Ciudad de México, 5 de abril (SinEmbargo).– Una droga que apareció en escena la década pasada ha comenzado a preocupar a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y al gobierno de Estados Unidos. Se trata de una sustancia que se creía había desaparecido, pero volvió silenciosamente. Autoridades han asegurado que la caída del consumo de cocaína, la legalización de la mariguana y el repunte de la heroína impulsaron el regreso del fentanilo y sus derivados, como la mezcla llamada “china white”.
Aquel fantasma está de nuevo en las calles, e incluso ya hasta hay alertas porque representa una “amenaza” en el país norteamericano. Los cárteles mexicanos han entrado a este negocio, y según reportes, podrían ser los proveedores de estos narcóticos.
En el sexenio de Vicente Fox Quezada (2000-2006), la palabra fentanilo comenzó a leerse en los boletines de la Procuraduría General de la República (PGR). A nivel oficial sólo se le había hablado de esa sustancia por su uso médico, puesto que el fentanil es un calmante –más fuerte que la morfina– usado para tratar enfermedades graves como el cáncer. Sin embargo, durante la gestión de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), ex Presidente mexicano que declaró la “guerra contra el narco”, se informó sobre el desmantelamiento de dos laboratorios clandestinos –uno en Sonora y otro en el Estado de México– donde se sintetizaba el fármaco, el cual mató a tres personas en Estados Unidos a finales de 2005 y principios de 2006, según declararon autoridades de ambos países.
El fentanilo o también llamado “heroína sintética”, porque pertenece a los opioides sintéticos, tiene su historia en Afganistán que, ante la escasez de heroína producida por una enfermedad en la adormidera de opio, migró a varios países europeos en la década pasada y de ahí brincó a otros mercados, de acuerdo con el “Informe Mundial Sobre las Drogas 2012 de la Organización de las Naciones Unidas”.
Los opiáceos son un grupo de narcóticos que incluyen drogas naturales derivadas de la adormidera –como el opio–. Los integrantes de esta familia son: la morfina, codeína, sustancias semisintéticas como la heroína, así como los opioides completamente sintéticos como la metadona, la petidina, fentanilo y otros inventos como desomorfina (también conocida como “krokodil”), el opio acetilado (conocido como “kompot”) y la buprenorfina, por decir algunos.
Algunas de estas sustancias son inhibidores del sistema nervioso central y se usan para el tratamiento del dolor y otros trastornos, bajo supervisión médica cercana, según la guía llamada “información sobre trastornos del uso de drogas”, publicado por la Fundación Gónzalo Río Arronte, I.A.P [Institución de Asistencia Pública].
UNA DROGA EN PARCHE
El fentanilo, como anestésico, se usa actualmente en los hospitales de todo el mundo; sin embargo, se ha comenzado a tomar cartas en el asunto para su regulación y en algunos casos se ha propuesto retirar del mercado algunos productos con este activo, debido a que muchas personas han muerto de sobredosis. Inclusive hubo un repunte de muertes cuando este fármaco legal comenzó a venderse en parches transdérmicos.
Autoridades de salud europeas y americanas han emitido alertas para que los médicos, pacientes y sus cuidadores tomen precauciones.
El pasado mes de marzo, la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) emitió una alerta nacional sobre los peligros del fentanilo y de una mezcla entre esta sustancia con heroína, conocida comúnmente como “china white”.
“Incidentes de drogas y de sobredosis relacionadas con fentanilo se están produciendo a un ritmo alarmante”, dijo el administrador de la DEA, Michele Leonhart, publicó la agencia Notimex.
Expuso que los cargamentos incautados de fentanilo provinieron de México, Alemania, Japón y China. Pero en algunos estados como California, era mercancía mexicana.
La alerta fue emitida a través del Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC) a todas las corporaciones de policía en Estados Unidos.
Tanto la agencia estadunidense como la ONU han coincidido que en la década pasada hubo un boom de esta droga, y entre 2010 y 2011 se apagó; no obstante entre 2014-2015 hubo un nuevo repunte.
