The Creators Project de Vice platicó con los miembros de este grupo, una iniciativa independiente que busca embellecer los espacios públicos a través del arte y así mejorar el entorno social del país.
Por Sergio Pérez Galván, The Creators Project
Ciudad de México, 5 de marzo (SinEmbargo/ViceMedia).–Con el proyecto MAYÚSCULA, Colectivo Tomate generó murales educativos sobre los mitos fundacionales de la ciudad de Puebla. Más allá del valor cultural de éstos, la estética impecable y propia únicamente de la cultura urbana habla de una nueva apropiación y resurgimiento de los estandartes míticos que tejen la realidad social mexicana.
Puedes ver algunos de sus murales y leer la entrevista, abajo.
– ¿Qué es Colectivo Tomate y qué busca lograr con proyectos como éste y Ciudad Mural?
– Colectivo Tomate es un grupo multidisciplinario de ciudadanos independientes, que buscan inspirar y facilitar que las personas se percaten del poder que tienen para participar activamente, unir, fortalecer y transformar su comunidad.
– ¿Hubo apoyo del gobierno o instituciones gubernamentales para apoyar Mayúscula?
– MAYÚSCULA buscó darle vida a muros laterales grises y colindantes del centro histórico de la Ciudad de Puebla. Buscó despertar a los muros que estaban dormidos ante nuestros ojos ciudadanos, llenándolos de las historias y mitos fundacionales de la ciudad. A su vez, el proyecto contó con el consentimiento de la Gerencia del Centro Histórico de la Ciudad de Puebla para su realización, facilitando al Colectivo Tomate el acceso a sumergirse en las leyendas y mitos fundacionales de la ciudad.
– ¿Qué buscaban en los artistas que seleccionaron para los murales?
– Que pudieran transmitir con respeto las historias y mitos de la Ciudad. Que pudieran involucrarse en entender el amor que tenemos los poblanos hacia el centro histórico, honrando a nuestro pasado. Buscamos a artistas que habían participado anteriormente con el proyecto Ciudad Mural del Colectivo Tomate, quienes tuvieran el talento necesario para crear murales de gran formato y al mismo tiempo entender las características de MAYÚSCULA.
Este mural representa la importancia del río San Francisco en el primer asentamiento y crecimiento de la Ciudad de Puebla. En tiempos pasados, el río estaba compuesto por diversos caudales no navegables. El agua era de dos tipos: una de ellas se utilizaba para regar las cosechas y la otra se usaba para beber. El agua cristalina se torna significativa ya que es gracias a ésta que nace la ciudad. Lo anterior se puede ver mitificado en el manto del río a través de Chalchiuhtlicue, la Diosa del río, mujer de Tláloc. El crecimiento y la riqueza de la ciudad fueron impulsados por la fundación de una fábrica textil edificada en Puebla, que utilizaba energía hidráulica aprovechando el potencial del río San Francisco.
– ¿Cómo crees que el arte urbano afecta a la sociedad en general?
– Transformando espacios, transformamos la forma de interacción con los espacios, transformamos la interacción entre las personas
– ¿Cuál fue la dificultad más grande para llevar a cabo el proyecto?
– Como colectivo a lo largo de los casi 10 años que llevamos trabajando hemos ido aprendiendo a danzar con artistas, muros, comunidades, autoridades, medios y lugares en donde desarrollamos nuestro proyecto. MAYÚSCULA representó un reto ‘mayúsculo’ por un tema de la altura de los muros que buscamos intervenir. Para algunos de ellos no estábamos lo suficiente preparados y tuvimos que dejarlos ir… aunque no les quitamos los ojos de encima, lo que implica que este proyecto seguirá desarrollándose con la diligencia necesaria que requiere.
Cuentan la leyenda que unos ángeles trazaron la ciudad de Puebla. En el mural se puede ver la representación de un imaginario colectivo inspirado en el escudo de la ciudad donde se aprecia un ángel en el cielo con un hilo dorado dando dirección a la metrópoli. En esta obra los artistas exaltan elementos del siglo XVI, legado de identidad poblana que representa la monumentalidad de esa época principalmente en iglesias y conventos a través de la talavera.
Cuenta la leyenda que San Cristóbal, el santo de los viajeros, era un gigante que ayudaba a las personas a cruzar el río de un lado a otro. Una vez cruzó a un niño en su hombro, pero mientras avanzaba, pudo notar que el niño pesaba más y más cada vez, entonces cuestionó al niño para entender por qué pesaba tanto, a lo que el niño respondió: “yo soy el niño Dios, y voy cargando todos los pecados del mundo”.
Si quieres saber de más proyectos, visita el sitio de Colectivo Tomate.