La ivermectina es administrada a pacientes con COVID-19, sin embargo, una de las cuestiones que más causa preocupación es que las personas se automedican con este fármaco porque piensan que ayuda a prevenir el riesgo de contagio.
Ginebra, 5 de febrero (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que está siguiendo con mucha atención diversos estudios sobre la ivermectina como potencial tratamiento de la COVID-19 y que espera tomar una posición al respecto en las próximas semanas.
“No hemos dado una recomendación para el uso de la ivermectina, pero estamos siguiendo con atención las investigaciones que se están realizando y que han mostrado algunos resultados prometedores”, dijo a la prensa la jefa de la célula técnica anticovid de la OMS, María Von Kerkhove.
La ivermectina, cuyo uso original es contra los parásitos en animales y personas, se administra a pacientes de COVID-19 en numerosos países desde hace meses y en el medio hospitalario.
Algunas autoridades sanitarias nacionales incluso la han incluido en sus protocolos.
An important reminder from @WHO #COVID19 technical lead Dr. @mvankerkhove:
“Countries that are reducing #COVID19 transmission MUST continue to take all measures they can to drive down transmission, and all individuals have a role to play.”
Now is not the time to slow down. pic.twitter.com/QZzOeUNU7V
— Global Health Strategies (@GHS) February 5, 2021
Sin embargo, todavía no hay evidencias concluyentes de que sea efectiva y segura.
Más preocupante es que en varios países la gente se automedica con este fármaco creyendo que así puede prevenir contraer el coronavirus.
La OMS tiene un comité científico que está haciendo un seguimiento de la ivermectina y que alertará en cuanto haya evidencia científica suficiente de su utilidad o no.
Sólo en ese momento la Organización podría actualizar sus recomendaciones sobre tratamientos para la COVID-19, lo que está previsto ocurra en las próximas semanas, indicó Von Kerkhove.
En la actualidad hay datos relativos a mil 500 pacientes a los que se ha administrado la ivermectina en el marco de once estudios y se esperan datos de otros siete mil infectados en 56 estudios adicionales.
“El problema es que hay muchos ensayos pequeños que dan resultados confusos, que de pronto pueden animar y otros decepcionar, pero que no son científicamente válidos”, explicó.
Why it’s good for the world when countries have strong surveillance systems & are proactive in genetic sequencing during outbreaks such as #COVID19. Via Dr @mvankerkhove and @drmikeryan ⬇️ pic.twitter.com/7Ap07BWnye
— World Health Organization (WHO) (@WHO) February 5, 2021
Con una evaluación más amplia, la OMS estará segura de que lo que recomiende estará fundado en pruebas.
“Vemos muchas situaciones como ésta. A veces se publica información en la prensa sobre observaciones en investigaciones in vitro en las que resulta que el medicamento puede matar o inhibir el virus, pero esto no significa que ocurra lo mismo en el cuerpo humano”, relató el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
Advirtió de que aunque puede ser cierto que éste y otros medicamentos son seguros y bien tolerados, como ocurre con la mayoría de los fármacos, lo que no se puede negar son sus efectos secundarios.
“Todos los medicamentos tienen efectos secundarios y por esto es importante que haya evidencia de que el beneficio de tomarlo es mayor que el riesgo. El uso extendido de un medicamento, en función de una corazonada, no es lo mejor”, concluyó Ryan.
Un grupo de corticosteroides, entre los cuales el más conocido es la dexametasona, son los únicos medicamentos que hasta el momento han sido recomendados por la OMS para tratar a pacientes de COVID-19, siempre que sean casos graves o críticos.