La agencia noticiosa Amaq, perteneciente al Estado Islámico, publicó una declaración de parte del grupo extremista en el que identifican al suicida de origen afgano que actuó dentro de una mezquita en Peshawar, Pakistán, donde murieron 56 personas y casi 200 quedaron heridas.
Por Kathy Gannon y Riaz Khan
PESHAWAR, Pakistán, 5 de marzo (AP).— El grupo extremista Estado Islámico dijo que un suicida afgano perpetró un ataque suicida en el interior de una mezquita chií de la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, durante la oración del viernes y mató a al menos 56 fieles, además de dejar 194 heridos.
La filial de la milicia radical en la región, conocida como Estado Islámico en la provincia de Jorasán y con sede en Afganistán, se atribuyó la autoría del devastador atentado en un comunicado traducido por el grupo SITE Intelligence.
La declaración se publicó en la agencia noticiosa Amaq, perteneciente al grupo. La nota identificó al suicida como afgano, incluyó su foto y señaló que “los combatientes de Estado Islámico atacan constantemente a los chiíes que viven en Pakistán y Afganistán a pesar de las intensas medidas de seguridad adoptadas por la milicia talibán y por la policía paquistaní para asegurar los templos y centros chiíes”.
La masacre en la mezquita, ubicada en las estrellas calles del casco antiguo de Peshawar, fue espantosa.
Según el portavoz del hospital Lady Reading de la ciudad, Asim Khan, muchos de los heridos presentaban un pronóstico crítico. Decenas de víctimas fueron alcanzadas por la metralla, muchas tenían miembros amputados y otras fueron alcanzadas por los escombros que salieron despedidos.
El jefe de policía de Peshawar, Muhammed Ejaz Khan, dijo que todo comenzó cuando un atacante armado abrió fuego contra la policía apostada en el exterior de la mezquita Kucha Risaldar. Un agente murió en el tiroteo y otro resultó herido. El suicida corrió entonces al interior del templo y detonó su chaleco suicida.
El agresor llevaba un potente artefacto atado al cuerpo, con 5 kilos (12 libras) de explosivos, explicó Moazzam Jah Ansari, el máximo responsable de la policía de la provincia de Khyber Pukhtunkhwa, de donde Peshawar es la capital.
El atentado se produjo cuando los fieles se congregaban para la oración, apuntó Waheed Khan, un policía local que añadió que se teme que la cifra de víctimas mortales pueda aumentar.
Las ambulancias circularon a toda velocidad por las calles estrechas de la ciudad para llevar a los heridos al hospital Lady Reading, donde los médicos trabajaban frenéticamente.
Shayan Haider, un testigo, explicó que se disponía a acceder a la mezquita cuando una potente explosión lo lanzó a la calle. “Abrí los ojos y había polvo y cuerpos por todas partes”, contó.
En las urgencias del hospital Lady Reading reinaba el caos mientras los doctores trataban de llevar a los numerosos heridos a quirófano. Cientos de familiares se reunieron frente a la unidad de emergencias, muchos de ellos llorando y golpeándose el pecho, suplicando información sobre sus seres queridos.
Fuera de la mezquita, los musulmanes chiíes se agolpaban en las calles acordonadas. La mezquita Kucha Risaldar es una de las más antiguas de la zona, anterior a la creación de Pakistán en 1947 como un país separado para los musulmanes del subcontinente indio.
El líder de la oración, Allama Irshad Hussein Khalil, un destacado líder chií joven, estaba entre los muertos.
El primer ministro del país, Imran Khan, condenó el ataque. Su asesor de seguridad nacional, Moeed Yusuf, calificó el incidente de “atroz ataque terrorista” y prometió que los responsables de la matanza serán “llevados ante la justicia”.
“No permitiremos que nuestros avances contra el terrorismo y nuestra seguridad interna se vean comprometidos a ningún costo”, tuiteó Yusuf.
En Pakistán, una nación musulmana de mayoría suní, la minoría chií ha sido el objetivo de numerosos ataques. En los últimos meses, ha sufrido un incremento significativo de la violencia y docenas de militares han sido asesinados en ataques contra puestos militares a lo largo de la frontera con Afganistán.