Ciudad de México, 5 de mayo (SinEmbargo).– Hace un año, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) celebró un cuarto de siglo con un orador principal: su fundador y entonces líder moral Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien advirtió a los dirigentes que la fuerza política estaban “más lejos que cerca” de los objetivos que originaron su fundación.
“A 25 años de distancia es oportuno preguntarnos, qué tan cerca o que tan lejos estamos de nuestro propósito original. Yo respondería que nos encontramos más lejos que cerca de lo que nos propusimos y nos comprometimos hace 25 años, son responsables los poderes fácticos y todos los que formamos parte de nuestra organización”, dijo Cárdenas Solórzano en un encendido discurso en el Teatro de la Ciudad, en el Distrito Federal.
Cuauhtémoc Cárdenas regresó a las ceremonias de aniversario de la fuerza política, después de dos años consecutivos de no asistir. Fue exclusivamente a dejarles un mensaje a los dirigentes encabezados por Nueva Izquierda (NI) o “Los Chuchos”.
Meses después, en noviembre, renunció.
Hoy el PRD cumple 26 años sin Cárdenas en sus filas, con más de 30 de sus líderes y fundadores más importantes fuera del partido y sin la ceremonia acostumbrada.
“No tengo nostalgia, porque en política es la muerte. Pero sí hay que reconocer que el PRD fue el principal referente de izquierda en la historia del país, ganando no sólo elecciones locales sino presidenciales. Llega a sus 26 años con la peor crisis política de su historia, sin la mayoría de los presidentes nacionales en sus filas y sin ningún ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Todos ya renunciamos”, dijo el Senador Alejandro Encinas Rodríguez a SinEmbargo.
Encinas Rodríguez renunció al Sol Azteca en enero pasado. Luego, en febrero, le siguió Marcelo Ebrard Casaubón, ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), varios de los colaboradores de ambos dejaron las filas perredistas en ese lapso. Por ejemplo, Alfonso Ramírez Cuéllar, otro de los fundadores del Sol Azteca; el Senador Mario Delgado Carrillo; la Diputada federal Martha Lucía Micher; la ex Diputada federal María Rojo Incháustegui, y Alejandro Rojas Díaz Durán, ex Secretario de Turismo del GDF, entre otros.
Esa desbandada comenzó con la renuncia de Andrés Manuel Lopez Obrador del perredismo, en septiembre de 2012. Junto con AMLO se fueron Martí Batres Guadarrama, Clara Brugada y Claudia Sheinbaum, entre otras decenas de seguidores del político tabasqueño.
Su líder moral, Cárdenas Solórzano, desistió después de varias llamadas a “retomar el rumbo” y a rescatar a un partido que el ingeniero consideró perdido y alineado al Gobierno de la República, encabezado por el Presidente Enrique Peña Nieto.
“El PRD tuvo logros y triunfos a lo largo de su historia, pero lamentablemente esos logros, fueron acompañados de retrocesos y la pérdida de valores y principios. El partido llega con divisiones internas, ha perdido liderazgos, pero lo más delicado es que perdió el perfil de un proyecto político opositor, cercano a la gente; donde su principal referente era la ética, que se diluyó”, expuso Encinas Rodríguez.
El Senador agregó que el Sol Azteca llegó a sus 26 años “secuestrado por intereses y la mezquindad de los grupos que se conformaron dentro de él”.
Se refirió a los grupos hegemónicos que dominan al partido: “Los Chuchos”, y Alternativa Democrática Nacional (ADN) y el resto de las corrientes o “tribus” más pequeñas que entre todas conforman el 70 por ciento de la fuerza al interior del Consejo Nacional, que es el que toma las decisiones importantes en ese instituto político.
A finales de febrero, cuando Marcelo Ebrard Casaubón renunció a las filas perredistas, algunos analistas opinaron que el partido está desfigurad y que sólo era un “membrete”.
“El PRD ya es un membrete, una botarga sin personalidad, está desfigurado, no significa ni remotamente lo que el PRD llegó a lograr en su tiempo, no sólo en votos, sino que fue un referente internacional en los liderazgos de América Latina. Es una casa abandonada en ruinas, donde la cuidan dos o tres personas que no se dan cuenta que ya perdieron todo”, dijo Virgilio Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (CENCA) del Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia (IIEDJ).
Enrique Gutiérrez Márquez, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, dijo que el partido se consolidó como “franquicia electoral que buscará votos para conservar el registro”, pero que no se asemeja en nada al partido que nació hace 25 años.
“Está muy lejos de ser esa opción de izquierda. La ciudadanía se queda sin ese contrapeso real de opción del lado de las izquierdas. Habrá que ver si siguen renunciando perredistas a las filas del PRD y sumándose a otros proyectos”, expuso.
La politóloga Marcela Bravo Ahuja, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó que en el Sol Azteca, luego de las renuncias que se dieron durante el último año, se quedó con la “izquierda más colaboracionista” con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Encinas Rodríguez planteó que si bien el PRD no desaparecerá, pues cuenta con bases fuertes y trabajo territorial, su poder se verá mermado en las elecciones del 7 de junio.
Después de esa fecha, detalló, habrá una “recomposición de las izquierdas”, que deberán reconstruir las “relaciones con la sociedad y unirse en un nuevo frente”.
En este contexto, indicó, el PRD debería participar en ese “gran frente de izquierdas”, sin embargo, quizás los dirigentes, no estén de acuerdo.
“Muchos dirigentes no estarán interesados, pero la inmersa mayoría perredista y los dirigentes locales sí. Esperemos qué pasa luego de la contienda electoral”, agregó.
NO HABRÁ CEREMONIA
El 5 de mayo del año pasado, el PRD realizó una ceremonia donde los principales organizadores del cumpleaños perredista fueron las corrientes de René Bejarano Martínez, Izquierda Democrática Nacional (IDN), y de Jesús Ortega, Nueva Izquierda (NI)
El resto de la “tribus” fueron las grandes ausentes, pues en el centro de la primera fila sólo estaban Bejarano y su esposa, la Senadora María de los Dolores Padierna; Jesús Zambrano Grijalva; Cuauhtémoc Cárdenas; el Jefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera Espinosa, y el Gobernador de Tabasco, Arturo Núñez.
En un lugar con menos reflectores participaron Miguel Barbosa Huerta, entonces coordinador de la bancada perredista en el Senado de la República, y Silvano Aureoles Conejo, ahora candidato a la gubernatura de Michoacán. Marcelo Ebrard Casaubón tampoco asistió –como no lo hizo en los últimos aniversarios–.
Un año después, no habrá celebración. Carlos Navarrete Ruiz, presidente nacional del Sol Azteca, anunció que los perredistas celebrarán con la puesta en marcha de una campaña en favor del incremento al salario mínimo en todo el país.
“Decidimos que el festejo de este año, para celebrar 26 años de vida fuese un festejo trabajando como debe ocurrir en un partido que está desplegado en todo el país. Hoy no habrá tiempo de una reunión pequeña, ni podremos reunirnos en un teatro a escuchar cuatro o cinco discursos, ya lo haremos después. Hoy la celebración es en todo el territorio, en todos los distritos hablando con la población y encabezando una jornada nacional por el incremento al salario”, dijo.
Navarrete anunció que celebrará el aniversario perredista desde Campeche, en un recorrido por los diversos municipios de la entidad.
“Luego me trasladaré a Tabasco a una intensa gira por varios distritos. Luego estaré dos días en Veracruz, desde Coatzacoalcos hasta Poza Rica y Papantla, que recorreré en dos días”, explicó.
