Un análisis de la Associated Press reveló que Alaska, Hawái, Montana y Wyoming, y otros estados pequeños, recibieron un porcentaje desproporcionado de los 150 mil millones de dólares en ayuda federal comparado con los casos de COVID-19 detectados.
Por Geoff Mulvihill
Estados Unidos, 5 de mayo (AP).- Estados escasamente poblados como Alaska, Hawái, Montana y Wyoming no son epicentros del brote de coronavirus. Pero resultaron altamente beneficiados cuando el Congreso repartió fondos en el marco de un plan de estímulo para combatir los efectos devastadores del virus, recibiendo comparativamente mucha más ayuda que Nueva York y Nueva Jersey, los estados más golpeados por la pandemia.
Un análisis de la Associated Press reveló que esos cuatro, y otros estados pequeños, recibieron un porcentaje desproporcionado de los 150 mil millones de dólares en ayuda federal comparado con los casos de COVID-19 detectados.
Hawái, por ejemplo, recibió 2 millones de dólares por cada caso y Alaska 3,4 millones. Wyoming, el estado más pequeño, con menos de 600 contagios, percibió mil 250 millones de dólares que equivalen al 80 por ciento de su presupuesto general anual.
A título de comparación, Nueva York y Nueva Jersey, de lejos los estados más vapuleados por el virus, recibieron 24 mil y 27 mil dólares por caso respectivamente. Otros estados con muchos casos, incluidos Massachusetts, Michigan e Illinois, se llevaron menos de 100 mil dólares por cada positivo.
“El estado de Nueva York es el epicentro de la pandemia y ha registrado un tercio de las muertes asociadas con el COVID-19, pero los fondos asignados por el gobierno federal no reconocen esta realidad”, dijo Freeman Klopott, portavoz del departamento que lidia con el presupuesto estatal, en un comunicado enviado a la AP.
Agregó que Nueva York sufrió una merma de 13 mil millones de dólares en sus ingresos, pero no recibió dinero alguno para compensar esa pérdida.
Es de notar que los estados escasamente poblados a menudo reciben más dinero per cápita del Gobierno federal. Ello responde a ciertas realidades políticas: Los estados pequeños tienen la misma cantidad de senadores que los grandes y esos senadores defienden sus intereses.
Las asignaciones dispuestas a fines de marzo se basaron en la población, con una salvedad: Todos los estados debían recibir un mínimo de mil 250 millones de dólares, sin importar su tamaño. Los legisladores dijeron que sin esa cláusula no se hubiese llegado a un acuerdo.
Esta desproporción en la ayuda puede tener consecuencias en medio de la pandemia. Los estados con muchos casos y muchos muertos dicen que necesitan más fondos federales para gastos inmediatos relacionados con la lucha contra el virus, que ha desbordado la capacidad de los hospitales y generado la necesidad de contratar más personal y de disponer de nuevas instalaciones para tratar a los infectados.
Algunos de los estados con pocos casos han podido reactivar sus economías más rápidamente y están decidiendo como disponer del dinero recibido sin violar las condiciones de esas entregas. El Congreso dispuso que estos fondos pueden ser usados solamente para cubrir gastos relacionados con el virus y no se lo puede emplear, por ejemplo, para compensar una merma en la recaudación impositiva y mantener funcionando el Gobierno local.
El Gobernador de Wyoming Mark Gordon, republicano, propone usar parte del dinero para ayudar a empresas que han sufrido con las suspensiones de actividades dispuestas por el gobierno y con una baja en la demanda. Otras partes de los fondos ya fueron destinados a ayudar a individuos y empresas.
Gordon dijo en una presentación en público que sabe que su estado será observado de cerca tras recibir cinco veces la cantidad de dinero per cápita de Nueva York y casi 90 veces más por cada caso positivo de coronavirus.
Max D’Donofrio, vocero del Senador republicano Mike Enzi, defendió la partida recibida por su estado diciendo que Wyoming enfrenta desafíos únicos por su condición de estado rural y que “a menudo es blanco de asignaciones per cápita prejuiciadas debido a su escasa población”.
Varios estados pequeños consideran repartir parte del dinero federal entre las municipalidades y las empresas, además de cubrir las necesidades en el campo de la salud.
Virginia Occidental, que recibió aproximadamente un millón de dólares por cada caso positivo, no decidió todavía cómo usar el dinero que quede una vez satisfechas las necesidades médicas. El Gobernador republicano Jim Justice dijo que espera que el Gobierno nacional le permita usar esos fondos para reducir el déficit presupuestario del estado, por más que eso esté expresamente prohibido.
Nueva York y otros estados con muchos contagios presionan para que el Congreso asigne más ayuda directa a los estados y las municipalidades en futuros programas de asistencia.