María Fernanda, de 19 años, fue asesinada la mañana del 26 de mayo cuando se dirigía a realizar su examen de admisión para estudiar en el Instituto Politécnico Nacional. Luego de más de un mes del crimen, aún no hay posibles responsables detenidos, ni siquiera “testigos”, platicó Alejandra Gabriela Segura, hermana de María Fernanda
Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo).- María Fernanda Segura Ruiz, de 19 años, salió muy temprano de su casa y tomó un camión rumbo al Instituto Politécnico Nacional (IPN) para realizar su examen de ingreso. Sin embargo, la violencia le cortó más que sus sueños y proyectos: le arrebató la vida. Era la mañana del domingo 26 de mayo cuando tres personas subieron al camión urbano para asaltar a los pasajeros y a Fernanda le asestaron tres balazos en el vientre. Dos horas después falleció en un hospital del Estado de México.
A más de un mes del crimen, aún no hay posibles responsables detenidos, ni siquiera “testigos”, platicó Alejandra Gabriela Segura, hermana de María Fernanda. Además, la madre ha recibido un trato insensible y ha sido revictimizada por las autoridades mexiquenses, quienes llevan el caso, según denunció la joven entrevistada.
La familia de María Fernanda exige el esclarecimiento del asesinato con una investigación exhaustiva y un trato digno.
“Yo lo que exijo, además de justicia, es una sensibilidad y empatía de las personas que trabajan en el sistema jurídico. Yo no puedo creer que las personas que están cargo de estas situaciones sean insensibles. No es posible que el sistema esté de tal manera que no se le pueda dar una atención adecuada y sensible a las víctimas. Mi hermana es la víctima principal, ni siquiera podría describir el sentimiento que causa que para las autoridades las personas sigan siendo un muerto más, o sea, eso es lo que a mí me cuesta mucho trabajo concebir y me llena de mucho coraje”, expresó Alejandra Segura en entrevista con SinEmbargo.
En México, diez mujeres fueron asesinadas en promedio al día durante este 2019, ya que de enero a abril del presente se han registrado al menos 1 mil 182 víctimas. De esos casos, 369 son investigados como feminicidios y 1 mil 134 como homicidio doloso.
El Estado de México continúa como la entidad más letal para las mujeres, con un total de 197 casos entre enero a abril. En la Ciudad de México se han registrado al menos 64 asesinatos de mujeres en el mismo periodo.
AGUERRIDA E INDEPENDIENTE
María Fernanda era la más pequeña de tres hermanas y una jovencita que pensaba seriamente en su futuro. Sus gustos estaban enfocados a las artes y humanidades, le encantaba dibujar y pintar, sin embargo, desde la preparatoria decidió que estudiaría una carrera en ciencias exactas porque quería una profesión que –ella pensaba– le asegurara una estabilidad laboral o le diera mayores oportunidades para obtener un empleo con mayor estabilidad económica, según explicó su hermana.
“Las matemáticas se le facilitaron en la preparatoria y también era algo que le gustaba, aceptar el reto que todo fuera perfecto siempre”, comentó la entrevistada.
“Fer”, como le decían de cariño, también se caracterizada por ser una persona independiente y fuerte, añadió la familiar. La educación media la realizó en la Preparatoria 1 de la Universidad del Estado de Hidalgo, en Pachuca, donde vivió en una casa de huéspedes y, al finalizar, justo en enero de este año, decidió regresar a casa de su madre en el Estado de México.
Ella siempre luchaba por lo que quería, “era muy valiente, no tenía miedo de las personas, jamás se intimidó por alguien más”, agregó su familiar.
ASESINATO EN EL CAMIÓN
María Fernanda inició en febrero los trámites para ingresar a la educación superior. Empezó los procesos para entrar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que era donde realmente quería ingresar, pero a la par también abarcó otras opciones, entre ellas la carrera de Matemáticas Aplicadas del Instituto Politécnico Nacional.
