La Caniem le envió una carta esta semana al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en la que piden que la cadena del libro sea ratificada como actividad esencial para la sociedad.
México, 5 febrero (EFE).- El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), José Luis Arzos, aseguró este viernes que los Gobiernos debían pedir disculpas al cerrar librerías y confió en que el de México permita en breve el acceso a los libros como lo ha hecho con otras actividades económicas a pesar de la pandemia.
"Que uno tenga que estar diciendo que las abran me preocupa muchísimo; deberían pedir disculpas por cerrar las librerías. En Alemania lo primero que abrieron cuando hubo oportunidad fue el acceso a los libros", dijo el directivo a Efe.
La Caniem le envió esta semana al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, una carta en la que reconocen la prioridad del aislamiento por la COVID-19, pero piden que la cadena del libro sea ratificada como actividad esencial para la sociedad.
El 3 de agosto del año pasado el Diario Oficial reconoció a las librerías como esenciales, pero el decreto tuvo fecha de vencimiento en diciembre, lo cual le pareció extraño a Arzos porque una actividad "es esencial o no lo es y las librerías lo son".
La Caniem confirmó que en los momentos más duros de la pandemia, entre las semanas 13 y 15 del aislamiento, las pérdidas de la industria del libro en México llegaron al 80 por ciento, luego mejoraron al 50 por ciento y en el último trimestre del año hubo una recuperación, sin embargo en lo que va del año han sido de casi el 60 por ciento.
"No es algo que se pueda recuperar, cuando compras un libro por internet compras el libro que escogiste, te llega a casa y ya. En la librería compras los libros que no pensabas comprar; sales con tres o cuatro, es el encanto que tienen", señaló.
Según el directivo, en México hay librerías en las que se ve el amor por los libros como la cadena El Péndulo, que crea una mística alrededor de la lectura y eso lo agradecen los lectores, pero lamentó que en el país haya solo mil 500 librerías, de ellas el 30 por ciento en la capital.
"Son muy pocas y la gente tiene hambre de lectura, se ve en las Ferias, que se abarrotan de personas", explicó.
Al referirse a la conocida decisión de Wiston Churchill de no cerrar las instituciones culturales en la II Guerra Mundial, Arzos dijo que si el líder británico estuviera vivo y tuviera poder, le pediría que con su verbo "le eche la mano" con el Gobierno mexicano para abrir las librerías.
"La cultura es fundamental para la sociedad y los líderes deberían tenerlo claro", observó.
Arzos dijo estar optimista porque este viernes el Gobierno anunció la apertura de tiendas de departamentos en México, donde la pandemia suma casi 1,9 millones de contagios y casi 163 mil decesos, y señaló que las librerías también deben ser consideradas.
"No nos pueden decir que no son tiendas departamentales, son del departamento de libro", concluyó el también editor, que ha utilizado la novela negra como compañera de la pandemia y en estos días lee "El último beso", de James Crumley.