Durante una entrevista por televisión, Pepe Aguilar recordó a sus padres y afirmó estar trabajando en una bioserie debido a que sus vidas eran como “una telenovela” mexicana.
Por Megan Negrete
Los Ángeles, 5 de marzo (LaOpinión).- La Dinastía Aguilar comenzó su legado desde hace más de 50 años, pues los iniciadores de la famosa familia Don Antonio y Doña Flor Silvestre no sólo tuvieron éxito en el ámbito profesional sino también en su vida personal, pues formaron una de las familias más sólidas del entretenimiento.
Su huella ha trascendido con los años y lograron que perdurara por medio del regional mexicano, pues siguen en la memoria del público, por lo que ahora se prepara una bioserie sobre su legado, aunque primero se lanzará un proyecto enfocado en la trayectoria e historia de amor de Antonio Aguilar y Flor Silvestre.
Pepe Aguilar confirmó en entrevista para Ventaneando que está en marcha una bioserie sobre sus padres, en ella se contará la historia de cada uno y el camino para alcanzar la fama durante el cual se encontraron dando como resultado una de las familias más famosas de la industria.
El cantante de “Me vas a extrañar” señaló que la vida de sus padres estuvo llena de melodramas y la comparó con la serie de televisión La Rosa de Guadalupe, sobre todo la de Flor Silvestre que se abrió paso en la industria durante una época en la que había más obstáculos para las mujeres.
“Historia de drama sin parar hasta que conoce a mi papá, cuando conoce a mi papá después de haber tenido mucho drama en su vida se hace la historia de amor”, señaló Pepe Aguilar al hablar sobre los triunfos de su padre como su invitación para cantar en la Casa Blanca.
ASÍ FUE LA HISTORIA DE AMOR DE DON ANTONIO Y DOÑA FLOR SILVSTRE
Gracias a su talento sobre el escenario Antonio Aguilar se ganó rápidamente al público, pero mientras ganaba fama como cantante logró conquistar el corazón de Guillermina Jiménez Chabolla, el nombre real de Flor Silvestre, convirtiendo su historia de amor en digna de contar.
La también actriz era conductora de radio cuando “Toni” Aguilar fue invitado para hablar de su carrera, aunque señalaban que se trata de amor a primera vista tuvieron que pasar más años antes de que formalizarán su relación y comenzaran una vida juntos.
Protagonizaron la cinta La huella del chacal en 1955 y dos años más tarde se unieron una vez más en con la película El rayo de Sinaloa, momento en que comenzó la chispa entre ellos cuando Antonio Aguilar le robó un beso entre caballos que eran parte de la producción.
La pareja se casó en 1959 en el racho “El Soyate”, en Zacatecas, lugar que fue testigo de su crecimiento personal y profesional durante más de 40 años. Sitio que ahora se ha convertido en un espacio para una de las dinastías que continúan causando impacto en el regional mexicano.