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Melvin Cantarell Gamboa

05/04/2022 - 12:05 am

La derecha en México (II y último)

El activismo de los conservadores se centra en desmedidos ataques al actual Gobierno; sin embargo, no esperaban la respuesta que los mexicanos de a pie han dado a esa ofensiva.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“La Cuarta Transformación ha obligado a la derecha a ponerse a la defensiva y ocuparse de la restauración de su lesionada hegemonía política”. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

¿Qué organizaciones militan activamente en la derecha en México? El Consejo Coordinador Empresarial, Canacintra, Concanaco, Coparmex, amplios sectores del Partido Acción Nacional, el Yunque, los Caballeros de Colón, los Legionarios de Cristo y otros con menor presencia activa. Todos ellos continúan jugando el mismo papel histórico de su origen pues está en su naturaleza.

¿Qué fines y objetivos persiguen? Por el momento esperan recuperar aquellos espacios de poder que la ciudadanía les arrebató en los comicios de 2018 y para ello aplican tácticas propagandísticas tipo nazi, refinadas y actualizadas, con técnicas que se identifican con la guerra de baja intensidad para combatir movimientos de carácter popular o cualquier intento de cambio social que amenace el sistema capitalista en su versión neoliberal.

La Cuarta Transformación ha obligado a la derecha a ponerse a la defensiva y ocuparse de la restauración de su lesionada hegemonía política. El activismo de los conservadores se centra en desmedidos ataques al actual Gobierno; sin embargo, no esperaban la respuesta que los mexicanos de a pie han dado a esa ofensiva.

Para sobrevivir y tener presencia pública echan mano de recursos legales, ilegales, cabildeo, corrupción, compra de consciencias, etc. Seducen, sobornan y corrompen a funcionarios venales, jueces y personal de instituciones públicas (TEPJF, INE, Poder Judicial), subsidian a organizaciones no gubernamentales y otras agrupaciones de la sociedad civil para que influyan en la forma de ser y pensar de algunos miembros de clase media o trabajadora: profesionales, obreros, campesinos, empleados y asalariados de distintas ocupaciones para hacer coincidir sus actitudes y comportamiento con los de la derecha. Invitan a personajes como Vargas Llosa, Pérez-Reverte y Santiago Abascal para que despotriquen contra el Gobierno y la izquierda.

La desesperación de un sector del PAN y el Yunque los llevó a buscar asesoría, consejo, preparación y formación ideológica en Europa. El pasado mes de septiembre de 2021 firmaron contratos con organizaciones de la ultraderecha europea, como Vox de España de extrema derecha y ultranacionalista, este partido español en los hechos vino a promocionar sus negocios, inscribió su marca y logotipo en el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) para ofrecer cursos, seminarios, marketing, publicidad, operaciones comerciales y otras linduras como consultoría de seguridad nacional y programas de adiestramiento e ideologización política.

La Senadora del PAN y vicepresidenta del Senado Alejandra Noemí Reynoso, a través de una representante, firmó un contrato de adoctrinamiento y adiestramiento con Vox y tres formaciones políticas de extrema derecha europeas, Vox de España, Ley y Justicia de Polonia (PiS), católico, conservador, proteccionista y uno de los más importantes partidos en ese país; el Frente Nacional de Francia, también de derecha y Unión Cívica Húngara, partido conservador, nacionalista y populista de derecha. Suscribió el mencionado contrato, como representante de la Senadora, Alicia Galván, persona vinculada al Opus Dei y otros grupos ultracatólicos.

La prensa en España y en México dio cuenta de que jóvenes mexicanos, en Madrid, fueron adoctrinados, preparados y entrenados como cuadros políticos profesionales, mismos que en el futuro cercano se opondrán a toda iniciativa que contravenga su ideología y creencias, especialmente en el terreno legislativo. Junto con sus pares de otros países de América Latina, asistieron a seminarios en los que escucharon discursos de los líderes europeos de derecha más radicales y extremistas como parte del fortalecimiento de sus habilidades de liderazgo. Estos noveles cuadros están destinados a formar la vanguardia política del PAN.

