Es innegable el valor de las revelaciones del escándalo Panama Papers para el mundo. Se trata de valiosas pruebas de lavado de dinero y evasión fiscal por parte de empresarios, políticos y demás personajes alrededor del mundo. Esto conllevará a un ligero reacomodo de las estructuras financieras globales. Pero no más. Los grandes evasores fiscales y lavadores de dinero del planeta no han sido alcanzados por este escándalo. Después de todo, se trata de revelaciones de sólo una de las cientos de empresas de triangulación y lavado de dinero del mundo.

No obstante, en los países más civilizados y con instituciones sólidas esto desencadenará pronto verdaderos procesos judiciales. En el caso de México, sin embargo, no soy tan optimista al respecto. La lista de mexicanos implicados en este escándalo incluye al principal empresario beneficiado por los gobiernos de Enrique Peña Nieto: Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa. Sin embargo, las probabilidades de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) lo investigue al respecto y le haga pagar por esta evasión fiscal son nulas. El propio titular de la SHCP, Luis Videgaray y Caso, tiene compromisos con este empresario, como lo demuestran las recientes evidencias de la adquisición de la casa de Videgaray en Malinalco, estado de México, adquirida con el favor de Hinojosa Cantú. Más aun, tampoco Enrique Peña tocaría a Hinojosa Cantú, pues le debe su “casa blanca”. Para completar este cuadro trágico de corrupción e impunidad, el titular de la Secretaría de la Función Pública es un cero a la izquierda.

De este tema quienes menos están autorizados para sacar ventaja política son los ex presidentes Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa (quienes, no obstante, sé que no tardarán en opinar, pues su cinismo y longitud de sus lenguas son por todos conocidos). Digo lo anterior porque también aparecen implicados en este escándalo de lavado de dinero los socios de la empresa Oceanografía, en especial Amado Yáñez Osuna. Recordemos que esta fue la empresa más beneficiada por los desvíos de dinero de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante los dos sexenios del Partido Acción Nacional (PAN). Tanto la administración de Vicente Fox Quezada como la de Felipe Calderón Hinojosa otorgaron dudosos multimillonarios contratos a esta empresa, contratos incumplidos en su mayoría, según consta en ocho auditorías de la Auditoría Superior de la Federación, recayendo la responsabilidad directa en el entonces director de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil.

También aparecen implicados en este escándalo de evasión fiscal y lavado de dinero:

• Emilio Lozoya Austin, quien fuera, hasta hace unos meses, director general de PEMEX, jugando un papel central durante la aprobación de la reforma energética;
• Omar Yunes Márquez, hijo del actual candidato a gobernador del estado de Veracruz por el Partido Acción Nacional (PAN) Miguel Ángel Yunes Linares (pobre Veracruz);
• Noé Castañón Ramírez, exdiputado local en Chiapas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) e hijo de quien fuera Secretario de Gobierno durante el sexenio de Juan Sabines Guerrero (pobre Chiapas pobre);
• La actriz Edith González, detrás de quien, jalando del hilo, encontramos al exgobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco (sí, otra vez Veracruz).

Así, a todos estos personajes se les debe iniciar una investigación y en su caso un proceso penal tanto por el origen ilícito de sus fortunas, evasión fiscal y posible lavado de dinero. Por su parte, a Vicente Fox, Felipe Calderón, Carlos Morales Gil, Enrique Peña y Luis Videgaray se les debe investigar y en su caso procesar penalmente por complicidad y daño al patrimonio de la Nación.

Yo sé que no veremos justicia al respecto proveniente del actual gobierno mexicano. Quedan entonces pendientes estos casos para su investigación ante una Comisión de la Verdad y la Justicia que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya nos está quedando a deber.

Geopolítica

Pensemos mal para acertar. Como en cualquier tema geopolítico y económico, las casualidades tampoco existen aquí. Hablo de las siguientes aparentes casualidades:

• La ausencia de políticos de peso de los Estados Unidos de América implicados en este escándalo.
• La prácticamente nula afectación de los principales índices bursátiles de los EUA ante este escándalo (Dow Jones y Standard and Poors).
• La caída de los principales índices bursátiles de Europa, Asia y Latinoamérica (FTSE, DAX30, SMI, IBEX35, RTS, NIKKEI 225, HANG SENG, BOVESPA e IPC).
• Luego de este escándalo se interrumpe la recuperación del precio del petróleo y se fortalece el dólar americano.

En conclusión, con este escándalo gana algo el pueblo México al robustecerse el cúmulo de evidencias en contra de esta clase política de ladrones. Gana el gobierno de los EUA, pues hubo un debilitamiento relativo de la imagen del principal líder político de Rusia, Vladimir Putin, quien también está implicado en este escándalo (aunque tampoco allá habrán importantes consecuencias legales, el gobierno ruso también es muy corrupto). Ganan los financieros globales tradicionales al debilitarse varios de sus principales competidores. Ganan los corporativos de los EUA al salir prácticamente ilesos de este escándalo si se les compara con sus competidores del Lejano Oriente. Le toca ahora al oso y al dragón contraatacar al águila calva, cosa que al águila en el nopal debe aprovechar para sacudirse las ratas.

@SergioSaldanaZ

Sergio Saldaña Zorrilla

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Doctor en Economía por la Universidad de Economía de Viena (WU-Wien), en Austria, ex-funcionario de la ONU (CEPAL) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACYT.

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