Comunidad maya de Sitilpech lucha contra las mega granjas porcinas

05/03/2023 - 12:00 am

¿Qué está sucediendo en Sitilpech?

El pueblo maya de Sitilpech, ubicado en el municipio de Izamal, Yucatán ha estado luchando durante años para proteger sus tierras, enfrentando a las mega granjas de cerdos de Kekén. La empresa lleva 25 años en tierras mayas. Esta granja explota cerca de 50 mil cerdos y está contaminando el aire y el agua de su comunidad. Imagina lo preocupante que es tener una granja a pocos kilómetros de tu hogar, contaminando el agua que utilizas en casa, para tus cultivos, para beber. Imagina el olor, las moscas, las enfermedades y la impotencia. Tanto las personas que trabajan en las granjas y mataderos como quienes viven a sus alrededores tienen la mayor exposición a desechos como la sangre, el excremento y muchas otras sustancias contaminantes, provocando altas tasas de enfermedades respiratorias e infecciosas, sin olvidar las pérdidas económicas debido a que el agua afecta sus cultivos.

En el 2022 la Comisión Nacional del Agua realizó muestreos en los pozos de la zona y determinó que se encontraron coliformes fecales, grasas, aceites entre otros elementos que incumplen con la Norma Oficial Mexicana. Las y los habitantes han externado que tras bañarse, han aparecido erupciones en su piel, sufren de comezón, diarreas y vómito. Existen otras 499 granjas en el estado de Yucatán, pero el gobierno sólo tiene en sus registros a 15. Según un informe de Food and Water Watch, un sólo cerdo produce alrededor de una tonelada y media de estiércol cada año, esto es alarmante.

Después de años de trabajo colectivo, resistencia y defensa legal, lograron detener la operación de la mega granja. Lamentablemente, tan solo 9 meses después, la industria porcícola logró que se desechara el caso de forma arbitraria y reanudaron actividades. La comunidad arribó al lugar, lo bloquearon y armaron un campamento para hacer guardia y así detener el paso de los camiones a las granjas. La policía se hizo presente esa madrugada y utilizando violencia, les reprimieron y destruyeron su campamento, arrebataron algunas de sus pertenencias como sus celulares para mantenerles sin comunicación y dañaron algunos de sus medios de transporte.

El pueblo maya de Sitilpech, ubicado en el municipio de Izamal, Yucatán ha estado luchando durante años para proteger sus tierras, enfrentando a las mega granjas de cerdos de Kekén. Foto: Jessica González Castro

El día 28 de febrero, la empresa “Productos Pecuarios para Consumo S. P. R. de R.L. de C. V” les hizo llegar una invitación para llevar a cabo una mesa de diálogo, la cual decidieron rechazar por el momento ya que no han cumplido con los acuerdos previos. La Esperanza de Sitilpech y la organización Kanan emitieron una declaratoria el 22 de febrero llamada “Declaratoria de Sitilpech sobre un Pueblo Libre de Mega Granjas Porcícolas” durante una conferencia de prensa pública en donde establecen las formas en las que podrían entablar un diálogo, esto incluye retirar a los cerdos que actualmente se encuentran dentro de las instalaciones de la empresa. Ese mismo día, policías llegaron en cerca de 20 camionetas a intimidar a la comunidad que se encontraba protestando. La empresa pidió se diera oportunidad de sacar a los cerdos y permitir la entrada de un camión con alimento para los mismos y combustible. La comunidad exige que se cumplan los acuerdos, ya que por su parte cumplieron y permitieron la entrada de dicho camión.

Respuesta de Sitilpech a mesa de diálogo con la empresa Productos Pecuarios para Consumo. Foto: Instagram kanan_ddhh

Haciendo una rápida búsqueda de la empresa, descubrí que recientemente ha sido acreedora de un premio nacional en donde, por segunda ocasión, ha sido galardonada por sus “estándares de calidad en sus procesos y productos”. El director general aseguró que “tienen un estricto control de calidad de productos y procesos, buscan fomentar una porcicultura sustentable que promueve las mejores prácticas.” Claramente, esto es bastante debatible y refutable.

Nuestro deseo por la carne condena a millones de animales a una vida llena de explotación, sufrimiento y dolor. Son tratados y percibidos como máquinas, como materia prima de producción y esto está tan normalizado que sigue sorprendiéndome. La fecha de su muerte está programada desde su primer día de vida. La industria cárnica está acabando con todo a su paso, afectando a miles de comunidades, derrochando recursos, degradando los suelos, contaminando el agua y el aire que respiramos. Cuestionemos y terminemos con el especismo. La violencia hacia los animales debe parar. Como consumidoras y consumidores, tenemos el poder de rechazar estas prácticas y dejar de financiar esta violencia.

Opino que este caso evidencia que los intereses económicos se han colocado muy por encima de la vida, de los derechos, de la salud y de la seguridad de las personas. Esto es violencia, esto es racismo ambiental. Es un derecho fundamental poder respirar aire limpio y tener acceso a agua potable.

Las y los habitantes han externado que tras bañarse, han aparecido erupciones en su piel, sufren de comezón, diarreas y vómito. Foto: Jessica González Castro

Hice este escrito con mucho respeto y en apoyo para la comunidad de Sitilpech con el fin de hacer eco a sus exigencias. Para seguir el caso, sumarte y seguir las actualizaciones, visita Kanan Derechos Humanos (@kanan_ddhh).

La comunidad de Sitilpech resiste, solidaridad con Sitilpech y la defensa de su territorio.
#FueraKeken #SitilpechLibre #FuerzaSitilpech

Katia Rodríguez
Licenciada en Biología, su trabajo está enfocado en buscar la justicia social y la interseccionalidad entre las distintas luchas. Los últimos años ha dedicado sus esfuerzos a defender los derechos de los animales y actualmente se desempeña como Gerente de Campañas en México para la organización internacional Vegan Outreach.
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