Esteban Martínez Mejía, titular de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) aseguró que aunque el sistema de contratación vía outsourcing ha presentado muchos abusos, éste llegó para quedarse. Además, Martínez Mejía indicó que la reforma aprobada no es una reforma integral porque dejó muchos pendientes, no obstante, aseguró que se abordarán en el próximo proceso legislativo.
Por Laura Quintero
Ciudad de México, 5 de junio (Economía Hoy).–Pese a que el sistema de contratación vía outsourcing ha presentado muchos abusos y es uno de los temas pendientes de la reforma laboral que fue publicada el 1 de mayo, Esteban Martínez Mejía, titular de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), dijo que llegó para quedarse, pero revisarán a quienes hayan cometido excesos.
"El sistema de subcontratación llegó para quedarse pero hay un modelo muy abusivo que debe ser revisado. Desde la secretaría vamos a elaborar una ruta y el legislativo ya determinará", aseguró el funcionario.
Tras su participación en el foro 'Las claves de la nueva Reforma laboral mexicana', Martínez Mejía indicó que la reforma aprobada no es una reforma integral porque dejó muchos pendientes, no obstante, aseguró que se abordarán en el próximo proceso legislativo.
"Si hubiéramos subido el tema del outsourcing y todos los que quedaron pendientes, la reforma hubiera naufragado, sin embargo se hizo un compromiso de que en el siguiente periodo de sesiones" se tratarían, aseguró.
Salim Kalkach, secretario general de Vanguardia Obrera, comentó que la legislación actual establece la regulación de dicho esquema laboral, pero el problema es que nadie revisa a las empresas y actúan como quieren.
"La ley es muy bonita pero no está funcionando, el 'sistema de dientes' para conocer y sancionar a quienes no respetan la ley es nulo", lamentó.
Reforma se queda corta
Kalkach comentó que la reforma laboral se quedó corta porque no aborda muchos de los problemas que enfrenta el país en materia laboral.
"Somos un país en el que el 70% de los trabajadores están en la informalidad, esta reforma es sólo para el 30% de los que están en la formalidad. Una reforma integral tendría que haber repensando una estrategia de desarrollo sostenible, la creación de empleos decentes, porque al final termina siendo insuficiente", señaló.
Además, el sindicalista advirtió que los cambios implican una sobrerepresentación que podría generar conflictos laborales y que en la práctica sería complicado cumplir la ley a cabalidad.