Madonna interpretó sus éxitos, incluyendo “Like A Virgin” y “Hung Up”. Para la introducción de “Like A Prayer”, su cabeza estaba completamente cubierta con una capa negra y llevaba un rosario en las manos.
Río de Janeiro, 5 de mayo (AP) — Madonna ofreció un concierto gratuito en la playa de Copacabana el sábado por la noche, convirtiendo la vasta extensión de arena de Río de Janeiro en una enorme pista de baile repleta de una multitud de admiradores.
Era el último show de "The Celebration Tour", su primera gira retrospectiva, que comenzó en octubre en Londres.
La “Reina del Pop” inició el espectáculo con su éxito de 1998 “Nothing Really Matters”. La bulliciosa multitud ovacionó apretujada contra las vallas. Otros siguieron el concierto en fiestas en apartamentos y hoteles muy iluminados con vistas a la playa. Helicópteros y drones sobrevolaron la zona, mientras que lanchas y veleros cerca del escenario llenaban la bahía.
“Aquí estamos en el lugar más hermoso del mundo”, dijo Madonna a la multitud. Señalando la vista al mar, las montañas y la estatua del Cristo Redentor que domina la ciudad, agregó: “Este lugar es mágico”.
Madonna interpretó sus éxitos, incluyendo “Like A Virgin” y “Hung Up”. Para la introducción de “Like A Prayer”, su cabeza estaba completamente cubierta con una capa negra y llevaba un rosario en las manos.
La estrella rindió un emotivo homenaje a “todas las luces brillantes” perdidas por el sida mientras cantaba “Live to Tell”, con fotos en blanco y negro de personas que murieron a causa de la enfermedad.
Más tarde, se le unieron en el escenario dos jóvenes artistas brasileños. Anitta fue jueza de una competencia de baile con “Vogue” y Pabllo Vittar bailó con una versión con músicos de samba de “Music” para la que todos, incluyendo a Madonna, llevaban camisetas similares a las de la selección brasileña de fútbol y apareció la bandera de Brasil en las pantallas en el fondo del escenario.
Río pasó los últimos días preparándose para la actuación.
El ayuntamiento de la ciudad dijo que se esperaba una asistencia de alrededor de 1,5 millones de espectadores, 10 veces más que el récord de Madonna de 130 mil asistentes en el Parc des Sceaux de París en 1987. El sitio web oficial de Madonna había anunciado el espectáculo como el más grande en sus cuatro décadas de carrera.
En los últimos días, el revuelo era palpable. Los fans se arremolinaron afuera del majestuoso hotel Copacabana Palace frente a la playa, donde se hospedó Madonna, con la esperanza de poder ver algo de la estrella pop. Durante la prueba de sonido en el escenario que estaba frente al hotel, bailaron en la arena.
Alrededor del mediodía del sábado, cientos de fans se habían reunido frente al hotel. Un hombre de barba blanca llevaba un cartel que decía: “Bienvenida Madonna, eres lo mejor, te amo”.
Banderas con la palabra “Madonna” impresa sobre las características aceras con patrón ondulado blanco y negro de Copacabana colgaban de los balcones. La zona estaba repleta de vendedores ambulantes y asistentes vestidos con camisetas temáticas, sudando bajo un sol abrasador.
“Desde que Madonna llegó aquí, he estado viniendo todos los días con este atuendo para darle la bienvenida a mi ídolo, mi diva, mi reina del pop”, dijo Rosemary de Oliveira Bohrer, de 69 años, quien llevaba un sostén de cono dorado y una gorra negra.
“Va a ser un espectáculo inolvidable aquí en Copacabana”, dijo Oliveira Bohrer, una funcionaria jubilada que vive en la zona.
Dieciocho torres de sonido se repartieron a lo largo de la playa para garantizar que todos los asistentes pudieran escuchar los éxitos de Madonna. Su espectáculo de dos horas comenzó a las 22:37 hora local, con casi 50 minutos de retraso.
El ayuntamiento elaboró un informe en abril en el que estimaba que el concierto inyectará 293 millones de reales (57 millones de dólares) en la economía local. Se esperaba que la capacidad hotelera alcanzara el 98 por ciento en Copacabana, según la asociación de hoteles de Río. Entusiastas provenientes de todo Brasil e incluso de Argentina y Francia buscaron hospedaje en Airbnbs para el fin de semana, dijo la plataforma en un comunicado. Y el aeropuerto internacional de Río había pronosticado 170 vuelos adicionales del 1 al 6 de mayo, desde 27 destinos, dijo el Ayuntamiento en un comunicado.
“Es una oportunidad única para ver a Madonna, quién sabe si alguna vez volverá”, dijo Alessandro Augusto, de 53 años, quien voló desde el estado de Ceará, a unos dos mil 500 kilómetros de Río.
”¡Bienvenida reina!”, decían los anuncios de Heineken pegados por toda la ciudad, con las letras sobre una imagen de una corcholata que se asemejaba a una corona.
Heineken no fue la única compañía que buscó beneficiarse de la emoción, ya que se dice que bares y restaurantes preparan cócteles “Like a Virgin”, llamados así por el éxito de Madonna de 1984. Una tienda en el vecindario del centro de la ciudad famosa por vender atuendos de Carnaval se reinventó por completo, abasteciendo sus estantes con disfraces inspirados en Madonna, abanicos, riñoneras e incluso ropa interior.
La organización del megaevento fue similar a la víspera de Año Nuevo, cuando millones de personas se reúnen en Copacabana para el mundialmente famoso espectáculo de fuegos artificiales, dijeron las autoridades locales. Ese evento anual a menudo produce robos y atracos generalizados, y había cierta preocupación de que tales problemas pudieran ocurrir en el espectáculo de Madonna.
El plan de seguridad del estado de Río incluía la presencia de tres mil 200 militares y mil 500 policías civiles en estado de alerta. Previo al concierto, la Marina de Brasil realizó inspecciones a los buques que deseaban posicionarse en el mar para seguir el espectáculo.
Grandes conciertos han tenido lugar en la playa de Copacabana, incluido un espectáculo de víspera de Año Nuevo de 1994 de Rod Stewart que atrajo a más de 4 millones de fans y fue el concierto de rock gratuito más grande de la historia, según Guinness World Records. Sin embargo, muchos espectadores habían acudido a ver el espectáculo de fuegos artificiales de Río, por lo que una comparación más adecuada podría ser la de los Rolling Stones en 2006, que vio a 1.2 millones de personas apiñarse en la arena, según la policía militar de Río citada por el periódico Folha de São Paulo en ese momento.
Ana Beatriz Soares, una fan que estuvo en Copacabana el sábado, dijo que Madonna ha dejado su huella por décadas.
“Madonna tuvo que correr para que los artistas pop de hoy pudieran caminar. Por eso es importante, porque sirve de inspiración para las divas del pop de hoy”, dijo Soares.
“Y eso fue hace 40 años. No 40 días, 40 meses. Son 40 años”, dijo.