El 26 de mayo pasado sería su examen de admisión en el IPN. Era domingo. “Fer” salió de su casa en Valle de Chalco, Estado de México, alrededor de las 7 de la mañana y abordó una ruta de camión hacia el Metro Pantitlán, sin embargo, a la altura de Puente de la Concordia en la Autopista de cobro México- Puebl, tres hombres se subieron al camión y –de acuerdo a las versiones– comenzaron a asaltar a las personas. Durante el atraco, la joven recibió tres balazos en el vientre “en la altura de la boca del estómago, más o menos”. Se estima que el crimen ocurrió entre las 7:00 y 7:30 de la mañana.
Alejandra no tiene claro cómo ocurrió el asalto, ni los detalles que llevaron a su hermana a ser herida con un arma de fuego. La jovencita fue la única atacada en el camión, según las versiones. “Esa parte está como muy oscura y yo no sé qué es lo que pasó, supuestamente no hay testigos y las declaraciones están rarísimas: no hubo más heridos en el camión”, comentó Segura Ruiz.
Paramédicos arribaron al lugar, y trasladaron a Fernanda a un nosocomio en el Estado de México para que le brindaran atención médica.
“La recogió una ambulancia, la llevaron al Hospital de Los Reyes, en el Estado de México, pero ahí la regresaron porque no le podían prestar atención médica, le negaron la atención, al parecer porque su estado era muy grave, y de ahí la llevaron al Hospital de La Perla que está en Nezahualcóyotl”, comentó Alejandra.
Fernanda falleció dos horas después por la gravedad de las heridas. El Ministerio Público de Nezahualcóyotl tomó la investigación del caso y hasta el momento sólo se ha contado con la declaración de un paramédico y dos oficiales que atendieron el reporte de emergencia.
Alejandra Segura explicó que hay poca información sobre los hechos e incluso no han llamado a los suficientes testigos a declarar, tampoco hay personas que se acerquen a dar su testimonio. “Hasta ahorita no hay nada, no han señalado a nadie, no hay testigos, solo están las declaraciones de dos policías y un paramédico".
La familia de Fernanda fue notificada del asesinato 12 horas después, pese a que la joven llevaba suficientes documentos e identificaciones consigo.
“¿Cómo es posible que, si una persona murió a las 9:30 de la mañana se le informe a su familia hasta a las 11 y media de la noche, y ella sí traía sus identificaciones incluso tenía su celular y los papeles de su examen, o sea si había manera de identificarla pronto, no fue un asunto de que no se supiera quién era. Estuvimos más de doce horas sin saber de ella”, dijo la entrevistada.
Alejandra Segura cree que su hermana se resistió al asalto y ese sería un posible motivo de dispararle en varias ocasiones: “Cuando me dijeron que mi hermana había recibido tres balazos me causó un impacto impresionante porque eso habla de que tiraron a matarla”, expresó Alejandra.
“Fernanda siempre fue una mujer súper rebelde, ante cualquier injusticia o cualquier cosa que no le pareciera se rebelaba, donde fuera. Así fuera porque alguien no cedía el asiento en el camión, ella era esa persona que decía ‘¿qué te pasa?'. Era muy valiente, no tenía miedo de las personas, jamás se intimidó por alguien más, entonces a mí lo que me queda pensar es que intentaron lastimarla, intentaron quitarle sus cosas y ella trató de defenderse. Ella jamás se dejó intimidar, era una persona sumamente valiente”, dijo su hermana.
Sin embargo, el asalto no es su única teoría posible para su hermana, quien no quiere descartar que pudo existir otro motivo. “El hecho de que hayan sido tres balazos a mí me habla de muchas más cosas que pensar que simplemente sea un asalto donde no se dejó y la mataron, porque al final no se llevaron su celular”, dijo.
SIN CULPABLES AÚN
La familia de María Fernanda pidió una investigación profesional y exhaustiva, que den con los responsables y que el caso no quede impune. Además, también demandan que los servidores públicos den un mejor trato a las personas pues, explicó Alejandra, la familia de María Fernanda fue revictimizada.
“La atención del MP fue bastante miserable, a mi mamá le dijeron: ‘pues sí señora [mataron a su hija], pero mire todo lo que tenemos que revisar’, como señalando la cantidad de expedientes que había y que mi hermana no era el único caso. Una insensibilidad, esa fue otra cosa”, platicó la entrevistada.
