la pregunta del millón de dólares”.
“Simplemente no lo sabemos ahora mismo”, dijo Kimberlin, que codirige un estudio a nivel nacional para recopilar muestras de los niños que desarrollaron la enfermedad paralizante.
La pandemia domina las labores de salud pública en este momento, pero las autoridades tratan de atraer la atención a la afección parecida a la polio a la que llaman mielitis flácida aguda (AFM por sus siglas en inglés). El martes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) hicieron un llamado a los padres de familia y médicos para que estén atentos y actúen.
“Estamos preocupados de que en medio de la pandemia de COVID-19, los casos (de AFM) no sean reconocidos. O de que los padres puedan estar preocupados de llevar a sus hijos al médico con algo tan serio como la debilidad de las extremidades”, dijo el doctor Thomas Clark, funcionario de los CDC que supervisa la vigilancia de la AFM.
Eso era un problema antes del COVID-19. En 2018, un 10 por ciento de los pacientes no fue hospitalizado hasta después de cuatro días o más de que empezaron a desarrollar debilidad en las extremidades, reportaron los CDC.
Cientos de niños estadounidenses han desarrollado la AFM desde 2014. La mayoría tenía síntomas similares a los del resfriado y fiebre, que parecían superar, y luego desarrollaban una parálisis. En algunos casos empezó como algo menor, por ejemplo un pulgar que de repente no se movía. Algunos niños perdieron la capacidad de comer y respirar.