La agencia Moody’s bajó la perspectiva de la calificación de México a “negativo” desde “estable”, pero dejó la calificación “A3”. Fitch bajó la nota a BBB desde BBB+, y revisó su perspectiva en estable.
Ciudad de México, 5 de junio, (SinEmbargo).- La agencia Moody’s bajó hoy la perspectiva de la calificación de la deuda soberana de México de “estable” a “negativa”, pero dejó la calificación en “A3”.
Fitch Ratings también revisó a la baja la calificación crediticia de México a “BBB” desde “BBB+” y revisó su perspectiva de “negativa” a “estable”, informó la agencia en un comunicado.
Las perspectivas de las agencias calificadoras surgen en medio de las negociaciones entre México y Estados Unidos para llegar a un acuerdo sobre los aranceles a productos mexicanos, una medida que anunció el Presidente estadounidense Donald Trump y que entraría en vigor el 10 de junio.
La decisión de Moody’s de cambiar la perspectiva a negativa de las calificaciones A3 de México fue motivada por “el debilitamiento del marco de política en dos aspectos clave, con potenciales implicaciones negativas para el crecimiento y la deuda”.
En primer lugar, dijo, “las políticas que ahora son menos predecibles están afectando negativamente la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas de mediano plazo. Segundo, menor crecimiento económico, aunado a cambios en la política energética y al papel que juega Pemex, introducen riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo, a pesar del compromiso del gobierno con mantener una política fiscal prudente en el corto plazo”.
La afirmación de la calificación de A3 considera, por un lado, la extensa y diversificada economía de México, la elevada fortaleza fiscal y la baja susceptibilidad a eventos de riesgo, y por el otro, los desafíos relacionados a las débiles tasas de crecimiento, una fortaleza institucional más débil en comparación con los pares de calificación y un enorme sector informal.
FITCH REVISA A LA BAJA
Fitch Ratings revisó a la baja la calificación crediticia de México a “BBB” desde “BBB+”.
De acuerdo con la firma, la baja de calificación soberana de México refleja una combinación del incremento del riesgo para las finanzas públicas que representa el cada vez más deteriorado perfil crediticio de Pemex además de pronósticos de crecimiento cada vez más débil, lo cual es exacerbado por amenazas externas de tensiones comerciales, algo de incertidumbre en la política doméstica y restricciones fiscales.
“El impacto de la responsabilidad contingente que representa Pemex pesa cada vez más sobre el perfil crediticio soberano, como se evidenció cuando Fitch bajó en dos escalones la calificación de Pemex de ‘BBB+’ a ‘BBB-‘ en enero de 2019”, dijo la calificadora.
INCERTIDUMBRE EN T-MEC: FITCH
La agencia calificadora de riesgo Fitch consideró este miércoles que la aplicación aranceles de Estados Unidos sobre importaciones mexicanas aumenta la incertidumbre en torno a la ratificación del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
Fitch Ratings expresó en un comunicado que el T-MEC tiene disposiciones sobre productos lácteos, avícolas, huevo, textiles, contenido digital, propiedad intelectual y, sobre todo, requisitos para la producción de automóviles.
Por lo tanto, la industria que más afectada se vería a nivel mundial sería la automotriz, que exporta a Estados Unidos productos producidos en México con un valor de miles de millones de dólares.
Se espera que si el acuerdo comercial se ratifica “reduzca las barreras, los precios de las materias primas impulsados por el comercio y la volatilidad de los tipos de cambio, así como la incertidumbre generada por tensiones comerciales respecto a la inversión”, valoró la firma.
Pese al acuerdo alcanzado entre los tres países el año pasado, el T-MEC debe ser ratificado todavía por los legislativos de los tres países firmantes.
México fue el segundo mayor exportador a Estados Unidos en 2018, y las ventas crecieron un 10 por ciento frente a 2017, de acuerdo con la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos.
“Los vehículos representaron la categoría principal de importaciones, segmento valorado en 93,000 millones o 27 por ciento del total”, indicó Fitch.
El país latinoamericano también es el que más productos agrícolas proporciona a Estados Unidos, junto con vino, cerveza y aperitivos.
Además, de implementarse las medidas arancelarias también se afectará en el flujo de efectivo a las empresas.
“Las implicaciones crediticias en el corto plazo de los posibles aranceles son limitadas. Pero los efectos del flujo de efectivo dependerán de la capacidad de trasladar el costo a los consumidores y de la flexibilidad de los procesos de manufactura”, apuntó.