Alejandra destacó que además de exigir la justicia, es urgente una mejor capacitación hacía los operadores del sistema judicial, principalmente, en el trato que tienen con las víctimas indirectas
Para la joven, el trato insensible de las autoridades con las personas que van a denunciar, provoca que los asaltos, robos y otros delitos no sean denunciados y eso abona a la impunidad, que de por sí ya carcome al país, y que ha generado el aumento de la violencia. Ese crecimiento de violencia por la impunidad es lo que mató a su hermana, alude la joven entrevistada.
“Las personas nos podemos sentir en la libertad de manifestarnos, de denunciar si el sistema no nos lo permite. Las cosas que van escalando. Si hemos llegado a este punto de violencia es porque las autoridades lo han permitido, porque no se cuenta con un cuerpo judicial real que pueda atender estos casos porque las personas que están detrás de los escritorios son totalmente indiferentes”, detalló.
Alejandra no quiere que el caso de su hermana quede impune y en el olvido.
“La única manera que yo tengo para hacer que Fernanda no se olvide es contarle a la gente que fue lo que pasó y trata de convencer a las personas que no podemos ser indiferentes [...] Lo que quiero es que le nombre de Fernanda quede en lo más alto que fue una víctima de violencia de la manera más vil, que su nombre sea recordado como visita de violencia no solo como una muerta más en el Estado de México”, concluyó.
María Fernanda es una de los 27 estudiantes que tuvieron una muerte violenta en los últimos seis meses, 24 tan sólo en lo que va del año, de acuerdo con un recuento realizado con base en notas periodísticas. La mayoría de las víctimas (14) tenían entre 20 y 24 años de edad.
La racha de asesinatos de alumnos de nivel media superior y nivel superior ha venido arrastrándose desde años anteriores, sin embargo, desde finales de mayo y a inicios de junio, los asesinatos de jóvenes alumnos cobró fuerza en medios con el asesinato de Norberto Ronquillo, estudiante de la Universidad del Pedregal y Hugo Leonardo Avendaño Chávez, alumno de la Universidad Intercontinental (UIC), ambos victimados en la Ciudad de México.
La Ciudad de México concentra el mayor número de víctimas, con siete casos, el Estado de México registra tres y los estados de Chihuahua y Guerrero reportan dos casos cada uno.
Estudiantes de diversas universidades entrevistados por Sin embargo coincidieron en que la inseguridad, si bien se ha registrado desde hace al menos dos sexenios, ha aumentado en los últimos meses, según su percepción.
Los alumnos demandaron a los gobiernos de los tres niveles y a sus autoridades universitarias generar verdaderas condiciones de seguridad ante la ola de ataques y asesinatos que afectan principalmente a los jóvenes. También exigieron al Estado mexicano garantizar la justicia a las víctimas, frenar la impunidad y combatir la violencia con políticas que no sean sólo estrategias armadas y punitivas, sino basadas en derechos humanos y con perspectiva de género.
“La situación la percibimos con un aumento de violencia e inseguridad. Los feminicidios no paran y los ataques contra las mujeres son un tema que creemos que no es prioridad en la agenda nacional, en el proyecto de nación”, expresó Miriam Estrada, secretaria General de la Central de Estudiantes Universitarios y Consejera Académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Roberto López, estudiante de Ciencias Sociales del plantel San Lorenzo Tezonco de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (AUCM), consideró que hasta el día de hoy aún no se ve una política de gobiernos locales y federal, así como autoridades universitarias que sea eficaz en la disminución de la violencia.
“Por el contrario, sí hemos visto con desanimo y preocupación que los problemas de seguridad se han venido agravando”, dijo.
Aarón Andrade del colectivo “Nos Hacen Falta” indicó que el 2018 ha sido el año más violento con un total de 18 ataques a estudiantes, entre homicidios, feminicidios y desapariciones. Sin embargo, el activista universitario destacó que este 2019 ha sido particularmente difícil, “porque la frecuencia con la que se repiten los casos es muy alta”.