El Sistema Nacional de Información de Laboratorio Forense (NFLIS, por sus siglas en inglés), institución que posee datos de los laboratorios de la policía estatal y local de EU, reportó tres mil 344 casos de consumo de fentanilo en 2014, en comparación con 942 en 2013.
En 2014, el actor Philip Seymour Hoffman falleció a los 46 años de una sobredosis. Su cuerpo fue encontrado en su departamento de Nueva York el 2 de febrero de ese año. Autoridades sostuvieron la sospecha que la droga que él usó fue una mezcla entre heroína y fentanilo, o también llamada “china white”.
El documento “Evaluación Nacional de las Amenazas de las Drogas de 2014”, realizado por la DEA, indica que en México se produce casi la mitad de la heroína que se encuentra en Estados Unidos, y adjudica esa tendencia a la caída del consumo de la cocaína y la despenalización de la mariguana.
En el reporte de 2013, la DEA informó que la disponibilidad de heroína en Estados Unidos ha mantenido una constante alza asociada al “incremento de la producción mexicana” y a la expansión de los cárteles mexicanos en el este y medio oeste de la Unión Americana, zonas antes abastecidas con heroína blanca de producción asiática y colombiana.
Un factor es el creciente tránsito de heroína colombiana por territorio azteca en dirección al norte. Informes de Interpol apuntan a que el fortalecimiento de la sociedad México-Colombia y la evidencia en calle prueban que especialistas químicos de origen colombiano trabajan para narcotraficantes mexicanos en la producción de heroína blanca, más preciada que el tradicional compuesto café obtenido de las refinerías mexicanas desde principios del siglo pasado.
Los montos de la heroína confiscada por las autoridades estadounidenses en su frontera suroeste con México se ha “incrementado significativamente”. El Sistema Nacional de Aseguramientos de Estados Unidos detalló que el volumen descubierto en ese límite territorial pasó de 558 kilos de heroína en 2008 a 1 mil 855 kilos en 2012, un alza de 232 por ciento.
Autoridades estadunidenses aseguraron 12 kilogramos de fentanilo durante 2014 en la costa oeste, que, dijeron, provenía cárteles mexicanos.
En enero, el subsecretario de Estado de EU para asuntos de narcóticos, William Brownfield declaró que en los últimos tres o cuatro años el consumo de heroína en ese país aumentó un 65 por ciento, convirtiéndose en un “problema nacional”.
Durante una conferencia, el funcionario americano llamó a los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México a atender la problemático, pues consideró que el consumo de esta droga se disparó en un muy corto periodo de tiempo.
En febrero de 2014, la Oficina de la Casa Blanca sobre Políticas de Control de Drogas publicó el informe “Lo que Estados Unidos gasta en drogas ilegales: 2000-2010”, una investigación estadística basada en consumo conocido y sus tendencias, las incautaciones hechas sobre diferentes drogas y el valor callejero de las sustancias prohibidas.
La investigación arrojó que los estadunidenses consumieron en 2010 una cantidad de heroína que, convertida en dinero, oscila entre 15 mil y 45 mil millones de dólares con una estimación media de 27 mil millones de dólares.
A pesar que los datos indican que México es productor de heroína y que se han desmantelado laboratorios de fentanilo y la DEA aseguró que esta sustancia viene de México, no hay datos sobre el consumo de “heroína sintética”, ni muertes por “china white”, de acuerdo con el Colectivo Para Una Política Integral Hacia las Drogas en México, y el doctor Jesús Antonio Orueta Álvarez, subdirector de Hospitalización y Proyectos Clínicos de Centros de Integración Juvenil, AC.
“No, en los tres años que llevo en mi encargo, yo no he sabido de ningún caso relacionado con entanilo”, dijo Orueta Álvarez, en entrevista para SinEmbargo.
–Con información de Humberto Padgett