Los mercados globales registraron este lunes pérdidas de poco más de 1 por ciento luego de las amenazas arancelarias de Donald Trump a China. En México, el IPC cerró con una contracción de 1.20 por ciento y el peso con una depreciación de 1.57 por ciento. Sin embargo, los especialistas consideran que esta guerra entre las dos principales potencias del mundo puede beneficiar a México: tan solo en el primer semestre de este año las exportaciones de productos mexicanos a EU crecieron.
Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).– La guerra entre Estados Unidos y China, que ha sacudido los mercados en el mundo, podría beneficiar a México: en el primer semestre de 2019 se ubicó como el primer socio comercial del país gobernado por Donald Trump, con una cifra de 308 mil 887 mil millones de dólares, de acuerdo con la Oficina de Censos estadounidense.
El comercio de mercancías, que incluye importaciones más exportaciones, entre México y Estados Unidos es una cifra no vista y superó a Canadá (306 mil 697 millones) y China (271 mil 044 millones), que se ubicaron en segundo y tercer lugar.
Para los especialistas en negocios internacionales, esta guerra entre las dos principales potencias del mundo, puede tener beneficios para México.
“Los problemas comerciales que tienen China-EU pueden tener beneficios para México, en primer lugar porque EU se está entreteniendo en su guerra con los chinos, y por otra parte hay productos en los que México es competitivo y podría empezarle venderle más a Estados Unidos, eso tarea más inversión y mejor desarrollo para las empresas mexicanas”, dijo en entrevista Manuel Francisco Valencia Bastida, director de la licenciatura en Negocios Internacionales del Tecnológico de Monterrey.
Abraham Vergara, consultor financiero internacional, coincidió en el tema: “Esta guerra ha beneficiado a México, después de que en 2018 se cerró como el tercer socio comercial de EU, actualmente somos el primero, eso quiere decir que nos ha beneficiado, sobre todo en el tema de exportaciones, donde México le vende más que lo que le compra”.
Estados Unidos y China se encuentran inmersos en complejas negociaciones comerciales. La semana pasada el Presidente estadounidense Donald Trump, quien ha impuesto aranceles a centenares de productos chinos, anunció una nueva subida de gravámenes del 10 por ciento sobre importaciones de productos chinos valorados en 300 mil millones de dólares y que entraría en vigor a partir del 1 de septiembre.
Por su lado, China tomó la decisión de cancelar todas las compras a Estados Unidos, lo que ha provocó que los futuros de la carne de cerdo estadounidense se hundieran a niveles de hace tres años.
Aunque esta guerra entre las dos potencias comerciales puede beneficiar a México en un primer momento, a largo plazo podría perjudicarlo, sobre todo por el lento crecimiento que ha presentado la economía mexicana en los últimos trimestres.
“Si la guerra comercial entre Estados Unidos y China escala, pudiéramos verlo reflejado en el tipo de cambio, es decir, en un contexto donde la guerra crece y la economía mexicana no está lo suficientemente fuerte, pues entonces el dólar se puede fortalecer. También puede haber efectos inflacionarios a fin de año”, dijo Vergara. “Eso es lo que nos puede suceder a los ciudadanos de a pie, que los productos que vienen de EU se encarezcan y eso tenga un efecto inflacionario en el mediano plazo”.
LUNES NEGRO EN MERCADOS
Este lunes los mercados globales registran pérdidas de poco más de 1 por ciento, dada la devaluación del yuan, la divisa china que rompió la barrera psicológica de las siete unidades por cada dólar, algo que llevaba sin pasar desde abril de 2008.
De acuerdo con los especialistas, un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad, aunque el precio a pagar será un aumento del coste de las importaciones.
“Esta guerra entre EU y China, las dos economías más importantes del mundo, genera incertidumbre en los grandes inversionistas, quienes empiezan a retirar sus posesiones, porque en una bolsa al final de cuentas lo que está comprando un inversionista son acciones de una empresa y al ver que sus futuros y derechos pudieran estar en riesgo o ser menores, buscan otro tipo de inversiones como el oro o la plata”, explicó el analista Abraham Vergara.
En Asia, las principales plazas bursátiles cerraron con resultados negativos. Por un lado, el Nikkei 225 de Japón registró un retroceso de 1.74 por ciento, ubicándose en 20,720.29 puntos. Por su parte, en China, los índices de Shanghái y Shenzhen cayeron en 1.62 y 1.47 por ciento, a niveles de 2,821.50 y 1,517.27 puntos, respectivamente.
En Europa, las principales plazas bursátiles también cerraron con pérdidas significativas, superiores a dos puntos porcentuales para algunos índices.
“En Estados Unidos, los principales índices accionarios cerraron la jornada con resultados negativos, en línea con lo que se observó en el resto del mundo. Las pérdidas, cercanas a los 3 puntos porcentuales, representan las caídas diarias más grandes de lo que va en el año”, de acuerdo con un análisis de Banco Base.
El Dow Jones retrocedió 2.90 por ciento, a 25,717.74 puntos, mientras que los índices S&P 500 y Nasdaq cerraron la jornada con caídas de 2.98 y 3.47 por ciento, ubicándose en niveles de 2,844.74 y 7,726.04 unidades, respectivamente.
En México, la Bolsa Mexicana cerró con resultados negativos, también a la par de la fuerte aversión al riesgo observada a nivel global. Así, el S&P/BMV IPC cerró con una contracción de 1.20 por ciento, cotizando en 39,496.36 puntos.
El peso finalizó con una depreciación de 1.57 por ciento o 30.4 centavos, cotizando alrededor de 19.61 pesos por dólar y alcanzando un máximo de 19.6741 pesos en lo que podría llamarse un lunes negro, como consecuencia de una mayor aversión al riesgo en los mercados financieros globales.