La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) explicó que en el marco de una "investigación responsable" se pidió a las diócesis, territorio bajo la jurisdicción de un obispo, informarle de los casos de abuso sexual en proceso con autoridades civiles.
El único caso de un sacerdote condenado por delitos sexuales en la última década es Juan Manuel Riojas Martínez, el "Padre Meño", condenado en octubre de 2018 a 15 años de prisión por violación calificada equiparada por hechos ocurridos en un seminario en 2013.
Por Juan Manuel Ramírez G.
México, 5 de marzo (EFE).– La Iglesia Católica admitió este martes que 101 sacerdotes han sido llevados a proceso por delitos sexuales desde el año 2010 en México, sin informar su estatus ni resultado de las acusaciones ante las autoridades civiles.
"Hasta este momento tenemos (datos) de 64 diócesis, nos faltan más por recopilar y tenemos 101 casos que están en procesos ministeriales; no sabemos el estatus ni el resultado", dijo Alfonso Miranda Guardiola, secretario de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) en una rueda de prensa.
El único caso de un sacerdote condenado por delitos sexuales en la última década es Juan Manuel Riojas Martínez, el "Padre Meño", condenado en octubre de 2018 a 15 años de prisión por violación calificada equiparada por hechos ocurridos en un seminario en 2013.
La CEM explicó que en el marco de una "investigación responsable" se pidió a las diócesis, territorio bajo la jurisdicción de un obispo, informarle de los casos de abuso sexual en proceso con autoridades civiles.
"Tenemos que precisar el número porque el que di no es la última cifra, tenemos que revisar hasta dónde llega esta realidad, por ahora no podemos cuantificar el total; ojalá y no sea una plaga", apuntó el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López.
La dirección de la CEM señaló que cada diócesis tiene su propios datos por cuestiones canónicas y civiles, porque legalmente cada una es una asociación religiosa que rinde cuentas al Estado "y no se puede hablar de una Iglesia mexicana sino de cada ciudad donde se localizan las diócesis".
La CEM anunció un plan de trabajo con cinco grandes objetivos para la protección de los menores, como el diagnóstico, prevención, justicia y respuesta, apoyo a víctimas y promoción al respeto por la ley, los cuales tienen 28 líneas de acción.
El plan de las autoridades católicas mexicanas surgió del gran encuentro de la jerarquía católica en El Vaticano, hace dos semanas, en el que se abordó la lacra de los abusos a menores por parte de clérigos, en el que también participaron algunas víctimas.
El Papa Francisco se comprometió a que la Iglesia hará todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera de sus miembros que haya cometido abusos de tipo sexual y que nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso.
A inicios de febrero, la CEM informó que estaba aplicando una política de "tolerancia cero al abuso sexual a menores" e incrementando la "transparencia de cara a la sociedad".
En noviembre de 2017, el organismo aprobó un protocolo de protección a menores que establece criterios de prevención y de sanción canónica y penal contra los abusadores, además de asistencia a las víctimas y a sus familias.
Un año después, en noviembre de 2018, creó un equipo multidisciplinario integrado por obispos, sacerdotes y expertos laicos independientes par abordar los abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
"El abuso sexual a menores constituye una de las realidades más dolorosas de la Iglesia Católica en el mundo. Sin embargo, con estas acciones concretas, claras, transparentes y contundentes, deseamos recuperar la confianza de los fieles", apuntó la CEM en un comunicado.
El cardenal Norberto Rivera, quien fue arzobispo primado de México entre 1995 y 2017, fue denunciado por encubrir a Marcial Maciel (1920-2008), fundador de los Legionarios de Cristo y acusado de abusar sexualmente de miembros de la congregación y discípulos.
Su sucesor, el cardenal Carlos Aguiar, anunció el año pasado una política de "tolerancia cero" ante los casos de abuso sexual y pederastia, y ofreció colaborar con las investigaciones de las autoridades.
A nivel mundial, en los últimos años la Iglesia Católica ha estado salpicada por casos de pederastia entre sacerdotes, especialmente en países de América y Europa.