Desde mi punto de vista ante el activismo de derecha es deseable una política práctico-estratégica de izquierda. Lo que el ciudadano común percibe es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador y algunos de sus colaboradores realizan de manera habitual y continuada una política comprobable en favor del cambio, pero también nota que no todos quienes forman parte de la 4T están a la altura de las circunstancias y son capaces de comprender y responder con atingencia a los reclamos populares, es más, ni siquiera para contestar con dignidad y tino a las acusaciones retóricas, sofísticas y argumentos falaces, discursos sesgados y mal intencionados de las élites y sus  corifeos con sus acostumbrados y burdos juegos de lenguaje: denuestos, insultos, ofensas, desprecios y odios en desbocada paranoia.

Cierto es que cuando un pueblo tiene algo que defender (en este caso: programas sociales, pensión universal, reformas a la Ley para recuperar los recursos estratégicos, el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, Dos Bocas y muchas otras políticas sociales) lo hace de manera decidida y digna; así vemos que los voceros de derecha obtienen como respuesta a sus impetuosos y violentos ataques a AMLO miles de réplicas, observaciones y objeciones en las redes sociales, donde el público opone a la prepotencia de los poderosos la contrapotencia del humor, la burla, la sátira, la ironía, su ingenio y su número para responder y sobrepasar a los objetores del Gobierno. En este escenario, los “plebeyos” superan por mucho a los “señores”, exhibiendo no sólo su paranoia, sino servidumbre, falta de consciencia social, avidez de provecho y desprecio por el prójimo.

Sin embargo, es necesario sumar a esta línea defensiva creada por el pueblo un mayor activismo de los militantes de Morena, funcionarios y sus legisladores (muchos votaron, por ejemplo, para favorecer a los banqueros), algunos presidentes municipales incapaces de sentir en carne propia las necesidades de los pobres y olvidados del sistema, gobernadores sin consciencia ni biografía que los identifique con los desposeídos y explotados, ministros que escudados tras los escritorios optan por los intereses de empresas nacionales y extranjeras (principalmente en asuntos laborales, derechos y atención a demandas del pueblo); todos ellos, si se dicen de izquierda, han de comprometerse a actuar en favor de los débiles, pues ser de izquierda exige una ética de la convicción, no basta situarse del mismo lado del corazón o exhibir un carnet de militancia hay que hacer coincidir lo que se piensa con lo que se hace, porque somos nuestra biografía, nadie puede convertirse de la noche a la mañana en alguien de izquierda.

El juicio independiente y la acción autónoma propios de quien se sitúa del lado de los necesitados está ausente en estos sujetos cuando dejan que López Obrador enfrente, él solo, las andanadas de los conservadores y ninguno de ellos asume públicamente, por lo menos, la defensa de su campo de actividad como funcionario; ni siquiera, como hemos visto, cuando son acusados por faltas en el ejercicio público renuncian por propia iniciativa para ser investigados y así evitarle problemas al Presidente. Tampoco puede haber mística de izquierda en aquellos que se formaron en partidos como el PRI, el PAN, el PRD u otros y de pronto, como buenos profesionales de la deserción, reniegan de su pasado y se metamorfosean en algo diferente, según a donde los conduzcan sus intereses personales; estos enmascarados jamás podrán superar su origen pequeño burgués ni su oportunismo, pues ahora en el poder se comportan como los peores enemigos del pueblo: autoritarios, sus comportamientos desvitalizan las iniciativas populares, actúan perversamente cuando en ejercicio de sus responsabilidades se ponen al servicio de intereses privados o extranjeros, cargan de impuestos a los ciudadanos, desatienden los servicios públicos y aumentan las tarifas a discreción pues les preocupan más los ingresos de sus tesorerías que poner en práctica políticas en favor de sus gobernados. No hay en ellos nada que nos permita diferenciarlos de sus antecesores de derecha.

