Militantes del PRI han denunciado que aunque el partido vive una crisis, su dirigente, Alejandro Moreno, invierte más tiempo en defenderse de las acusaciones que han hecho en su contra autoridades de Campeche por presunta corrupción.
Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo).– Alejandro Moreno Cárdenas, o “Alito” como le llaman, ha empleado la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para escudarse frente a los señalamientos de corrupción que enfrenta, y que él atribuye a una supuesta persecución política emprendida por el Gobierno, denunciaron militantes del tricolor, quienes lo llamaron “excluyente”, “irresponsable”, y un capitán que “no es positivo”.
Los militantes del PRI consultados por SinEmbargo criticaron a Moreno Cárdenas porque, dijeron, más que trabajar en fortalecer al partido se enfoca en defenderse, pues actualmente gobierna sólo tres estados a diferencia de los 12 que lideraban cuando comenzó su gestión.
“Plantearse o mostrarse como perseguido político es muy conveniente para Alejandro y escudarse en que es un perseguido político ante todas estas críticas que ha habido a su dirigencia en el partido y la pérdida absoluta de las gubernaturas”, cuestionó Fernando Lerdo de Tejada, líder de Plataforma PRI y exvocero en la Presidencia de Ernesto Zedillo.
Moreno Cárdenas dio una conferencia este lunes para denunciar un supuesto actuar irregular de jueces federales pues, según dijo, han eludido aceptar las demandas de amparo que tramitó desde junio para protegerse de las acusaciones de la Fiscalía de Campeche que lo relacionan con un supuesto enriquecimiento ilícito, fraude fiscal, lavado de dinero, abuso de autoridad, peculado y por uso indebido de atribuciones y facultades.
“Alito” dijo este lunes que “la dictadura”, es decir, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, lo persigue, ante lo cual anunció que hará una gira internacional: “La persecución política de la que soy objeto es una muestra más del estado actual de descomposición que guarda la seguridad y la impartición de justicia en México, que enfrenta verdaderamente una emergencia nacional, cuyo responsables tienen nombre y apellido”, dijo.
“La conferencia la dio en su calidad de presidente del Comité Ejecutivo Nacional y en las propias instalaciones del partido. Nosotros le hemos insistido que enfrente este tipo de situaciones como ciudadano, que haga su defensa, que vaya y combata ese tipo de acciones en el ejercicio de su derecho como ciudadano, pero que no permita que se involucre la imagen del partido y que la gente señale como si nos estuviese juzgando a todas y todos los priistas”, criticó en ese sentido José Encarnación Alfaro Cázares, representante del Movimiento Líder.
Lerdo de Tejada y Alfaro Cázares encabezan dos corrientes que han pedido a Moreno Cárdenas renunciar. Pero no son los únicos priistas que están inconformes con el uso que ha dado “Alito” a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Los exrigientes del PRI también lo han llamado a rendir cuentas sobre su gestión, en una reunión realizada en junio en la que le pusieron sobre la mesa su renuncia.
“Si yo estuviera en lugar de Alejandro Moreno, yo me separaba de la dirigencia. Me parece que parte de la función de dirigir a una organización política, pero particularmente a una institución histórica que es muy relevante para la sociedad y el pueblo, con todos sus vicios, no voy a exculparlos de nada, pero es una organización que vale la pena sacrificarse por ella, y si ese sacrificio implica separarse del cargo lo haría gustosa para que viva la organización”, aseguró en ese sentido el jueves pasado la exdirigente Dulce María Sauri Riancho en entrevista con Álvaro Delgado en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.
Pero nada de eso ha hecho eco en Alejandro Moreno Cárdenas. Ya en el pasado otros dirigentes priistas han renunciado por señalamientos de presunta corrupción o malos resultados. Dos cuestiones que han marcado la presidencia de “Alito”.
