Más de 200 mil familias migrantes han sido puestas en libertad en el país desde el 1 de diciembre. El rezago en los procesos de los tribunales migratorios implica que estos migrantes estarán en el país durante muchos años antes de que se llegue a un fallo.
WASHINGTON (AP).- Las autoridades de migración están buscando la manera de aumentar la deportación de familias que viven en Estados Unidos, medidas que probablemente tendrían problemas logísticos y enfrentarían fuerte oposición pública.
Mark Morgan, Director interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), dijo que su agencia seguirá dando prioridad a las deportaciones de migrantes que tienen antecedentes penales, pero que nadie tiene por qué estar exento de ser deportado.
“Eso incluirá familias”, dijo en una mesa redonda con funcionarios del ICE y reporteros.
Los comentarios de Morgan, quien asumió su cargo la semana pasada, indican que está dispuesto a concretar una parte de la dura agenda migratoria del Presidente Donald Trump que funcionarios previos vieron con renuencia. Morgan fue jefe de la Patrulla Fronteriza y despedido por Trump al principio de su presidencia, pero volvió a disfrutar del visto bueno del Presidente luego que defendió regularmente sus políticas migratorias en Fox News.
El ICE es la agencia encargada de aplicar las leyes migratorias en el interior del país. Parte de su misión es arrestar migrantes que viven en el país.
Más de 200 mil familias migrantes han sido puestas en libertad en el país desde el 1 de diciembre. El rezago en los procesos de los tribunales migratorios implica que estos migrantes estarán en el país durante muchos años antes de que se llegue a un fallo. Morgan dijo que generalmente los migrantes que han recibido notificaciones judiciales de abandonar el país dejan de presentarse a sus audiencias en la corte, lo que significa que los agentes deben de buscarlos para deportarlos.
Es una tarea difícil. Hay poco espacio para detener familias mientras esperan la documentación para ser deportados, pues los centros familiares de detención pueden albergar hasta unas 2 mil 500 personas, pero ya están llenos. Los niños no pueden ser detenidos por más de 20 días, lo que quiere decir que los funcionarios del ICE tienen que tener la mayor parte del papeleo listo antes de detener a una familia o correr el riesgo de dejarlos en libertad nuevamente dentro del país.