Para terminar con un último comentario: debieran considerar los conservadores de derecha y esos pseudoizquierdista que no actúan en el desierto, no todos somos “Fernando”; a nadie se engaña ya repitiendo hasta el cansancio publicidad engañosa en su favor. Los poderosos y sus corifeos en adelante serán desenmascarados por un pueblo cada día más sagaz e inteligente que cuestiona, duda, se hace preguntas porque ha aprendido a analizar, porque los hechos le han enseñado que la situación presente exige cambios, por eso es capaz de contradecir, argumentar y responder con reflexiones combatientes a los obnubilados por la derecha. Estos nuevos mexicanos pensantes de modo natural se ubican a la izquierda. El pueblo, en lo sucesivo, con osadía, hará frente a las mentiras de la derecha sin conceder nada. En el país está generándose un clima de transformación social en el que incluso los poderosos y sus ideólogos se verán obligados a reconocer que una vuelta al pasado es imposible, aunque se valgan de los más sofisticados subterfugios, creyéndonos un pueblo dormido, porque ignoran que la inmensa mayoría que somos formamos un cuerpo despierto que hace valer su soberanía en acto. Y cuando el sometido consciente de su fuerza se decide a crear una realidad diferente, hace ver a los “señores” que no son todo, sino meros fanfarrones que la historia enterrará.

(Es de esperarse que con este salto cualitativo no se repita el episodio que se produjo después de los resultados electorales de 1988. Un año antes (1987), un grupo de tecnócratas formados en universidades norteamericanas tomaron el control del Gobierno para ajustar las nuevas políticas económicas al neoliberalismo que impulsaba el Presidente Reagan. México firmó un Pacto de solidaridad económica con Estados Unidos sin percatarse que estaban jodiendo al país y empezando a escribir la tragedia nacional y también la insurgencia de grandes sectores de la población. En las elecciones de 1988 el PRI, acostumbrado a cometer fraudes electorales sin consecuencias, intentó cambiar los resultados que favorecían al candidato del Frente Democrático Nacional provocando la movilización masiva de ciudadanos, que pagaron un alto costo pues muchos fueron asesinados o desparecidos. Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del FDN, no aceptó los resultados y acusó al PRI de planear un golpe técnico de Estado. Manuel Camacho Solís, en representación del candidato oficial Carlos Salinas de Gortari, se acercó a los candidatos “perdedores” Clouthier de PAN y Cárdenas para “negociar un acuerdo”. Logró pactar con los panistas, quienes se comprometieron a abstenerse de votar en la Cámara de Diputados a la hora de dar a Salinas los votos necesarios para declararlo Presidente. Cuauhtémoc Cárdenas se entrevistó con Carlos Salinas de Gortari y el FDN reconoció el triunfo del PRI, consumándose así una traición a las luchas populares. Esto, espero, no se repita como tragedia ni comedia, pues ahora somos un pueblo despierto. El corolario viene al caso como advertencia para quienes no han comprendido. (Para mayor información recomiendo la consulta del ensayo de Claudio Albertani: “En qué momento se jodió México”. Publicado en Francia por la revista Courant Alternatif, Números 310, 311 y 312 de mayo, junio y verano de 2021. Por la revista italiana Collegamenti, cuaderno no. 1, julio 2021. Etcétera en España y Madera en México.)

Nota: En la primera parte de este artículo, por distracción confundí a Hermann Göering, (fundador de la Gestapo y de los primeros campos de concentración), con Hermann Goebbels, Ministro de Ilustración Pública y Propaganda de Hitler y creador de los métodos de propaganda nazi.

Melvin Cantarell Gamboa
Nació en Campeche, Campeche, en 1940. Estudió Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es excatedrático universitario (Universidad Iberoamericana y Universidad Autónoma de Sinaloa). También es autor de dos textos sobre Ética. Es exdirector de Programas de Radio y TV. Actualmente radica en Mazatlán, Sinaloa.

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