Los señalamientos de corrupción por la megadeuda de Coahuila, por ejemplo, llevaron hace casi 11 años a renunciar a Humberto Moreira. La pérdida de siete estados en una elección propiciaron en 2016 la dimisión de Manlio Fabio Beltrones. Y la mala conducción de cara a un proceso presidencial ocasionaron que, en 2018, Enrique Ochoa Reza dejara la presidencia del PRI.
“Nunca en la historia del partido había visto una actitud así de soberbia, excluyente e irresponsable, como la que tiene actualmente Alejandro Moreno”, dijo al respecto Alfaro Cázares, militantes desde hace 45 años.
“No es un capitán positivo para el partido, sino que es un lastre en el sentido de que no tiene realmente la legitimidad para continuar al frente del mismo. Eso se ve claramente en su posición defensiva constante en todo el tiempo, su conferencia fue para anunciarnos una gira y el resto fue para justificar el porqué está al frente de un partido al que verdaderamente le hace daño”, añadió a su vez, Fernando Lerdo de Tejada.
Alejandro Moreno detalló que como parte de la gira acudirá ante la Organización de la Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la comunidad europea.
Alfaro Cázares calificó la decisión como “incongruente e innecesaria toda vez que tiene obligaciones y responsabilidades como dirigente del partido, debería atender primero todas esas insuficiencias y deficiencias”.
“ALITO” IGNORA PETICIONES Y SE DEFIENDE
Aunque Alejandro Moreno reiteró este lunes que sigue dispuesto al diálogo dentro del PRI, los militantes consultados negaron que sea así.
El 12 de junio, dos días antes de su reunión con exdirigentes, se reunió por más de cinco horas con representantes de Plataforma PRI, Alianza Generacional y Movimiento Líder, grupos de opinión dentro del partido, donde también le sugirieron que dejara el cargo de manera anticipada, aunque no aceptó, sí se comprometió a renovar diferentes cargos y a establecer condiciones para comenzar con la organización de la Asamblea Nacional, pero aún no tienen clara cuál ruta seguirán.
“Nos dio exactamente el mismo trato que le dio a los expresidentes del partido. Las corrientes de opinión nos reunimos con él por más de cinco horas. Él formuló compromisos. Quedamos de volver a reunirnos para darles seguimiento y, así como a los expresidentes del partido, simplemente ya ni la llamada nos toma”, expuso José Encarnación Alfaro.
La presión por destituir a Alejandro Moreno creció luego de que Layda Sansores, Gobernadora de Campeche, difundió varios audios que relacionarían al priista con casos de corrupción, lo que ha derivado en denuncias de la Fiscalía de Campeche.
Como parte de las investigaciones la dependencia ingresó este lunes a la residencia de millones de pesos que construyó cuando fue Gobernador de ese estado, entre 2015 a 2019. Personal de la dependencia ya había acudido al lugar desde el 14 de junio para hacer una inspección ocular.
Moreno Cárdenas calificó el cateo como un “show”. ·Todo lo que he acreditado, siempre lo he dicho, están en mis declaraciones públicas, en mis declaraciones patrimoniales que hemos cumplido a cabalidad y lo que hicieron fue un show mediático”, dijo.
El diario Reforma informó desde 2019 que la vivienda ubicada en el fraccionamiento Lomas del Castillo costó más de 46 millones de pesos y calculó que aún si el dirigente del PRI hubiera destinando el 100 por ciento de su ingreso en el periodo que fue Gobernador no le alcanzaría para costear la construcción.
Lerdo de Tejada y Alfaro Cázares coincidieron en la importancia de cuestionar el origen de los audios que en semanas pasadas lo han involucrado en prácticas irregulares, pero enfatizaron en que, por el bien del partido, “Alito” debe ceder la dirigencia nacional.
“No sólo nos afecta como partido, afecta y golpea de manera grave a la posibilidad de una alianza electoral sólida opositora”, dijo Alfaro Cázares.
Pese a todo ello, Alejandro Moreno Cárdenas ha insistido que dejará el cargo hasta el 19 de agosto del 2023, es decir, hasta el termino del mandato para el que fue electo.