En 2020, la Cámara de Diputados aprobó la Reforma de la Ley de Seguridad Nacional que retiraba la inmunidad de los agentes extranjeros en el país. La iniciativa obliga a los agentes de otros países a compartir su información con las autoridades mexicanas, les prohíbe arrestar a personas, les exige una autorización para llevar armas, establece que no tienen inmunidad judicial y amenaza con la expulsión de las agencias si quebrantan la ley.
Ciudad de México, 5 ene (EFE).– El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este miércoles que confía en los agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos que están en el país y dijo que respetan la soberanía mexicana.
“Si me preguntas si confiamos diría que sí, en que no van a cometerse actos ilegales, ilícitos que afecten nuestra soberanía”, precisó el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
López Obrador respondió esto luego de que el martes el periódico Milenio publicara una nota en la que denuncia el supuesto fracaso de las acciones de la DEA para evitar que el narcotráfico mexicano siga reclutando a agentes mexicanos.
“No tenemos información de que estén haciendo actividades sin informar al Gobierno de México”, aseveró.
Refirió que cambiaron las leyes en México para regular la presencia de agentes extranjeros en el país. “Ahí está claro cuántos pueden estar. No se permite que estén con armas, hay un número, tienen que avisar sobre sus actividades”, zanjó.
Y recordó que con el marco normativo anterior no se respetaban estas condiciones, por lo que ahora la relación entre Estados Unidos y México es a partir de la responsabilidad y del respeto mutuo.
Aseguró que por ello ahora los agentes de la DEA “no podrían hacer algo a espaldas de nosotros”.
Asimismo, indicó que el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha sido un gran conducto para estrechar los lazos con el país vecino y destacó su origen mexicano.
El episodio más polémico de la presencia de la DEA en México fue la Operación Leyenda de 1985, cuando los agentes estadounidenses capturaron por su cuenta a varios narcotraficantes como respuesta al asesinato de su compañero Enrique Camarena.
En el marco de esta operación, la DEA arrestó al médico Humberto Álvarez Machín, acusado de participar en el asesinato de Camarena, y lo trasladó en secreto a El Paso (Texas) vulnerando las leyes de extradición.